Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Salmos 148

148 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!

Alabad al Señor desde los cielos,
    alabadle desde las alturas.
Alabadle, todos sus ángeles,
    alabadle, todos sus ejércitos.
Alabadle, sol y luna,
    alabadle, estrellas luminosas.
Alabadle vosotros, altísimos cielos,
    y vosotras, las aguas que estáis sobre los cielos.
Sea alabado el nombre del Señor,
    porque él dio una orden y todo fue creado.
Todo quedó afirmado para siempre;
    emitió un decreto que no será abolido.

Alabad al Señor desde la tierra
    los monstruos marinos y las profundidades del mar,
el relámpago y el granizo, la nieve y la neblina,
    el viento tempestuoso que cumple su mandato,
los montes y las colinas,
    los árboles frutales y todos los cedros,
10 los animales salvajes y los domésticos,
    los reptiles y las aves,
11 los reyes de la tierra y todas las naciones,
    los príncipes y los gobernantes de la tierra,
12 los muchachos y las muchachas,
    los ancianos y los niños.

13 Alabad el nombre del Señor,
    porque solo su nombre es excelso;
su esplendor está por encima de la tierra y de los cielos.
14     ¡Él ha dado poder a su pueblo![a]

¡A él sea la alabanza de todos sus fieles,
    de los hijos de Israel, su pueblo cercano!

¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!

Isaías 49:13-23

13 Vosotros los cielos, ¡gritad de alegría!
    Tierra, ¡regocíjate!
    Montañas, ¡prorrumpid en canciones!
Porque el Señor consuela a su pueblo
    y tiene compasión de sus pobres.

14 Pero Sión dijo: «El Señor me ha abandonado;
    el Señor se ha olvidado de mí».

15 «¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho,
    y dejar de amar al hijo que ha dado a luz?
Aun cuando ella lo olvidara,
    ¡yo no te olvidaré!
16 Grabada te llevo en las palmas de mis manos;
    tus muros siempre los tengo presentes.
17 Tus constructores[a] se apresuran;
    de ti se apartan tus destructores
    y los que te asolaron.
18 Alza tus ojos, y mira a tu alrededor;
    todos se reúnen y vienen hacia ti.
Tan cierto como que yo vivo,
    —afirma el Señor—,
    a todos ellos los usarás como adorno,
    los lucirás en tu vestido de novia.

19 »Aunque te arrasaron y te dejaron en ruinas,
    y tu tierra quedó asolada,
ahora serás demasiado pequeña para tus habitantes,
    y lejos quedarán los que te devoraban.
20 Los hijos que dabas por perdidos
    todavía te dirán al oído:
“Este lugar es demasiado pequeño para mí;
    hazme lugar para poder vivir”.
21 Y te pondrás a pensar:
    “¿Quién me engendró estos hijos?
Yo no tenía hijos, era estéril,
    desterrada y rechazada;
    pero a estos, ¿quién los ha criado?
Me había quedado sola,
    pero estos, ¿de dónde han salido?”»

22 Así dice el Señor omnipotente:

«Hacia las naciones alzaré mi mano,
    hacia los pueblos levantaré mi estandarte.
Ellos traerán a tus hijos en sus brazos,
    y cargarán a tus hijas en sus hombros.
23 Los reyes te adoptarán como hijo,
    y sus reinas serán tus nodrizas.
Se postrarán ante ti rostro en tierra,
    y lamerán el polvo que tú pises.
Sabrás entonces que yo soy el Señor,
    y que no quedarán avergonzados
    los que en mí confían».

Mateo 18:1-14

El más importante en el reino de los cielos(A)

18 En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:

―¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?

Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Entonces dijo:

―Os aseguro que, a menos que cambiéis y os volváis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos.

»Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí. Pero, si alguien hace pecan a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar.

»¡Ay del mundo por las cosas que hacen pecar a la gente! Inevitable es que sucedan, pero ¡ay del que hace pecar a los demás! Si tu mano o tu pie te hace pecar, córtatelo y arrójalo. Más te vale entrar en la vida manco o cojo que ser arrojado al fuego eterno con tus dos manos y tus dos pies. Y, si tu ojo te hace pecar, sácatelo y arrójalo. Más te vale entrar tuerto en la vida que con dos ojos ser arrojado al fuego del infierno.[a]

Parábola de la oveja perdida(B)

10 »Tened cuidado de no menospreciar a uno de estos pequeños. Porque os digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.[b]

12 »¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se extravía una de ellas, ¿no dejará las noventa y nueve en las colinas para ir en busca de la extraviada? 13 Y, si llega a encontrarla, os aseguro que se pondrá más feliz por esa sola oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. 14 Así también, vuestro Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.

Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)

Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® (Castellano) © 1999, 2005, 2017 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.