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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Ezequiel 17:22-24

22 »Yo, el Dios de Israel, afirmo:

“Yo también cortaré una rama
de la punta del árbol más alto,
y la plantaré sobre un alto monte,
23 ¡sobre el monte más alto de Israel!
Y le crecerán muchas ramas,
y se llenará de frutos,
y llegará a ser un gran árbol.
Bajo la sombra de sus ramas
pondrán su nido las aves,
24 y todos los árboles del bosque
reconocerán que yo soy Dios.
Yo echo abajo a los árboles altos,
y hago que se sequen;
pero hago crecer a los árboles pequeños,
y hago que reverdezca el árbol seco.

”Yo, el Dios de Israel, lo afirmo”».

Salmos 92:1-5

¡Qué bueno es alabar a Dios!

SALMO 92 (91)

Himno para cantarlo el día de reposo.

92 Dios altísimo,
¡qué bueno es poder alabarte
y cantarte himnos!
¡Qué bueno es poder alabar
tu amor y tu fidelidad!
Día y noche te alabaré
con música de arpas y liras.

4-5 Dios mío,
quiero gritar de alegría
por todo lo que has hecho;
todo lo que haces es impresionante
y me llena de felicidad.

Tus pensamientos son tan profundos

Salmos 92:12-15

12-13 Dios nuestro, en tu presencia
la gente buena crece y prospera
como palmeras bien plantadas,
¡como los cedros del Líbano!
14 Vivirán muchos años,
se mantendrán sanos y fuertes.
15 Siempre hablarán de tu justicia
y de tu constante protección.

2 Corintios 5:6-10

Por eso estamos siempre alegres. Sabemos que, mientras vivamos en este cuerpo, estaremos lejos del Señor. Pero, aunque no lo podamos ver, confiamos en él. No nos sentimos tristes, aunque preferiríamos dejar este cuerpo para ir a vivir con el Señor. Por eso tratamos de obedecerlo, ya sea en esta vida o en la otra. 10 Porque todos nosotros vamos a tener que presentarnos delante de Cristo, que es nuestro juez. Él juzgará lo que hicimos mientras vivíamos en este cuerpo, y decidirá si merecemos que nos premie o nos castigue.

2 Corintios 5:11-13

¡Seamos amigos de Dios!

11 Nosotros sabemos que hay que obedecer y adorar a Dios. Por eso tratamos de convencer a los demás para que crean en él. Dios nos conoce muy bien, y espero que también ustedes nos conozcan. 12 No estamos tratando de impresionarlos al hablar bien de nosotros mismos. Lo que queremos es darles una razón para que se sientan orgullosos de nosotros. Así sabrán cómo responder a los que se creen importantes, y que en realidad no lo son.

13 Si acaso estamos locos, lo estamos por querer servir a Dios. Y si no lo estamos, es para el bien de ustedes.

2 Corintios 5:14-19

14 El amor de Cristo domina nuestras vidas. Sabemos que él murió por todos y que, por lo tanto, todos hemos muerto. 15 Así que, si Cristo murió por nosotros, ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida.

16 A partir de ahora, ya no vamos a valorar a los demás desde el punto de vista humano. Y aunque antes valorábamos a Cristo de esa manera, ya no seguiremos valorándolo así. 17-19 Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.

Marcos 4:26-34

La comparación de la semilla que crece

26 Jesús también les puso esta otra comparación:

«Con el reino de Dios pasa algo parecido a lo que sucede cuando un hombre siembra una semilla en la tierra. 27 No importa si ese hombre está dormido o despierto, o si es de noche o de día; la semilla siempre nace y crece sin que el campesino entienda cómo. 28 La tierra produce primero el tallo, después la espiga, y finalmente las semillas. 29 Y cuando llega el tiempo de la cosecha, el campesino recoge las semillas.»

La semilla de mostaza

30 Jesús también dijo:

«¿Con qué puede compararse el reino de Dios? ¿A qué se parece? 31 Es como la semilla de mostaza que el campesino siembra en la tierra. A pesar de que es la más pequeña de todas las semillas del mundo, 32 cuando crece llega a ser la más grande de las plantas del huerto. ¡Tiene ramas bien grandes, y hasta los pájaros pueden hacer nidos bajo su sombra!»

Las comparaciones que usaba Jesús

33 Jesús enseñó el mensaje del reino de Dios por medio de muchas comparaciones, de acuerdo con lo que la gente podía entender. 34 Hablaba solamente por medio de comparaciones y ejemplos, pero cuando estaba a solas con sus discípulos les explicaba todo con claridad.