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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Salmos 130

Esperanza en la salvación del Señor

Cántico gradual.

130 A ti clamo, Señor,
desde el fondo de mi angustia.
¡Escucha, Señor, mi voz!
¡Que no se cierren tus oídos
al clamor de mi súplica!

Señor, si te fijaras en nuestros pecados,
¿quién podría sostenerse en tu presencia?
Pero en ti hallamos perdón,
para que seas reverenciado.

Señor, toda mi vida he esperado en ti,
y he confiado en tus promesas.
Yo te espero, Señor, con toda el alma,
como esperan los centinelas la mañana,
como esperan los vigilantes el nuevo día.

Israel, confía en el Señor,
porque el Señor es misericordioso;
¡en él hay abundante redención!
El Señor salvará a Israel
de todos sus pecados.(A)

Ezequiel 1:1-3

La visión de la gloria divina

El día cinco del mes cuarto del año treinta, yo, Ezequiel, me encontraba junto al río Quebar, entre los cautivos. De pronto, los cielos se abrieron(A) y tuve visiones de parte de Dios. Habían pasado ya cinco años y cinco meses desde que el rey Joaquín(B) había sido llevado cautivo. Yo, Ezequiel hijo de Buzi, era sacerdote, y ese día estaba en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar, y la palabra del Señor vino a mí, y sobre mí se posó su mano.

Ezequiel 2:8-3:3

Y tú, hijo de hombre, escucha bien lo que te digo, y no seas rebelde como esa gente. Abre la boca, y come lo que voy a darte a comer.»

Yo miré, y vi que una mano se extendía hacia mí, y que en ella había un pergamino. 10 La mano lo extendió delante de mí, y vi que el pergamino tenía endechas, lamentaciones y ayes escritos por los dos lados.(A)

Y me dijo:

«Hijo de hombre, come lo que has hallado. Cómete este pergamino, y ve luego y habla con el pueblo de Israel.»

Yo abrí la boca, y me hizo comer el pergamino, y me dijo:

«Hijo de hombre, aliméntate, llena tus entrañas con este pergamino que te doy.»

Yo lo comí, y su sabor en mi boca fue dulce como la miel.(B)

Apocalipsis 10

El ángel con el librito

10 Entonces vi descender del cielo a otro ángel poderoso. Venía envuelto en una nube y con el arco iris sobre su cabeza. Su rostro era semejante al sol, y sus piernas parecían dos columnas de fuego. En su mano tenía un librito abierto, y se quedó con el pie derecho sobre el mar y con el izquierdo sobre la tierra; en ese momento lanzó un grito tan fuerte como el rugido de un león, y se oyó la estruendosa voz de siete truenos. Después de que hablaron los siete truenos, me dispuse a escribir, pero desde el cielo oí una voz que me decía: «No reveles lo que han dicho los siete truenos. No lo escribas.» Entonces el ángel que vi que estaba sobre el mar y sobre la tierra levantó su mano derecha al cielo y jurando por el que vive por los siglos de los siglos, por el mismo que creó el cielo, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, dijo: «¡Se acabó el tiempo! Cuando llegue el momento de que el séptimo ángel comience a tocar la trompeta, se cumplirá el misterio de Dios, que él ya había anunciado a sus siervos los profetas.»(A)

La voz que oí del cielo volvió a hablarme, y me dijo: «Ve y toma el librito abierto que tiene en la mano el ángel que está de pie sobre el mar y la tierra.» Yo me dirigí al ángel y le pedí que me diera el librito. Y él me dijo: «Aquí lo tienes. Cómetelo. Te amargará el estómago, pero en tus labios será dulce como la miel.» 10 Yo tomé el librito de la mano del ángel, y me lo comí. En mis labios era dulce como la miel, pero una vez que lo comí, me amargó el estómago.(B) 11 Y se me dijo: «Debes profetizar otra vez acerca de muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.»

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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