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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
1 Reyes 18:20-21

20 Así que Acab citó a todos los israelitas y a los profetas a un encuentro en el monte Carmelo. 21 Elías se acercó a todo el pueblo y le dijo:

—¿Hasta cuándo seguirán dudando? Decidan si el SEÑOR es el Dios verdadero y entonces síganlo a él. Pero si Baal es el Dios verdadero, entonces sigan a Baal.

La gente no respondió ni una palabra.

1 Reyes 18:22-29

22 Así que Elías dijo:

—Yo soy el único profeta del SEÑOR que queda, pero hay 450 profetas de Baal. 23 Así que traigan dos toros. Que los profetas de Baal tomen uno, que lo maten y lo corten en pedazos. Que traigan madera, pero sin prenderle fuego. Luego yo haré lo mismo con el otro toro y tampoco prenderé fuego al sacrificio. 24 Ustedes los profetas de Baal le pedirán a su dios y yo le pediré al SEÑOR. El que conteste con fuego es el verdadero Dios.

Al pueblo le pareció una buena idea.

25 Entonces Elías les dijo a los profetas de Baal:

—Ya que ustedes son mayoría, elijan primero su toro, prepárenlo y pidan en el nombre de sus dioses, pero sin prenderle fuego al sacrificio.

26 Así que los profetas tomaron el toro que la gente les dio y lo prepararon. Oraron a Baal hasta el mediodía. Le pidieron a gritos: «¡Baal, por favor, contéstanos!» Pero sólo hubo silencio, no hubo respuesta mientras los profetas bailaban alrededor del altar que habían construido.

27 Al mediodía, Elías comenzó a reírse de ellos. Les dijo:

—¡Griten más fuerte! Si él es dios, tal vez esté ocupado o quizá esté haciendo sus necesidades o tal vez salió por un rato. A lo mejor está durmiendo y si oran un poco más fuerte lo despertarán.

28 Y comenzaron a gritar más fuerte y a cortarse con cuchillos, espadas y lanzas hasta sacarse sangre, como era su costumbre. 29 Se hizo tarde, pero el fuego todavía no aparecía. Los profetas continuaron profetizando hasta llegar el momento de hacer el sacrificio de la tarde, pero no pasó absolutamente nada. Baal no hizo ni un ruido. No contestó nada. Nadie los escuchaba.

1 Reyes 18:30-39

30 Entonces Elías le dijo a todo el pueblo:

—Reúnanse conmigo.

Así que todo el pueblo estuvo junto a Elías. El altar del SEÑOR había sido destruido, así que Elías lo arregló. 31 Elías encontró doce piedras, una por cada una de las doce tribus nombradas por los doce hijos de Jacob, a quien el SEÑOR había llamado Israel. 32 Elías usó las piedras para arreglar el altar en honor al SEÑOR. Después hizo una zanja alrededor del altar que podía contener 15 litros de agua[a]. 33 Luego Elías acomodó la madera en el altar, cortó el toro en pedazos y los colocó sobre la madera. 34 Entonces les dijo:

—Llenen cuatro jarrones de agua y derramen toda el agua sobre los pedazos de carne. Luego Elías dijo:

—Háganlo de nuevo.

Después dijo:

—Háganlo por tercera vez.

35 El agua corrió hasta llenar la zanja alrededor del altar.

36 Al llegar el momento del sacrificio de la tarde el profeta Elías se acercó al altar y oró así: «SEÑOR, Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Ahora te pido que des una prueba de que tú eres el Dios de Israel y que yo soy tu siervo. Muéstrales que tú me ordenaste que hiciera todo esto. 37 SEÑOR, atiende mi oración, muestra a la gente que tú, SEÑOR, eres Dios. Así la gente sabrá que tú los estás haciendo volver a ti».

38 Así que el SEÑOR hizo bajar fuego que quemó el sacrificio, la madera, las piedras e incluso la tierra alrededor del altar. El fuego también secó toda el agua de la zanja. 39 Todo el pueblo vio esto, se postró y comenzó a decir: «¡El SEÑOR es Dios! ¡El SEÑOR es Dios!»

Salmos 96

Que todo el mundo cante al Señor

(1 Cr 16:23-33)

Canten al SEÑOR una nueva canción;
    que todo el mundo cante al SEÑOR.
Canten al SEÑOR, bendigan su nombre;
    anuncien todos los días las buenas noticias de que él nos da la victoria.
Cuenten entre las naciones acerca de su gloria;
    cuéntenles a todos los pueblos las maravillas de Dios.

El SEÑOR es grande y digno de la máxima alabanza;
    es más temible que todos los dioses.
Los dioses de otras naciones no son sino ídolos;
    en cambio, el SEÑOR hizo el cielo.
Hay esplendor y majestad ante su presencia;
    poder y belleza en su templo santo.

Familias de las naciones, alaben al SEÑOR;
    den la gloria y el poder al SEÑOR.
Alaben el nombre del SEÑOR;
    lleven ofrendas al templo.
Alaben al SEÑOR en su hermoso templo;
    que toda la tierra tiemble delante de él.
10 Anuncien a las naciones: «¡El SEÑOR es Rey!»
    Él estableció el mundo, no será removido.
    El SEÑOR juzgará a los pueblos con imparcialidad.

11 Que el cielo se alegre;
    que la tierra se ponga contenta;
    que el mar y todo lo que hay en él griten de alegría;
12 que estén felices los campos y todo lo que crece en ellos;
    que los árboles del bosque canten de alegría.
13 Que todo el mundo esté feliz
    porque el SEÑOR viene a gobernar[a] al mundo.
Él gobernará al mundo con justicia
    y a las naciones con verdad.

Gálatas 1:1-12

1-2 Estimadas iglesias de la provincia de Galacia[a]:

Los saludo yo, el apóstol Pablo, y también los saludan los hermanos que están conmigo.

No fui nombrado ni enviado como apóstol por ningún ser humano, sino por Jesucristo y por Dios Padre, quien resucitó a Jesús de la muerte.

Pido a Dios que disfruten siempre del generoso amor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Jesús entregó su vida para librarnos de nuestros pecados según el deseo de Dios nuestro Padre para rescatarnos de esta época de maldad en que vivimos. Que se honre a Dios por toda la eternidad. Así sea.

El verdadero mensaje de salvación

Me parece increíble que ustedes tan pronto le estén dando la espalda a Dios, quien los llamó a través del generoso amor de Cristo. Están desertando de Dios para aceptar unas buenas noticias diferentes a las que les anunciamos. En realidad no hay otras buenas noticias, sino que hay algunos que los están confundiendo. Ellos quieren cambiar[b] las buenas noticias acerca de Cristo. Pero ¡ojo! si nosotros o un ángel del cielo les anuncia otras buenas noticias diferentes a las que les anunciamos, ¡que Dios lo condene! Lo dije antes y ahora lo repito: si alguien les anuncia otras buenas noticias diferentes a las que ustedes han aceptado, ¡que Dios lo condene!

10 Por lo que acabo de decir, ¿piensan que estoy buscando la aprobación de la gente o la de Dios? ¿O que trato de quedar bien con la gente? Pues, si quisiera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo.

La autoridad de Pablo viene de Dios

11 Hermanos, quiero que entiendan que las buenas noticias que yo les anuncié no son un mensaje humano. 12 No recibí este mensaje de los seres humanos ni tampoco ellos me lo enseñaron, lo recibí cuando Jesucristo se me apareció.

Lucas 7:1-10

Jesús sana al siervo de un capitán

(Mt 8:5-13; Jn 4:43-54)

Cuando Jesús terminó de hablarle a la gente, se fue a Capernaúm. Allí había un capitán romano que tenía un siervo que estaba enfermo, a punto de morir. El capitán estimaba mucho al siervo. Cuando el capitán oyó hablar de Jesús, envió a unos ancianos líderes de los judíos a pedirle que fuera y salvara la vida del siervo. Cuando encontraron a Jesús, le rogaron mucho:

—Este capitán merece que lo ayudes porque ama a nuestra nación y hasta nos construyó la sinagoga.

Entonces Jesús fue con ellos. Cuando ya estaban cerca de la casa, el capitán envió a algunos amigos para que le dijeran: «Señor, no te molestes, porque no merezco que entres a mi casa. Por eso no me atreví a ir a verte yo mismo. Sólo te pido que des la orden y mi siervo quedará sanado. Porque yo estoy bajo la autoridad de mis superiores, y a la vez tengo a muchos soldados bajo mi autoridad. Si le digo a un soldado: “Ve”, él va. Si le digo a otro: “Ven”, él viene. Y si le digo a mi siervo: “Haz esto”, él lo hace».

Al oír esto, Jesús se admiró mucho del capitán, se volvió a la multitud que lo seguía y dijo:

—Les aseguro que ni en Israel he visto una fe tan grande.

10 Al regresar a la casa, los que habían sido enviados encontraron que el siervo estaba sano.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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