Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
40 La ira del Señor se encendió contra su pueblo;
su heredad le resultó aborrecible.
41 Por eso los entregó a los paganos,
y fueron dominados por quienes los odiaban.
42 Sus enemigos los oprimieron,
los sometieron a su poder.
43 Muchas veces Dios los libró;
pero ellos, empeñados en su rebeldía,
se hundieron en la maldad.
44 Al verlos Dios angustiados,
y al escuchar su clamor,
45 se acordó del pacto que había hecho con ellos
y, por su gran amor, tuvo compasión de ellos.
46 Hizo que todos sus opresores
también se apiadaran de ellos.
47 Sálvanos, Señor, Dios nuestro;
vuelve a reunirnos de entre las naciones,
para que demos gracias a tu santo nombre
y orgullosos te alabemos.
48 ¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,
eternamente y para siempre!
¡Que todo el pueblo diga: «Amén»!
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Dios y los ídolos(A)
10 Escucha, pueblo de Israel, la palabra del Señor. 2 Dice así:
«No aprendáis la conducta de las naciones,
ni os aterroricéis ante las señales del cielo,
aunque las naciones les tengan miedo.
3 Las costumbres de los pueblos
no tienen valor alguno.
Cortan un tronco en el bosque,
y un artífice lo labra con un cincel.
4 Lo adornan con oro y plata,
y lo afirman con clavos y martillo
para que no se tambalee.
5 »Sus ídolos no pueden hablar;
¡parecen espantapájaros
en un campo sembrado de melones!
Tienen que ser transportados,
porque no pueden caminar.
No les tengáis miedo,
que ningún mal pueden haceros,
pero tampoco ningún bien».
6 ¡No hay nadie como tú, Señor!
¡Grande eres tú,
y grande y poderoso es tu nombre!
7 ¿Quién no te temerá, Rey de las naciones?
¡Es lo que te corresponde!
Entre todos los sabios de las naciones,
y entre todos los reinos,
no hay nadie como tú.
8 Todos son necios e insensatos,
educados por inútiles ídolos de palo.
9 De Tarsis se trae plata laminada,
y de Ufaz se importa oro.
Los ídolos, vestidos de púrpura y carmesí,
son obra de artífices y orfebres;
¡todos ellos son obra de artesanos!
10 Pero el Señor es el Dios verdadero,
el Dios viviente, el Rey eterno.
Cuando se enoja, tiembla la tierra;
las naciones no pueden soportar su ira.
11 «Así les dirás: “Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra desaparecerán de la tierra y de debajo del cielo”».[a]
12 Dios hizo la tierra con su poder,
afirmó el mundo con su sabiduría,
¡extendió los cielos con su inteligencia!
13 Cuando él deja oír su voz,
rugen las aguas en los cielos;
hace que vengan las nubes
desde los confines de la tierra.
Entre relámpagos hace llover,
y saca de sus depósitos al viento.
14 La humanidad es necia e ignorante;
todo orfebre se avergüenza de sus ídolos.
Sus imágenes son un engaño,
y no hay en ellas aliento de vida.
15 No valen nada, son obras ridículas;
cuando llegue el día de su castigo, serán destruidas.
16 La heredad de Jacob no es como ellos,
porque él es quien hace todas las cosas;
su nombre es el Señor Todopoderoso,
e Israel es la tribu de su herencia.
19 Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible. 20 Entre los judíos me volví judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven bajo la ley me volví como los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley), a fin de ganar a estos. 21 Entre los que no tienen la ley me volví como los que están sin ley (aunque no estoy libre de la ley de Dios, sino comprometido con la ley de Cristo), a fin de ganar a los que están sin ley. 22 Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. 23 Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® (Castellano) © 1999, 2005, 2017 por