Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 112 (111)
El recuerdo del justo será eterno
112 ¡Aleluya!
Feliz quien venera al Señor
y se complace en sus mandatos.
2 En la tierra será poderosa su estirpe,
se bendecirá el linaje de los rectos.
3 Riqueza y bienes habrá en su casa,
su justicia permanecerá por siempre.
4 Brilla en la oscuridad, es luz para los rectos,
es clemente, es compasivo, es justo.
5 Feliz quien se apiada y presta,
quien atiende sus asuntos con justicia,
6 porque nunca zozobrará,
será eterno el recuerdo del justo.
7 No temerá las malas noticias,
su corazón está seguro, confiado en el Señor.
8 Su corazón firme nada teme,
mirará con desdén a sus enemigos.
9 Reparte, da a los pobres,
su justicia permanece para siempre
y alza su frente con honor.
10 El malvado mira y se enfurece,
rechina sus dientes y se consume.
Los planes del malvado fracasarán.
Aprieto y liberación de Jerusalén
29 ¡Ay, Ariel, Ariel,
ciudad sitiada por David!
Dejen que pasen los años,
que ruede el ciclo festivo;
2 entonces asediaré a Ariel,
habrá lloros y lamentos.
Serás para mí un ariel;
3 te asediaré como hizo David,
te estrecharé con trincheras,
te atacaré con baluartes.
4 Hablarás abatida desde el suelo,
desde el polvo sonarán tus palabras:
tu voz fantasmal desde el suelo,
tu palabra mortecina desde el polvo.
5 El tropel de los enemigos será
numeroso lo mismo que el polvo;
el tropel de los agresores será
lo mismo que tamo aventado.
Pero rápido, de repente
6 intervendrá el Señor del universo
con trueno, temblor y estruendo,
con vendaval, tempestad y llama devoradora.
7 Pasará como un sueño o visión nocturna
el tropel de las naciones que atacan a Ariel:
los que la atacan, la cercan y la asedian.
8 Como cuando sueña el hambriento que come
y se despierta con la boca vacía;
como cuando sueña el sediento que bebe
y se despierta con la boca reseca:
eso le ocurrirá al tropel de naciones
que atacan al monte Sión.
Ceguera y embotamiento
9 Quédense espantados y estupefactos,
con los ojos velados, sin ver;
emborráchense, pero no de vino,
hagan eses, pero no por el licor.
10 Que el Señor les va a insuflar
un deseo profundo de dormir,
que hará que cierren, profetas, los ojos,
y cubran, videntes, sus cabezas.
11 La visión de todo esto se les volverá como las palabras de un libro sellado, que se lo dan a uno que sabe leer, diciéndole: “Léenos esto”, y responde: “No puedo, porque está sellado”. 12 O se lo dan a uno que no sabe leer, diciéndole: “Léenos esto”, y responde: “No sé leer”.
Verdadera y falsa sabiduría
13 Si entre ustedes alguien se precia de sabio o inteligente, demuestre con su buena conducta su amabilidad y su sabiduría. 14 Pero si ustedes tienen el corazón lleno de envidia y de ambición, ¿para qué presumir de sabiduría y andar falseando la verdad? 15 Semejante sabiduría no viene de lo alto, sino que es terrena, carnal, diabólica. 16 Y es que donde hay envidia y ambición, allí reina el desenfreno y la maldad sin límites. 17 En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es ante todo pura, pero también pacífica, indulgente, conciliadora, compasiva, fecunda, imparcial y sincera. 18 Resumiendo: los artífices de la paz siembran en paz, para obtener el fruto de una vida recta.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España