Revised Common Lectionary (Complementary)
Primera confesión de Jeremías
18 El Señor me lo explicó y lo supe.
Señor, me hiciste ver lo que tramaban.
19 Yo era un cordero llevado al matadero;
no sabía que andaban maquinando mi muerte:
“Destruyamos el árbol en pleno verdor,
vamos a arrancarlo del mundo de los vivos,
que su nombre no vuelva a ser mencionado”.
20 Señor del universo, juez justo,
que sondeas lo que sentimos y pensamos,
quiero ver cómo te vengas de ellos,
pues a ti he encomendado mi causa.
Salmo 54 (53)
Es Dios quien me ayuda
54 Al maestro del coro. Con instrumentos de cuerda. Poema para David. 2 Cuando vinieron los de Zif y dijeron a Saúl: “¿No está escondido David entre nosotros?”.
3 ¡Oh Dios, por el honor de tu nombre sálvame,
con tu poder defiende mi causa!
4 ¡Escucha, oh Dios, mi oración,
estate atento a mis palabras!
5 Se alzan contra mí extranjeros,
gente cruel desea mi muerte
sin tener presente a Dios. [ Pausa]
6 Pero es Dios quien me ayuda,
mi Señor está con los que me protegen.
7 Que el mal se vuelva contra mis rivales
y tú, por tu fidelidad, hazlos perecer.
8 Te ofreceré sacrificios voluntarios,
alabaré tu nombre, Señor, porque es bueno.
9 Él me ha librado de todas mis angustias
y he visto a mis enemigos derrotados.
Verdadera y falsa sabiduría
13 Si entre vosotros alguien se precia de sabio o inteligente, demuestre con su buena conducta su amabilidad y su sabiduría. 14 Pero si tenéis el corazón lleno de envidia y de ambición, ¿para qué presumir de sabiduría y andar falseando la verdad? 15 Semejante sabiduría no viene de lo alto, sino que es terrena, carnal, diabólica. 16 Y es que donde hay envidia y ambición, allí reina el desenfreno y la maldad sin límites. 17 En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es ante todo pura, pero también pacífica, indulgente, conciliadora, compasiva, fecunda, imparcial y sincera. 18 Resumiendo: los artífices de la paz siembran en paz, para obtener el fruto de una vida recta.
Amistad con el mundo, amistad con Dios
4 ¿De dónde surgen los conflictos y las luchas que hay entre vosotros? Sin duda, de las pasiones que lleváis siempre en pie de guerra en vuestro interior. 2 Si ambicionáis y no tenéis, asesináis; si ardéis en deseos y no podéis satisfacerlos, os enzarzáis en luchas y contiendas. No tenéis porque no pedís. 3 Y, si pedís, no recibís nada porque pedís con la torcida intención de malgastarlo en vuestros caprichos.
7 Someteos, pues, a Dios y resistid al diablo, que no tendrá más remedio que huir. 8 Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. ¡Limpiad vuestras manos, pecadores! ¡Purificad vuestros corazones, los que os portáis con doblez!
Jesús anuncia por segunda vez su muerte y su resurrección (Mt 17,22-23; Lc 9,43b-45)
30 Se fueron de allí y pasaron por Galilea. Jesús no quería que nadie lo supiera, 31 porque estaba dedicado a instruir a sus discípulos. Les explicaba que el Hijo del hombre iba a ser entregado a hombres que lo matarían, y que al tercer día resucitaría. 32 Pero ellos no entendían nada de esto. Y tampoco se atrevían a preguntarle.
El más importante en el Reino (Mt 18,1-5; Lc 9,46-48)
33 Llegaron a Cafarnaún y, una vez en casa, Jesús les preguntó:
— ¿Qué discutíais por el camino?
34 Ellos callaban, porque por el camino habían venido discutiendo acerca de quién de ellos sería el más importante. 35 Jesús entonces se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
— Si alguno quiere ser el primero, colóquese en último lugar y hágase servidor de todos.
36 Luego puso un niño en medio de ellos y, tomándolo en brazos, les dijo:
37 — El que recibe en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no sólo me recibe a mí, sino al que me ha enviado.
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España