Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
18 Me siento abrumado de dolor,
tengo enfermo el corazón,
al oír los gritos de mi pueblo
desde una tierra lejana:
19 “¿No está el Señor en Sión?
¿No está su rey en ella?”.
“¿Por qué me irritaron con sus ídolos,
con esas naderías extranjeras?”.
20 Pasó la cosecha, se acabó el verano,
pero nosotros no hemos sido salvados.
21 Los destrozos en la capital
me tienen del todo destrozado,
ando entristecido, presa del espanto.
22 ¿Ya no hay bálsamo en Galaad?
¿No quedan médicos allí?
¿Por qué, pues, sigue abierta
la herida de la capital de mi pueblo?
23 ¿Por qué no será mi cabeza una fuente
y mis ojos un manantial de lágrimas,
para llorar de día y de noche
por las víctimas de la capital de mi pueblo?
Un pueblo depravado
9 ¡Ojalá encontrara refugio en el desierto
para abandonar y alejarme de mi pueblo,
pues todos son adúlteros, banda de traidores!
Salmo 79 (78)
Que el grito del cautivo llegue a ti
79 Salmo de Asaf.
Oh Dios, los paganos han invadido tu heredad,
han profanado tu santo Templo,
han reducido Jerusalén a escombros;
2 han arrojado el cadáver de tus siervos
como alimento a los pájaros del cielo,
el cuerpo de tus fieles a las fieras de la tierra;
3 han derramado su sangre como agua
por toda Jerusalén y nadie los sepulta.
4 Somos la burla de nuestros vecinos,
la mofa, la risa de los que están cerca.
5 ¿Hasta cuándo, Señor?
¿Estarás siempre airado?
¿Estallará como el fuego tu celo?
6 Descarga tu ira sobre los pueblos que te ignoran,
sobre los reinos que no invocan tu nombre.
7 Porque ellos devoraron a Jacob,
convirtieron en ruinas su morada.
8 No esgrimas contra nosotros los pecados de antaño;
que nos llegue pronto tu misericordia
porque estamos exhaustos.
9 Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
por la gloria de tu nombre;
líbranos, perdona nuestros pecados
haciendo honor a tu nombre.
Oración por todos los seres humanos
2 Así pues, recomiendo ante todo que se hagan rogativas, súplicas, peticiones y acciones de gracias por toda la humanidad: 2 por los reyes y por todos los que tienen autoridad para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, plenamente digna y religiosa. 3 Es este un proceder hermoso y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, 4 que quiere que todos se salven y conozcan la verdad. 5 Porque uno solo es Dios y uno solo es el mediador entre Dios y la humanidad: el hombre Cristo Jesús, 6 que se entregó a sí mismo como rescate por todos, como testimonio dado en el tiempo prefijado. 7 De todo ello he sido constituido pregonero y apóstol —estoy diciendo la pura verdad— con el fin de instruir a los paganos en la fe y en la verdad.
Parábola del administrador astuto
16 Dijo también Jesús a los discípulos:
— Un hombre rico tenía un administrador que fue acusado ante su amo de malversar sus bienes. 2 El amo lo llamó y le dijo: “¿Qué es esto que me dicen de ti? Preséntame las cuentas de tu administración, porque desde ahora quedas despedido de tu cargo”. 3 El administrador se puso a pensar: “¿Qué voy a hacer ahora? Mi amo me quita la administración, y yo para cavar no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza. 4 ¡Ya sé qué voy a hacer para que, cuando deje el cargo, no falte quien me reciba en su casa!”. 5 Comenzó entonces a llamar, uno por uno, a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: “¿Cuánto debes a mi amo?”. 6 Le contestó: “Cien barriles de aceite”. El administrador le dijo: “Pues mira, toma tus recibos y apunta sólo cincuenta”. 7 Al siguiente le preguntó: “¿Tú cuánto le debes?”. Le contestó: “Cien sacos de trigo”. Le dijo el administrador: “Pues mira, toma tus recibos y apunta sólo ochenta”. 8 Y el amo elogió la astucia de aquel administrador corrupto porque, en efecto, los que pertenecen a este mundo son más sagaces en sus negocios que los que pertenecen a la luz. 9 Por eso, les aconsejo que se ganen amigos utilizando las riquezas de este mundo. Así, cuando llegue el día de dejarlas, habrá quien los reciba en la mansión eterna. 10 El que es fiel en lo poco, también será fiel en lo mucho; y el que no es fiel en lo poco, tampoco lo será en lo mucho. 11 De modo que si ustedes no son fieles con las riquezas de este mundo, ¿quién les confiará la verdadera riqueza? 12 Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece a ustedes?
Dios y el dinero (Mt 6,24)
13 Ningún criado puede servir a dos amos al mismo tiempo, porque aborrecerá al uno y apreciará al otro, o será fiel al uno y del otro no hará caso. No pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España