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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Éxodo 16:2-4

Allí, en el desierto, toda la comunidad murmuró contra Moisés y Aarón:

―¡Cómo quisiéramos que el Señor nos hubiera quitado la vida en Egipto! —les decían los israelitas—. Allá nos sentábamos en torno a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. ¡Vosotros nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda la comunidad!

Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Voy a hacer que os llueva pan del cielo. El pueblo deberá salir todos los días a recoger su ración diaria. Voy a ponerlo a prueba, para ver si cumple o no mis instrucciones.

Éxodo 16:9-15

Luego se dirigió Moisés a Aarón:

―Dile a toda la comunidad israelita que se acerque al Señor, pues los ha oído murmurar contra él.

10 Mientras Aarón hablaba con toda la comunidad israelita, volvieron la mirada hacia el desierto, y vieron que la gloria del Señor se hacía presente en una nube.

11 El Señor habló con Moisés y le dijo: 12 «Han llegado a mis oídos las murmuraciones de los israelitas. Diles que antes de que caiga la noche comerán carne, y que mañana por la mañana se hartarán de pan. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios».

13 Esa misma tarde el campamento se llenó de codornices, y por la mañana una capa de rocío rodeaba el campamento. 14 Al desaparecer el rocío, sobre el desierto quedaron unos copos muy finos, semejantes a la escarcha que cae sobre la tierra. 15 Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se preguntaban unos a otros: «¿Y esto qué es?» Moisés les respondió:

―Es el pan que el Señor os da para comer.

Salmos 78:23-29

23 Desde lo alto dio una orden a las nubes,
    y se abrieron las puertas de los cielos.
24 Hizo que les lloviera maná, para que comieran;
    pan del cielo les dio a comer.
25 Todos ellos comieron pan de ángeles;
    Dios les envió comida hasta saciarlos.
26 Desató desde el cielo el viento solano,
    y con su poder levantó el viento del sur.
27 Cual lluvia de polvo, hizo que les lloviera carne;
    ¡nubes de pájaros, como la arena del mar!
28 Los hizo caer en medio de su campamento
    y en los alrededores de sus tiendas.
29 Comieron y se hartaron,
    pues Dios les cumplió su capricho.

Efesios 4:1-16

Unidad en el cuerpo de Cristo

Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, os ruego que viváis de una manera digna del llamamiento que habéis recibido, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Esforzaos por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fuisteis llamados a una sola esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos.

Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado gracia en la medida en que Cristo ha repartido los dones. Por esto dice:

«Cuando ascendió a lo alto,
    se llevó consigo a los cautivos
    y dio dones a los hombres».[a]

(¿Qué quiere decir eso de que «ascendió», sino que también descendió a las partes bajas, o sea, a la tierra?[b] 10 El que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo). 11 Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, 12 a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. 13 De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.

14 Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. 15 Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. 16 Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro.

Juan 6:24-35

24 En cuanto la multitud se dio cuenta de que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a las barcas y se fueron a Capernaún a buscar a Jesús.

Jesús, el pan de vida

25 Cuando lo encontraron al otro lado del lago, le preguntaron:

―Rabí, ¿cuándo llegaste aquí?

26 ―Ciertamente os aseguro que me buscáis no porque habéis visto señales, sino porque comisteis pan hasta llenaros. 27 Trabajad, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual os dará el Hijo del hombre. Sobre este ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.

28 ―¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige? —le preguntaron.

29 ―Esta es la obra de Dios: que creáis en aquel a quien él envió —respondió Jesús.

30 ―¿Y qué señal harás para que la veamos y te creamos? ¿Qué puedes hacer? —insistieron ellos—. 31 Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”.[a]

32 ―Ciertamente os aseguro que no fue Moisés el que os dio el pan del cielo —afirmó Jesús—. El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre. 33 El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.

34 ―Señor —le pidieron—, danos siempre ese pan.

35 ―Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.

Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)

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