Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Cantemos con alegría
1 ¡Vengan, cantemos con alegría al SEÑOR!
Alabemos a nuestra roca, al que nos salva.
2 Vayamos a su encuentro con canciones de agradecimiento;
démosle honra con alegres canciones de alabanza.
3 Porque el SEÑOR es gran Dios,
el gran Rey que gobierna a todos los dioses.
4 Las profundidades de la tierra
y las alturas de los montes le pertenecen.
5 El mar le pertenece, pues él lo creó;
hizo la tierra con sus propias manos.
6 Vengan, postrémonos, inclinémonos;
arrodillémonos ante el SEÑOR, nuestro Creador.
7 Él es nuestro Dios,
y nosotros somos el pueblo de su prado,
el rebaño que él cuida.
Si oyen hoy su voz, escuchen:
8 «No sean tercos como lo fueron
en Meribá y en Masá,[a] en el desierto,
9 cuando sus antepasados me pusieron a prueba.
Lo hicieron, aunque habían visto mis obras.
10 Estuve disgustado con esa generación por 40 años.
De ellos dije: “Son un pueblo que no es leal.
No tiene en cuenta los caminos que trazo con mis enseñanzas”.
11 Así que me enojé con ellos
y juré que nunca entrarían al lugar de mi reposo».
Samuel consagra a David
16 El SEÑOR le dijo a Samuel:
—¿Hasta cuándo vas a estar triste por Saúl? Estás triste por él a pesar de que te dije que yo me negaba a dejarlo ser el rey de Israel. Llena tu cuerno[a] de aceite y ve a Belén a ver a un hombre llamado Isaí, pues he elegido a uno de sus hijos para ser el nuevo rey.
2 Pero Samuel dijo:
—Si voy, Saúl se enterará y tratará de matarme.
El SEÑOR le dijo:
—Ve a Belén. Lleva una ternera y di que vas a ofrecer un sacrificio al SEÑOR. 3 Invita a Isaí al sacrificio y yo te diré qué hacer. Ungirás a quien yo te indique.
4 Samuel hizo lo que le mandó el SEÑOR, pero al llegar a Belén los ancianos líderes se asustaron y le preguntaron:
—¿Pasa algo, vidente?
5 Samuel contestó:
—No pasa nada, sólo vengo a ofrecerle un sacrificio al SEÑOR. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio.
Samuel purificó a Isaí y a sus hijos y los invitó a reunirse con él para el sacrificio. 6 Cuando llegaron, Samuel se fijó en Eliab y pensó: «De seguro que este es quien el SEÑOR ha elegido».
7 Pero el SEÑOR le dijo a Samuel:
—Eliab es alto y apuesto, pero no te fijes en eso. Dios no se fija en las cualidades que la gente ve. La gente sólo presta atención al aspecto de las personas, pero el SEÑOR ve su corazón. Eliab no es el hombre que he elegido.
8 Entonces Isaí llamó a Abinadab, su segundo hijo, y este se acercó a Samuel, pero Samuel dijo:
—Tampoco este es el elegido del SEÑOR.
9 Isaí le presentó a Sama, pero Samuel dijo de nuevo:
—Este tampoco es el elegido del SEÑOR.
10 Isaí le presentó siete de sus hijos a Samuel, pero este dijo:
—Ninguno de ellos es el elegido del SEÑOR.
11 Entonces Samuel le preguntó a Isaí:
—¿No tienes más hijos?
Isaí contestó:
—Sí, tengo otro hijo, el menor, pero está cuidando el rebaño.
Samuel dijo:
—Manda a traerlo. No empezaremos a comer hasta que él llegue.
12 Isaí mandó que lo fueran a buscar. Su hijo menor era un joven de buen parecer, saludable[b] y apuesto. El SEÑOR le dijo a Samuel:
—Este es mi elegido, levántate y úngelo.
13 Samuel tomó el cuerno de aceite y derramó el aceite sobre el hijo menor de Isaí, frente a sus hermanos. El Espíritu del SEÑOR vino con poder sobre David y desde ese día estuvo con él. Luego Samuel regresó a Ramá.
El rebaño de Dios
5 Tengo algo que decirles a sus ancianos líderes: Yo mismo soy un anciano, soy testigo de los sufrimientos de Cristo y compartiré la gloria que nos será revelada. 2 Les ruego que cuiden el rebaño[a] de Dios que ha sido puesto bajo su responsabilidad, y no lo hagan por obligación, sino de buena voluntad, como Dios quiere. Háganlo con entusiasmo y no por ganar dinero. 3 No sean crueles con los que están a su cargo. Más bien, sean un buen ejemplo para ellos. 4 Así, cuando venga nuestro gran Pastor, recibirán una corona gloriosa que nunca perderá su valor.
5 (A)También tengo algo que decirles a los jóvenes: acepten la autoridad de los ancianos líderes. Vístanse todos ustedes de humildad y sírvanse unos a otros porque
«Dios rechaza a los orgullosos,
pero es bueno con los humildes».[b]
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