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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Salmos 65:8-13

Hasta los últimos rincones de la tierra los gloriosos actos de Dios asombrarán a todos. Desde donde el sol sale hasta donde se oculta, tú inspiras cantos de alegría. Tú riegas la tierra para darle fertilidad. Los ríos de Dios nunca se secan. Tú preparas la tierra para tu pueblo y les envías ricas cosechas de trigo. 10 Tú riegas los surcos con agua abundante. Las lluvias ablandan la tierra, nivelan las partes de sus tierras que no lo están. Y tú bendices los renuevos. 11 Tú coronas el año con generosas cosechas; aún las veredas se desbordan de abundancia. 12 El desierto se convierte en verdes prados y las colinas se visten de gozo. 13 Los pastos se llenan de rebaños de ovejas, y una alfombra de trigo cubre los valles. Dan voces y cantan de alegría.

Génesis 46:2-47:12

Aquella noche Dios le habló en visión:

―¡Jacob, Jacob!

―¿Qué quieres, Señor? —respondió.

―Yo soy Dios —dijo la voz—, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí te haré una nación grande. Yo iré contigo a Egipto y haré que tus descendientes vuelvan de allí. Tú morirás en Egipto, y José estará a tu lado.

Entonces Jacob salió de Berseba, y sus hijos lo llevaron a Egipto, juntamente con sus descendientes y sus esposas, en los carros que el faraón les había proporcionado. También llevaron todo el ganado y todas las pertenencias que habían acumulado en la tierra de Canaán. De ese modo Jacob y sus familiares llegaron a Egipto. Es decir que a Jacob lo acompañaron todos sus seres queridos: hijos, hijas, nietos y nietas.

8-14 Estos son los nombres de los hijos y nietos de Jacob que fueron con él a Egipto:

Rubén, su primogénito.

Los hijos de Rubén: Janoc, Falú, Jezrón y Carmí.

Simeón y sus hijos: Jemuel, Jamín, Oad, Jaquín, Zojar y Saúl (cuya madre era una cananea).

Leví y sus hijos: Guersón, Coat y Merari.

Judá y sus hijos: Er, Onán, Selá, Fares y Zera (pero Er y Onán murieron cuando todavía estaban en Canaán, antes de que Israel fuera a Egipto).

Los hijos de Fares fueron Jezrón y Jamul.

Isacar y sus hijos: Tola, Fuvá, Job y Simrón.

Zabulón y sus hijos: Séred, Elón y Yalel.

15 Estos son los descendientes de Jacob y Lea, sin contar a Dina, que nacieron en Padán Aram. En total eran treinta y tres personas.

16-17 También fueron con él:

Gad y sus hijos: Zefón, Jaguí, Esbón, Suni, Erí, Arodí y Arelí.

Aser y sus hijos: Imná, Isvá, Isví, Beriá, y Sera, hermana de ellos.

Los hijos de Beriá fueron Héber y Malquiel.

18 Estas dieciséis personas fueron los hijos de Jacob y Zilpá, la esclava que Lea recibió de su padre Labán.

19-22 Los siguientes son los descendientes de Jacob y Raquel: José y Benjamín.

Los hijos de José, que nacieron en Egipto, fueron Manasés y Efraín (la madre de ellos fue Asenat, hija de Potifera, sacerdote de Heliópolis).

Los hijos de Benjamín: Bela, Béquer, Asbel, Guerá, Naamán, Ehí, Ros, Mupín, Jupín y Ard.

En total, los descendientes de Jacob y Raquel fueron catorce personas.

23-25 Además, en el grupo estaban estos siete descendientes de Jacob y Bilhá, la esclava que Raquel recibió de su padre Labán:

Dan y su hijo Jusín; Neftalí y sus hijos: Yazel, Guní, Jéser y Silén.

26 De modo que el total de los que fueron a Egipto, de los descendientes directos, sin contar a las esposas de los hijos de Jacob, eran sesenta y seis. 27 Considerando la familia de José con sus dos hijos, que estaban en Egipto, sumaban setenta.

28 Jacob envió a Judá adelante para que le dijera a José que ya estaban en camino y que pronto llegarían a Gosén. Cuando llegaron a ese lugar, 29 José pidió que le prepararan su carro, y fue hasta allá, para ver a su padre. Cuando se encontraron se abrazaron y lloraron largo rato.

30 Entonces Israel le dijo a José:

―¡Ya me puedo morir, porque te he vuelto a ver y sé que estás vivo!

31 José entonces le dijo a sus hermanos y a sus familias:

―Voy a decirle al faraón que ustedes están aquí, que han venido de la tierra de Canaán a quedarse conmigo. 32 Además le diré: “Estos hombres son pastores. Trajeron consigo sus ovejas y vacas, y todo lo que tenían”. 33 Entonces, cuando el faraón los llame y les pregunte por su ocupación, 34 díganle: “Hemos sido pastores de ovejas desde nuestra niñez, y nuestros padres lo han sido durante generaciones”. Cuando le digan esto, los dejará vivir en la tierra de Gosén, porque para los egipcios es cosa detestable vivir junto a pastores de ovejas.

José le informa al faraón

47 Luego, José fue a ver al faraón, y le dijo:

―Han llegado mi padre y mis hermanos desde Canaán con todas sus posesiones, ovejas y vacas. En este momento se encuentran en la región de Gosén.

José había llevado consigo a cinco de sus hermanos y se los presentó al faraón. Este entonces les preguntó:

―¿A qué se dedican?

Y ellos contestaron:

―Somos pastores, como nuestros antepasados. Hemos venido a vivir en Egipto porque no hay pasto para nuestro ganado en Canaán. El hambre es mucha allá. Queremos pedirle permiso para vivir en la tierra de Gosén.

5-6 El faraón le dijo a José:

―Escoge el lugar que tú quieras para que vivan ellos. Dales la mejor tierra de Egipto. La tierra de Gosén es buena. Y si alguno de ellos quiere, ponlo a cargo de mis rebaños también.

Entonces José llevó a su padre Jacob ante el faraón. Y Jacob bendijo al faraón.

―¿Qué edad tienes? —le preguntó el faraón.

Jacob le respondió:

―He vivido ciento treinta años que han sido largos y difíciles, pero no se pueden comparar con la edad de mis antepasados.

10 Entonces Jacob bendijo nuevamente al faraón y salió.

11 José, pues, les dio la tierra de Ramsés, de acuerdo con lo que el faraón le había ordenado. 12 José les proporcionó alimentos, según el número de los miembros de la familia.

Marcos 4:30-34

Parábola del grano de mostaza

30 Un día les dijo:

«¿Cómo les describiré el reino de Dios? ¿Con qué podemos compararlo? 31 Es como un grano de mostaza que se siembra en la tierra. Aunque es la más pequeña de las semillas que hay en el mundo, 32 cuando se siembra se convierte en la planta más grande del huerto, y en sus enormes ramas las aves del cielo hacen sus nidos».

33 Jesús usaba parábolas como estas para enseñar a la gente, conforme a lo que podían entender. 34 Sin parábolas no les hablaba. En cambio, cuando estaba a solas con sus discípulos les explicaba todo.

Nueva Biblia Viva (NBV)

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