Revised Common Lectionary (Complementary)
Clamor de un perseguido
54 Al músico principal. Con Neguinot[a]. Masquil[b] de David, cuando fueron los de Zif y dijeron a Saúl: “¿Acaso no está David
escondido entre nosotros?”.
Oh Dios, sálvame por tu nombre
y defiéndeme con tu poder.
2 Oh Dios, escucha mi oración; atiende a las palabras de mi boca.
3 Porque los extraños se han levantado contra mí,
y los violentos buscan mi vida.
No toman en cuenta a Dios. Selah[c]
4 He aquí, Dios es quien me ayuda;
el Señor está con los que sostienen
mi vida.
5 Él hará volver el mal contra mis enemigos.
¡Destrúyelos por tu verdad!
6 Voluntariamente te ofreceré
sacrificios.
Daré gracias a tu nombre, oh SEÑOR, porque es bueno;
7 porque me has librado de toda angustia.
Mis ojos han visto la derrota
de mis enemigos.
24 Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana y golpeó a Micaías en la mejilla, diciéndole:
—¿Por qué camino[a] se apartó de mí el Espíritu del SEÑOR, para hablarte a ti?
25 Y Micaías respondió:
—¡He aquí, tú lo verás aquel día, cuando te metas de cuarto en cuarto para esconderte!
26 Entonces dijo el rey de Israel:
—Toma a Micaías y hazlo volver a Amón, alcalde de la ciudad, y a Joás, hijo del rey. 27 Y di: “El rey ha dicho así: ‘Pongan a este en la cárcel y manténganlo con una escasa ración de pan y de agua, hasta que yo llegue en paz’”.
28 Y Micaías dijo:
—Si logras volver en paz, el SEÑOR no ha hablado por medio de mí. —Y añadió—: ¡Óiganlo, pueblos todos!
29 El rey de Israel subió con Josafat, rey de Judá, a Ramot de Galaad. 30 El rey de Israel dijo a Josafat:
—Yo me disfrazaré y entraré en la batalla; pero tú, vístete con tus vestiduras.
Entonces el rey de Israel se disfrazó y entró en la batalla.
Derrota de Israel y muerte de Acab
31 Ahora bien, el rey de Siria había mandado a sus treinta y dos jefes de los carros que tenía, diciendo: “No luchen contra chico ni contra grande, sino solo contra el rey de Israel”. 32 Y sucedió que cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron:
—¡Ciertamente este es el rey de Israel!
Entonces se dirigieron hacia él para atacarlo pero Josafat gritó. 33 Y sucedió que al ver los jefes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él. 34 Entonces un hombre tiró con su arco a la ventura e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura y la coraza. Y él dijo al que guiaba su carro:
—¡Da la vuelta y sácame de la batalla[b], porque he sido herido!
35 La batalla arreció aquel día, y el rey fue sostenido en pie en el carro, frente a los sirios. Y murió al atardecer. La sangre de la herida corría hasta el fondo del carro. 36 A la puesta del sol salió una proclama por todo el campamento, diciendo:
—¡Cada uno a su ciudad! ¡Cada uno a su tierra!
37 Murió, pues, el rey y fue llevado a Samaria; luego sepultaron al rey en Samaria. 38 Lavaron el carro junto al estanque de Samaria (donde las prostitutas se lavaban), mientras los perros lamían su sangre, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado.
39 Los demás hechos de Acab y todo lo que hizo, la casa de marfil y todas las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 40 Acab reposó con sus padres, y su hijo Ocozías reinó en su lugar.
La restauración de Israel
25 Hermanos, para que no sean sabios en su propio parecer no quiero que ignoren este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. 26 Y así todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el libertador; quitará de Jacob la impiedad[a],
27 Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados[b].
28 Así que, en cuanto al evangelio son enemigos por causa de ustedes, pero en cuanto a la elección son amados por causa de los padres; 29 porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. 30 De igual manera, ustedes en otro tiempo eran desobedientes a Dios, pero ahora han alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos. 31 Asimismo, ellos han sido desobedientes en este tiempo para que, por la misericordia concedida a ustedes, también a ellos les sea ahora concedida misericordia. 32 Porque Dios encerró a todos bajo desobediencia para tener misericordia de todos.
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