Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
El Señor es compasivo
Al director, con instrumentos de cuerda acompañados con la seminit. Canción de David.
1 SEÑOR, no me corrijas con enojo,
no me castigues con furia.
2 Ten compasión de mí SEÑOR,
estoy enfermo.
SEÑOR, sáname que estoy débil
y me duele todo el cuerpo.
3 Estoy aterrorizado,
y tú, SEÑOR, ¿cuándo me aliviarás?
4 SEÑOR, cambia de actitud y rescátame.
Salva mi vida por tu fiel amor,
5 porque los muertos no tienen memoria de ti.
¿Quién te alabará en el mundo de los muertos[a]?
6 Toda la noche estuve gimiendo y llorando
hasta que mi cama quedó bañada en llanto.
7 Mis ojos están cansados de llorar
a causa de mis penas y de mis enemigos.
8 ¡Aléjense de mí, perversos!
Porque el SEÑOR ha escuchado mi llanto.
9 El SEÑOR escuchó mis ruegos;
el SEÑOR aceptó mi oración.
10 Todos mis enemigos serán humillados
y temblarán de miedo.
Todos ellos se alejarán;
al instante serán humillados.
Uzías, rey de Judá
(2 R 14:21-22; 15:1-7)
26 Todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, quien tenía 16 años de edad, y lo hicieron rey en lugar de su papá Amasías. 2 Después de que Amasías murió y fue sepultado con sus antepasados, Uzías reconstruyó Elat y la recuperó para Judá.
3 Uzías tenía 16 años cuando comenzó a reinar, y gobernó por 52 años en Jerusalén. El nombre de su mamá era Jecolías, de Jerusalén. 4 Uzías hizo lo que agradaba al SEÑOR, tal como hizo su papá Amasías. 5 Mientras vivió Zacarías, un hombre entendido que le enseñó a seguir y respetar a Dios, Uzías siguió a Dios. Mientras siguió al SEÑOR, Dios hizo que le fuera bien.
6 Uzías atacó a los filisteos y derribó las murallas de Gat, Jabnia y Asdod. También construyó ciudades en la región de Asdod en territorio filisteo. 7 Dios lo ayudó en su lucha contra los filisteos, contra los árabes que viven en Gur Baal y contra los meunitas. 8 Los amonitas le pagaban tributo, y Uzías se hizo tan poderoso que su fama llegó hasta la frontera de Egipto.
9 Uzías también construyó torres en Jerusalén en la puerta de la Esquina, la puerta del Valle y en el ángulo de la muralla, y las fortificó. 10 Construyó también torres en el desierto y abrió muchos pozos porque tenía mucho ganado en la llanura y en la meseta. Tenía también hombres trabajando en campos y viñedos que poseía en la región montañosa y en los valles, pues era aficionado a la agricultura.
11 Uzías tenía un ejército entrenado para la guerra, que salía a la batalla organizado en divisiones militares, de acuerdo con la lista hecha por el cronista Jeyel y el oficial Maseías, bajo el mando de Jananías, uno de los generales del rey. 12 El total de los jefes de familia era 2600. 13 Bajo su mando tenían un ejército de 307 500 soldados que ayudaban al rey en su lucha contra el enemigo. 14 Uzías equipó su ejército con escudos, lanzas, cascos, corazas, arcos y hondas. 15 También le dio al ejército máquinas de guerra inventadas por hombres inteligentes. Las instaló en las torres y en las esquinas de la muralla. Esas máquinas de guerra lanzaban flechas y grandes piedras. La fama de Uzías llegó hasta el exterior, pues Dios le ayudó tanto que llegó a ser muy poderoso.
16 Pero cuando se fortaleció, se volvió tan arrogante que hizo algo que mostró su infidelidad al SEÑOR: entró al templo del SEÑOR y quemó incienso en el altar de incienso. 17 El sacerdote Azarías entró detrás de él junto con 80 valientes sacerdotes del SEÑOR. 18 Ellos se enfrentaron al rey Uzías y le dijeron: «No es correcto que Su Majestad ofrezca incienso al SEÑOR. Esa función corresponde a los sacerdotes descendientes de Aarón. Ellos son los que están consagrados para hacerlo. Salga ahora mismo del santuario porque está cometiendo una infidelidad al Señor, y no va a recibir honra del SEÑOR Dios por hacer esto».
19 Uzías, con el incensario en la mano, listo para ofrecer incienso, se puso furioso con los sacerdotes. En ese preciso instante, delante de los sacerdotes en el templo del SEÑOR y estando junto al altar de incienso, le brotó lepra en la frente. 20 Al ver esto el sacerdote Azarías y los otros sacerdotes, lo miraron, se dieron cuenta que le había salido lepra en la frente y lo sacaron apresuradamente. Incluso él mismo quería salir rápidamente, pues el SEÑOR lo había castigado. 21 Uzías quedó leproso hasta el día de su muerte y tuvo que vivir aislado en una casa. Se le prohibió entrar al templo del SEÑOR. Su hijo Jotán se hizo cargo del palacio real y asumió el gobierno del país.
Pedro sana a un paralítico
3 Un día a las tres de la tarde, la hora de la oración, Pedro y Juan subieron al área del templo. 2 En ese lugar del templo había una puerta llamada La Hermosa. Todos los días un paralítico de nacimiento era llevado hasta allí para que les pidiera limosna a los que entraban al área del templo. 3 Cuando el paralítico vio a Pedro y a Juan a punto de entrar, les pidió limosna. 4 Pedro y Juan lo miraron a los ojos, y Pedro le dijo:
—Míranos.
5 Entonces el hombre los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos. 6 Pero Pedro le dijo:
—No tengo oro ni plata, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
7 Entonces Pedro lo tomó de la mano derecha y lo levantó. De inmediato, las piernas y los tobillos del hombre se fortalecieron. 8 El hombre saltó, se puso de pie y comenzó a caminar. Entró al área del templo con ellos, caminando, saltando y alabando a Dios. 9 Cuando todos lo vieron caminando y alabando a Dios, 10 lo reconocieron como el mismo hombre que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo llamada La Hermosa. Quedaron sorprendidos y asombrados por lo que le había pasado.
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