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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Salmos 118:1-2

118 Dad gracias al Señor, porque él es bueno;
    su gran amor perdura para siempre.

Que proclame el pueblo de Israel:
    «Su gran amor perdura para siempre».

Salmos 118:14-24

14 El Señor es mi fuerza y mi canto;
    ¡él es mi salvación!

15 Gritos de júbilo y victoria
    resuenan en las casas de los justos:
«¡La diestra del Señor realiza proezas!
16     ¡La diestra del Señor es exaltada!
    ¡La diestra del Señor realiza proezas!»

17 No he de morir; he de vivir
    para proclamar las maravillas del Señor.
18 El Señor me ha castigado con dureza,
    pero no me ha entregado a la muerte.

19 Abridme las puertas de la justicia
    para que entre yo a dar gracias al Señor.
20 Son las puertas del Señor,
    por las que entran los justos.
21 ¡Te daré gracias porque me respondiste,
    porque eres mi salvación!

22 La piedra que desecharon los constructores
    ha llegado a ser la piedra angular.
23 Esto ha sido obra del Señor,
    y nos deja maravillados.
24 Este es el día en que el Señor actuó;
    regocijémonos y alegrémonos en él.

2 Samuel 6:1-15

David lleva el arca a Jerusalén(A)(B)

Una vez más, David reunió los treinta batallones de soldados escogidos de Israel, y con todo su ejército partió hacia Balá de Judá para trasladar de allí el arca de Dios, sobre la que se invoca su nombre, el nombre del Señor Todopoderoso que reina entre los querubines. Colocaron el arca de Dios en una carreta nueva y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba situada en una colina. Uza y Ajío, hijos de Abinadab, guiaban la carreta nueva que llevaba el arca de Dios.[a] Ajío iba delante del arca, mientras David y todo el pueblo de Israel danzaban ante el Señor con gran entusiasmo y cantaban al son de arpas,[b] liras, panderetas, sistros y címbalos.

Al llegar a la parcela de Nacón, los bueyes tropezaron; pero Uza, extendiendo las manos, sostuvo el arca de Dios. Entonces la ira del Señor se encendió contra Uza por su atrevimiento y lo hirió de muerte ahí mismo, de modo que Uza cayó fulminado junto al arca.

David se enojó porque el Señor había matado a Uza, así que llamó a aquel lugar Peres Uza,[c] nombre que conserva hasta el día de hoy. Aquel día David se sintió temeroso del Señor y exclamó: «¡Es mejor que no me lleve el arca del Señor 10 Y, como ya no quería llevarse el arca del Señor a la Ciudad de David, ordenó que la trasladaran a la casa de Obed Edom, oriundo de Gat. 11 Fue así como el arca del Señor permaneció tres meses en la casa de Obed Edom de Gat, y el Señor lo bendijo a él y a toda su familia.

12 En cuanto le contaron al rey David que por causa del arca el Señor había bendecido a la familia de Obed Edom y toda su hacienda, David fue a la casa de Obed Edom y, en medio de gran algarabía, trasladó el arca de Dios a la Ciudad de David. 13 Apenas habían avanzado seis pasos los que llevaban el arca cuando David sacrificó un toro y un ternero engordado. 14 Vestido tan solo con un efod de lino, se puso a bailar ante el Señor con gran entusiasmo. 15 Así que entre vítores y al son de cuernos de carnero, David y todo el pueblo de Israel llevaban el arca del Señor.

Lucas 24:1-12

La resurrección(A)

24 El primer día de la semana, muy de mañana, las mujeres fueron al sepulcro, llevando las especias aromáticas que habían preparado. Encontraron que había sido quitada la piedra que cubría el sepulcro y, al entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras se preguntaban qué habría pasado, se les presentaron dos hombres con ropas resplandecientes. Asustadas, se postraron sobre su rostro, pero ellos les dijeron:

―¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! Acordaos de lo que os dijo cuando todavía estaba con vosotros en Galilea: “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará”.

Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús. Al regresar del sepulcro, les contaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. 10 Las mujeres eran María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo y las demás que las acompañaban. 11 Pero a los discípulos el relato les pareció una tontería, así que no las creyeron. 12 Pedro, sin embargo, salió corriendo al sepulcro. Se asomó y vio solo las vendas de lino. Luego volvió a su casa, extrañado de lo que había sucedido.

Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)

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