Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
10 Escucha, hija, presta atención e inclina tu oído;
olvídate de tu pueblo y de la casa de tu padre(A).
11 Entonces el rey deseará tu hermosura;
inclínate ante él(B), porque él es tu señor(C).
12 Y la hija de Tiro vendrá con presentes[a](D);
los ricos del pueblo suplicarán tu favor(E).
Jacob suplanta a Esaú
27 Y aconteció que siendo ya viejo Isaac, y sus ojos demasiado débiles para ver(A), llamó a Esaú(B), su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él le respondió: Heme aquí. 2 Y dijo Isaac: Mira, yo soy viejo y no sé el día de mi muerte(C). 3 Ahora pues, te ruego, toma tu equipo, tu aljaba y tu arco, sal al campo y tráeme caza(D); 4 y prepárame un buen guisado[a] como a mí me gusta, y tráemelo para que yo coma, y que mi alma te bendiga antes que yo muera(E).
5 Rebeca estaba escuchando cuando Isaac hablaba a su hijo Esaú. Y cuando Esaú fue al campo a cazar una pieza para traer a casa[b], 6 Rebeca habló a su hijo Jacob, diciendo(F): He aquí, oí a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú, diciéndole: 7 «Tráeme caza y prepárame un buen guisado para que coma y te bendiga en presencia del Señor antes de mi muerte». 8 Ahora pues, hijo mío, obedéceme en[c] lo que te mando(G). 9 Ve ahora al rebaño y tráeme[d] de allí dos de los mejores cabritos de las cabras, y yo prepararé con ellos un buen guisado para tu padre como a él le gusta. 10 Entonces se lo llevarás a tu padre, que comerá, para que te bendiga antes de su muerte. 11 Y Jacob dijo a su madre Rebeca: He aquí, Esaú mi hermano es hombre velludo(H) y yo soy lampiño. 12 Quizá mi padre me palpe, y entonces seré para él un engañador[e](I) y traeré sobre mí una maldición y no una bendición. 13 Pero su madre le respondió: Caiga sobre mí tu maldición, hijo mío; solamente obedéceme[f](J), y ve y tráemelos. 14 Y él fue, los tomó y los trajo a su madre; y su madre hizo un buen guisado, como a su padre le gustaba. 15 Entonces Rebeca tomó las mejores[g] vestiduras(K) de Esaú, su hijo mayor, que tenía ella en la casa, y vistió a Jacob, su hijo menor; 16 le puso las pieles de los cabritos[h] sobre las manos y sobre la parte lampiña del cuello, 17 y puso el guisado y el pan que había hecho en manos de su hijo Jacob.
7 ¿Qué diremos(A) entonces? ¿Es pecado la ley? ¡De ningún modo(B)! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la ley(C); porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia[a], si la ley no hubiera dicho: No codiciaras(D). 8 Pero el pecado, aprovechándose del[b] mandamiento(E), produjo en mí toda clase de codicia[c]; porque aparte de la ley el pecado está muerto(F). 9 Y en un tiempo yo vivía sin la ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí; 10 y este mandamiento, que era para vida(G), a mí me resultó para muerte; 11 porque el pecado, aprovechándose del[d] mandamiento(H), me engañó(I), y por medio de él me mató. 12 Así que la ley es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno(J). 13 ¿Entonces lo que es bueno vino a ser causa de muerte para mí? ¡De ningún modo(K)! Al contrario, fue el pecado, a fin de mostrarse que es pecado al producir mi muerte por medio de lo que es bueno, para que por medio del mandamiento el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso. 14 Porque sabemos que la ley es espiritual(L), pero yo soy carnal[e](M), vendido a la esclavitud del pecado[f](N). 15 Porque lo que hago, no lo entiendo(O); porque no practico lo que quiero hacer, sino que lo que aborrezco, eso hago(P). 16 Y si lo que no quiero hacer, eso hago, estoy de acuerdo con la ley, reconociendo que es buena(Q). 17 Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí(R). 18 Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne(S), no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no. 19 Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico(T). 20 Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí(U).
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