Revised Common Lectionary (Complementary)
Confianza en la protección de Dios
Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.
61 Oye, oh Dios, mi clamor;
A mi oración atiende.
2 Desde el confín de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmaye.
Llévame a la roca inaccesible para mí;
3 Porque tú eres mi refugio,
Y torre fuerte delante del enemigo.
4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;
Estaré seguro bajo el amparo de tus alas.
Selah
5 Porque tú, oh Dios, has oído mis votos;
Me has dado la herencia que otorgas a los que temen tu nombre.
6 Añade días a los días del rey,
Que sus años alcancen varias generaciones.
7 Que reine para siempre delante de Dios;
Que la misericordia y la verdad lo guarden.
8 Así cantaré tu nombre para siempre,
Cumpliendo mis votos cada día.
Reinado de Azarías
15 En el año veintisiete de Jeroboam rey de Israel, comenzó a reinar Azarías hijo de Amasías, rey de Judá.
2 Cuando comenzó a reinar era de dieciséis años, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue Jecolía, de Jerusalén.
3 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que su padre Amasías había hecho.
4 Con todo eso, los lugares altos no se quitaron, porque el pueblo sacrificaba aún y quemaba incienso en los lugares altos.
5 Mas Jehová hirió al rey con lepra, y estuvo leproso hasta el día de su muerte, y habitó en casa separada, y Jotam hijo del rey tenía el cargo del palacio, gobernando al pueblo.
6 Los demás hechos de Azarías, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?
7 Y durmió Azarías con sus padres, y lo sepultaron con ellos en la ciudad de David, y reinó en su lugar Jotam su hijo.
Misión de los doce
5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: No vayáis por camino de gentiles, ni entréis en ciudad de samaritanos,
6 sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
7 Y al ir, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de regalo recibisteis, dad de regalo.
9 No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos;
10 ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bastón; porque el obrero es digno de su sustento.
11 Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién es digno en ella, y quedaos allí hasta que os marchéis.
12 Y al entrar en la casa, saludadla.
13 Y si la casa es digna, vuestra paz vendrá sobre ella; pero si no es digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
14 Y si alguno no os recibe, ni oye vuestras palabras, al salir de aquella casa o ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.
15 De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.