Revised Common Lectionary (Complementary)
Cántico de los peregrinos. De Salomón.
127 Si el Señor no edifica la casa,
en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano hacen guardia los vigilantes.
2 En vano madrugan ustedes
y se acuestan muy tarde
para comer un pan de fatigas,
porque Dios lo da a sus amados mientras duermen.
3 Los hijos son una herencia del Señor,
el fruto del vientre es una recompensa.
4 Como flechas en las manos del guerrero
son los hijos de la juventud.
5 Dichoso aquel que llena su aljaba
con esta clase de flechas.[a]
No será avergonzado por sus enemigos
cuando litiguen contra él en los tribunales.
2 Me dije entonces: «Vamos, pues, haré la prueba con los placeres y me daré la gran vida». ¡Pero aun esto resultó ser vanidad! 2 A la risa la considero una locura; en cuanto a los placeres, ¿para qué sirven?
3 Quise luego hacer la prueba de entregarme al vino —si bien mi mente estaba bajo el control de la sabiduría—, y de aferrarme a la necedad, hasta ver qué de bueno le encuentra el hombre a lo que hace bajo el cielo durante los contados días de su vida.
4 Realicé grandes obras: me construí casas, me planté viñedos, 5 cultivé mis propios huertos y jardines en donde planté toda clase de árboles frutales. 6 También me construí aljibes para irrigar los muchos árboles que allí crecían. 7 Compré esclavos y esclavas; tuve criados, vacas y ovejas, tuve mucho más que todos los que me precedieron en Jerusalén. 8 Amontoné plata, oro y tesoros que fueron de reyes y provincias. Tuve cantores y cantoras; disfruté de los deleites de los hombres: ¡formé mi propio harén![a]
9 Me engrandecí en gran manera, más que todos los que me precedieron en Jerusalén; además, la sabiduría permanecía conmigo.
10 No negué a mis ojos ningún deseo
ni privé a mi corazón de placer alguno.
Mi corazón disfrutó de todos mis trabajos.
¡Solo eso saqué de tanto afanarme!
11 Luego observé todas mis obras
y el trabajo que me había costado realizarlas.
Vi que todo era vanidad, un correr tras el viento,
y que no había provecho bajo el sol.
Todos paran en lo mismo
12 Consideré entonces la sabiduría,
la necedad y la insensatez.
¿Qué más puede hacer el sucesor del rey,
aparte de lo ya hecho?
13 Observé que es mejor la sabiduría que la insensatez,
así como la luz es mejor que las tinieblas.
14 El sabio tiene los ojos bien puestos,
pero el necio anda a oscuras.
Pero me di cuenta de que
un mismo final espera a todos.
15 Me dije entonces:
«Si al fin voy a acabar igual que el necio,
¿de qué me sirve ser tan sabio?».
Y me dije:
«También esto es vanidad».
16 Nadie se acuerda jamás del sabio ni del necio;
con el paso del tiempo todo cae en el olvido;
lo mismo mueren los sabios que los necios.
17 Aborrecí entonces la vida, pues todo cuanto se hace bajo el sol me resultaba repugnante. Realmente, todo es vanidad; ¡es correr tras el viento!
Normas para la familia cristiana
18 Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor.
19 Esposos, amen a sus esposas y no sean duros con ellas.
20 Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor.
21 Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen.
22 Esclavos, obedezcan en todo a sus amos terrenales, no solo cuando ellos los estén mirando, como si ustedes quisieran ganarse el favor humano, sino con corazón sincero y por respeto al Señor. 23 Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, 24 conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor. 25 El que hace el mal pagará por su propia maldad, porque en esto no hay favoritismos.
4 Amos, proporcionen a sus esclavos lo que es justo y equitativo, conscientes de que ustedes también tienen un Amo en el cielo.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Used by permission. All rights reserved worldwide.