Revised Common Lectionary (Complementary)
Salmo de David.
1 Dad al SEÑOR, oh hijos de fuertes, dad al SEÑOR la gloria y la fortaleza.
2 Dad al SEÑOR la gloria de su nombre; humillaos al SEÑOR en la gloria de la santidad.
3 Voz del SEÑOR sobre las aguas; el Dios de gloria hizo tronar; el SEÑOR sobre las muchas aguas.
4 Voz del SEÑOR con potencia; voz del SEÑOR con gloria.
5 Voz del SEÑOR que quebranta los cedros; y quebrantó el SEÑOR los cedros del Líbano.
6 Y los hizo saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como hijos de unicornios.
7 Voz del SEÑOR que corta llamas de fuego.
8 Voz del SEÑOR que hará temblar el desierto; hará temblar el SEÑOR el desierto de Cades.
9 Voz del SEÑOR que hará estar de parto a las ciervas, y desnudará los bosques; y en su templo todos los suyos le dicen gloria.
10 El SEÑOR preside en el diluvio, y se asentó el SEÑOR por rey para siempre.
11 El SEÑOR dará fortaleza a su pueblo; el SEÑOR bendecirá a su pueblo en paz.
16 ¶ Y Moisés hizo conforme a todo lo que el SEÑOR le mandó; así lo hizo.
17 Así en el mes primero, en el segundo año al primero del mes, el tabernáculo fue levantado.
18 Y Moisés hizo levantar el tabernáculo, y asentó sus basas, y colocó sus tablas, y puso sus barras, e hizo alzar sus columnas.
19 Y levantó la tienda sobre el tabernáculo, y puso el cobertor sobre el tabernáculo encima; como el SEÑOR había mandado a Moisés.
20 Y tomó y puso el testimonio en el arca, y colocó las varas sobre el arca, y el asiento de la reconciliación sobre el arca encima;
21 y metió el arca en el tabernáculo, y puso el velo de la cortina, y cubrió el arca del testimonio; como el SEÑOR había mandado a Moisés.
22 Y puso la mesa en el tabernáculo del testimonio, al lado del aquilón del tabernáculo, fuera del velo.
23 Y sobre ella puso por orden los panes delante del SEÑOR, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
24 Y puso el candelero en el tabernáculo del testimonio, enfrente de la mesa, al lado del mediodía del tabernáculo.
25 Y encendió las lámparas delante del SEÑOR; como el SEÑOR había mandado a Moisés.
26 Puso también el altar de oro en el tabernáculo del testimonio, delante del velo.
27 Y encendió sobre él el incienso aromático; como el SEÑOR había mandado a Moisés.
28 Puso asimismo la cortina de la puerta del tabernáculo.
29 Y colocó el altar del holocausto a la puerta del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio; y ofreció sobre él holocausto y presente; como el SEÑOR había mandado a Moisés.
30 Y puso la fuente entre el tabernáculo del testimonio y el altar; y colocó en ella agua para lavarse.
31 Y Moisés y Aarón y sus hijos se lavaban en ella sus manos y sus pies.
32 Cuando entraban en el tabernáculo del testimonio, y cuando se acercaban al altar, se lavaban; como el SEÑOR había mandado a Moisés.
33 Finalmente levantó el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina de la puerta del atrio. Y así acabó Moisés la obra.
34 ¶ Entonces una nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria del SEÑOR llenó el tabernáculo.
35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo del testimonio, porque la nube estaba sobre él, y la gloria del SEÑOR lo tenía lleno.
36 Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas;
37 pero si la nube no se alzaba, no partían hasta el día en que ella se alzaba.
38 Porque la nube del SEÑOR estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche en él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.
35 ¶ Cuando fue de día, los magistrados enviaron los alguaciles, diciendo: Deja ir a aquellos hombres.
36 Y el carcelero hizo saber estas palabras a Pablo: Los magistrados han enviado a decir que seas suelto; así que ahora salid, e id en paz.
37 Entonces Pablo les dijo: Azotados públicamente sin ser condenados, siendo hombres romanos, nos echaron en la cárcel; y ¿ahora nos echan encubiertamente? No, de cierto, sino vengan ellos y sáquennos.
38 Y los alguaciles volvieron a decir a los magistrados estas palabras; y tuvieron miedo, oído que eran romanos.
39 Y viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que se salieran de la ciudad.
40 Entonces salidos de la cárcel, entraron en casa de Lidia; y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se salieron.
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