Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo de David.
23 El Señor es mi pastor, nada me falta.
2 En verdes pastos me hace descansar, y me guía junto a arroyos tranquilos. 3 Me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia, por amor a su nombre.
4 Aun cuando atraviese el negro valle de la muerte, no tendré miedo, pues tú irás siempre muy junto a mí. Tu vara de pastor y tu cayado me protegen y me dan seguridad.
5 Preparas un banquete para mí, en presencia de mis enemigos. Me recibes como invitado tuyo, ungiendo con perfume mi cabeza. ¡Mi copa rebosa de bendiciones!
6 Tu bondad e inagotable generosidad me acompañarán toda la vida, y después viviré en tu casa para siempre.
Pastores y ovejas
34 Entonces me vino este mensaje del Señor:
2 «Hombre mortal, profetiza contra los pastores, los jefes de Israel, y diles: Dios el Señor les dice: “¡Ay de los pastores que se alimentan a sí mismos en vez de alimentar a sus rebaños! ¿No debieran los pastores alimentar a sus ovejas? 3 Los pastores de Israel comen la mejor comida y llevan la ropa más fina, pero dejan que sus rebaños pasen hambre y frío. 4 No han cuidado de los débiles ni atendido a los enfermos ni vendaron los huesos rotos de los heridos ni fueron a buscar las ovejas que se han descarriado y están perdidas. En vez de eso las han dominado con fuerza y violenta crueldad. 5 Y así es como ellas fueron esparcidas, sin pastor. Han quedado a la intemperie y sin protección y por ello han sido presa fácil de las fieras del campo. 6 ¡Mis ovejas andaban errantes por los montes y desfiladeros y valles de la tierra, y no había ningún pastor que procurase buscarlas o cuidarlas!
7 »”Por tanto, oh pastores de Israel, oigan este mensaje del Señor:
8 ¡Se los aseguro!, dice el Señor Dios, ¡que por cuanto ustedes han abandonado mi rebaño, dejándolo desprotegido y a la intemperie, y no fueron verdaderos pastores, pues no tuvieron cuidado de mis ovejas, sino que se alimentaron ustedes y las dejaron a ellas pasar hambre, 9-10 por ello yo estoy enojado contra ustedes los malos pastores y los hago responsables de lo malo que ha pasado a mi rebaño! ¡Yo les quitaré su derecho a pastorear el rebaño, y les quitaré su derecho a comer de él! ¡Yo salvaré a mi rebaño de que sea empleado para su comida!
11 »”Pues el Señor Dios dice: ¡Yo personalmente buscaré y encontraré a mis ovejas! ¡A cada una le daré mi atención! 12 Yo seré como un pastor en medio de su rebaño. Yo encontraré a mis ovejas y las rescataré y reuniré de todos los lugares donde fueron esparcidas en aquel día oscuro y nublado. 13 Yo traeré mis ovejas, los israelitas, de vuelta de entre los pueblos y naciones donde estaban de regreso a su hogar en su propia tierra de Israel, y las alimentaré sobre las montañas de Israel y al lado de los ríos donde la tierra es fértil y buena. 14 Sí, les daré buenos pastos sobre los altos montes de Israel. Allí se recostarán en paz y apacentarán en ricos pastos en seguridad. 15 Yo mismo seré el pastor de mis ovejas, y las haré recostarse a descansar, dice el Señor Dios. 16 Buscaré a las perdidas, las que se han descarriado, y las traeré de vuelta al redil con seguridad. Yo entablillaré y vendaré a las perniquebradas y sanaré a las enfermas. No dedicaré mi atención sólo a las robustas y bien engordadas.
Parábola de la oveja perdida
15 Muchos de los que cobraban impuestos y de los pecadores se acercaban a Jesús para oírlo. 2 Por eso, los fariseos y los maestros de la ley comenzaron a murmurar: Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos. 3 Entonces él les contó esta parábola: 4 «Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y una de ellas se le pierde. ¿No deja las otras noventa y nueve en el campo y se va a buscar la oveja perdida hasta encontrarla? 5 Y cuando la encuentra, lleno de alegría la pone sobre sus hombros 6 y vuelve a la casa. Después, reúne a sus amigos y a sus vecinos y les dice: “Alégrense conmigo porque ya encontré la oveja que había perdido”. 7 Les digo que lo mismo pasa en el cielo: hay más alegría por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
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