Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Masquilde Asaf.
78 Pueblo mío, atiende a mi enseñanza;
presta oído a las palabras de mi boca.
2 Hablaré por medio de parábolas
y revelaré misterios de antaño,
3 cosas que hemos oído y conocido
y que nuestros antepasados nos han contado.
4 No las esconderemos de sus descendientes;
hablaremos a la generación venidera
del poder del Señor, de sus proezas
y de las maravillas que ha hecho.
12 los milagros que hizo a la vista de sus antepasados
en la tierra de Egipto, en la región de Zoán.
13 Abrió el mar para que pudieran pasar;
mantuvo erguidas las aguas como un muro.
14 De día los guio con una nube
y toda la noche con luz de fuego.
15 En el desierto partió las rocas
y les dio a beber torrentes de aguas;
16 hizo que brotaran arroyos de la peña
y que las aguas fluyeran como ríos.
17 Así dice el Señor,
tu Redentor, el Santo de Israel:
«Yo soy el Señor tu Dios,
que te enseña lo que te conviene,
que te guía por el camino en que debes andar.
18 Si hubieras prestado atención a mis mandamientos,
tu paz habría sido como un río;
tu justicia, como las olas del mar.
19 Como la arena serían tus descendientes;
como los granos de arena, tus hijos;
su nombre nunca habría sido eliminado
ni borrado de mi presencia».
20 ¡Salgan de Babilonia!
¡Huyan de los babilonios![a]
Anuncien esto con gritos de alegría
y háganlo saber.
Publíquenlo hasta en los confines de la tierra;
digan: «El Señor ha redimido a su siervo Jacob».
21 Cuando los guio a través de los desiertos,
no tuvieron sed;
hizo que de la roca brotara agua para ellos;
partió la roca, y manaron las aguas.
11 Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano o lo juzga, habla mal de la Ley y la juzga. Y si juzgas la Ley, ya no eres cumplidor de la Ley, sino su juez. 12 No hay más que un solo Legislador y Juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?
Alarde sobre el mañana
13 Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero». 14 ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla que aparece por un momento y luego se desvanece. 15 Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». 16 Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala.
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