Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
La creación
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 La tierra estaba desordenada y no tenía forma. La oscuridad cubría el profundo abismo, mientras que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas.
3 Entonces Dios dijo: «¡Que aparezca la luz!». Y apareció la luz. 4 Dios vio que la luz era hermosa, y la separó de la oscuridad. 5 A la luz Dios la llamó «día», y a la oscuridad la llamó «noche». Pasó la tarde y pasó la mañana, y se completó, así, el primer día.
Salmo de David.
29 Alaben al Señor, seres celestiales, alábenlo por su gloria y su fortaleza. 2 Alábenlo por su majestuosa gloria; la gloria de su nombre. Preséntense ante él en su majestuoso santuario.
3 La voz del Señor resuena sobre el mar. El Dios de gloria retumba sobre el impetuoso mar. 4 Potente y majestuosa es la voz del Señor. 5 La voz del Señor desgaja los cedros, despedaza los potentes cedros del Líbano. 6 Sacude las montañas del Líbano y hace que parezcan becerros saltando; y al monte Hermón que parezca toro salvaje saltando. Estos saltan y corretean ante él como ternerillos. 7 La voz del Señor lanza ráfagas de fuego; 8 la voz del Señor sacude al desierto y el Señor sacude al desierto de Cades. 9 La voz del Señor retuerce los fuertes robles y los desgaja; desnuda los bosques. Pero en su templo todos pregonan: «Gloria, gloria al Señor».
10 El Señor gobierna sobre las lluvias. El Señor reina por siempre. 11 Él dará fuerza a su pueblo. Derramará paz como bendición sobre ellos.
Pablo en Éfeso
19 Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo viajaba por las regiones superiores y llegó a Éfeso. Allí encontró a varios discípulos.
2 ―¿Recibieron ustedes el Espíritu Santo cuando creyeron? —les preguntó.
―No —le respondieron—. Ni siquiera sabíamos que existía el Espíritu Santo.
3 ―¿Y cómo fue que les bautizaron? —les preguntó.
―De acuerdo con el bautismo de Juan —le respondieron.
4 Entonces Pablo les explicó que el bautismo de Juan era para el arrepentimiento, y que Juan había enseñado que era necesario creer en aquel que venía después de él, es a saber, Jesús el Mesías.
5 Al oír esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús. 6 Y cuando Pablo les puso las manos sobre la cabeza, el Espíritu Santo vino sobre ellos y hablaron en lenguas y profetizaron. 7 Eran en total unos doce hombres.
4 Así fue como se presentó Juan en el desierto, predicando que debían arrepentirse y bautizarse para obtener el perdón de los pecados.
5 Desde Jerusalén y de toda la provincia de Judea acudía la gente a Juan. Cuando alguien confesaba sus pecados, Juan lo bautizaba en el río Jordán.
6 Juan usaba un vestido de pelo de camello ceñido con un cinto de cuero y se alimentaba con langostas del desierto y miel silvestre. 7 Predicaba de esta manera:
«Pronto vendrá alguien más poderoso que yo, y ni siquiera soy digno de agacharme ante él para desatar la correa de sus sandalias. 8 Yo los bautizo con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo».
Bautismo y tentación de Jesús
9 En esos días Jesús llegó de Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el río Jordán. 10 En el instante en que Jesús salía del agua, vio los cielos abiertos y al Espíritu Santo que descendía sobre él en forma de paloma. 11 Se escuchó entonces una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco».
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