Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 142 (141)
Ante él desahogo mi pesar
142 Poema de David cuando estaba en la cueva. Oración.
2 A voz en grito invoco al Señor,
a voz en grito al Señor ruego.
3 Ante él desahogo mi pesar,
ante él proclamo mi angustia.
4 Cuando mi ánimo desfallece,
tú sabes por dónde camino;
en la senda que recorro,
una trampa me han tendido.
5 Mira a la derecha, observa:
no hay nadie que me conozca;
me he quedado sin refugio,
no hay quien cuide de mí.
6 Señor, a ti te invoco y digo:
“Mi refugio eres tú,
mi porción en la tierra de los vivos”.
7 Atiende mi clamor,
que estoy muy abatido;
líbrame de quienes me persiguen,
que son más fuertes que yo.
8 Sácame de esta prisión
para así alabar tu nombre.
Los justos me rodearán,
cuando tú me favorezcas.
Proceso contra Israel (1—3)
Título
1 Palabra del Señor que fue dirigida a Miqueas de Moréset en tiempos de Jotán, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá, y visiones que tuvo referentes a Samaría y Jerusalén.
Condena de Israel
2 ¡Escuchen, pueblos todos!
Presta atención, tierra,
y todo cuanto la llena:
El Señor Dios en su santo Templo
va a testimoniar contra ustedes.
3 El Señor sale de su morada,
desciende sobre los montes de la tierra.
4 A su paso se derriten los montes
como cera en presencia del fuego,
se resquebrajan los valles
como cortados por el agua
que se precipita en torrentera.
5 Y es que Jacob se ha rebelado,
Israel amontona pecados.
¿Cuál es la rebelión de Jacob?
¿No está acaso en Samaría?
¿Cuáles los altozanos de Judá?
¿No están en la misma Jerusalén?
II.— INSTRUCCIONES Y RECOMENDACIONES DIVERSAS (4,1—5,22)
Una vida agradable a Dios
4 Por lo demás, hermanos, les pedimos y exhortamos a que, lo mismo que aprendieron de nosotros a comportarse como conviene, agradando a Dios, así sigan comportándose para que progresen lo más posible. 2 Conocen cuáles fueron las instrucciones que les dimos de parte de Jesús, el Señor. 3 Dios, en efecto, quiere que vivan como consagrados a él, que se abstengan de acciones deshonestas 4 y que cada uno de ustedes sepa vivir con su mujer santa y decorosamente, 5 sin que los arrastre la pasión, como arrastra a los paganos que no conocen a Dios. 6 Y que nadie en este asunto atropelle o conculque los derechos de su hermano porque, como ya les dijimos e insistimos en su día, el Señor hará justicia de todas estas cosas. 7 Pues no los ha llamado Dios a vivir en la impureza, sino como consagrados a él. 8 Por eso, quien rechaza esto, no rechaza una norma humana, sino a Dios que es quien les da su santo Espíritu.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España