Revised Common Lectionary (Complementary)
Alabanza por las bendiciones de Dios
Salmo de David.
103 ¡Bendice, alma mía, al Señor!
¡Bendiga todo mi ser su santo nombre!
2 ¡Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides ninguna de sus bendiciones!
3 El Señor perdona todas tus maldades,
y sana todas tus dolencias.
4 El Señor te rescata de la muerte,
y te colma de favores y de su misericordia.
5 El Señor te sacia con los mejores alimentos
para que renueves tus fuerzas, como el águila.
6 El Señor imparte justicia y defiende
a todos los que sufren por la violencia.
7 Dio a conocer sus caminos a Moisés;
los hijos de Israel vieron sus obras.
8 El Señor es misericordioso y clemente;(A)
es lento para la ira, y grande en misericordia.
15 »En esos días descubrí en Judá que, en el día de reposo, había algunos que exprimían uvas en los lagares, acarreaban leña, y cargaban sus asnos con vino, uvas, higos y todo tipo de mercancía, para llevarlas a Jerusalén. Entonces les llamé la atención, porque en el día de reposo no está permitida la venta de provisiones.(A)
16 »En Jerusalén descubrí también a un grupo de tirios que en el día de reposo vendían pescado y otras mercancías a los de Judá. 17 Entonces llamé a los jefes de Judá, y les dije: “¿Por qué permiten esta maldad de profanar el día de reposo? 18 Esto mismo hicieron sus antepasados, y por eso nuestro Dios trajo esta calamidad sobre nosotros y sobre nuestra ciudad. ¿Y todavía ustedes añaden ira sobre Israel al profanar el día de reposo?”
19 »Antes del día de reposo, cuando ya empezaba a oscurecer y las puertas de Jerusalén todavía estaban abiertas, ordené cerrarlas y no volver a abrirlas hasta que el día de reposo hubiera pasado. Y para impedir la entrada de cualquier tipo de carga, puse como guardias a algunos de mis siervos. 20 Fue así como en repetidas ocasiones los mercaderes se quedaron fuera de Jerusalén. 21 Entonces los llamé y les advertí: “¿Por qué se quedan fuera de la muralla? Si vuelven a hacerlo, los voy a encarcelar.” Y desde entonces dejaron de venir en día de reposo.
22 »A los levitas les ordené que se purificaran y fueran a custodiar las puertas, para mantener sagrado el día de reposo.
»Dios mío, ¡acuérdate de mí también por esto, y por tu gran misericordia, perdóname!
Los discípulos espigan en el día de reposo(A)
6 En cierto día de reposo, al pasar Jesús por los sembrados, sus discípulos iban arrancando espigas y desgranándolas con las manos, para comerse el grano.(B) 2 Algunos de los fariseos les dijeron: «¿Por qué hacen lo que no está permitido hacer en los días de reposo?» 3 Jesús les respondió: «¿Ni siquiera han leído lo que hizo David, cuando él y sus acompañantes tuvieron hambre? 4 Pues entró en la casa de Dios y tomó los panes de la proposición, que sólo a los sacerdotes les es permitido comer. Y comió David, y los compartió con sus acompañantes.»(C) 5 Y añadió: «El Hijo del Hombre es también Señor del día de reposo.»
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