Revised Common Lectionary (Complementary)
Cantemos al Señor con alegría
95 Vengan, cantemos al Señor con alegría;
cantemos a nuestro protector y Salvador.
2 Entremos a su presencia con gratitud,
y cantemos himnos en su honor.
3 Porque el Señor es Dios grande,
el gran Rey de todos los dioses.
4 Él tiene en su mano
las regiones más profundas de la tierra;
suyas son las más altas montañas.
5 El mar le pertenece, pues él lo formó;
¡con sus propias manos formó la tierra seca!
6 Vengan, adoremos de rodillas;
arrodillémonos delante del Señor,
pues él nos hizo.
7 Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo;
somos ovejas de sus prados.
Escuchen hoy lo que él les dice:
El Señor perdona y salva a Israel
21 «Israel, pueblo de Jacob,
recuerda que tú eres mi siervo;
tú eres mi siervo, pues yo te formé.
Israel, no te olvides de mí.
22 Yo he hecho desaparecer tus faltas y pecados,
como desaparecen las nubes.
Vuélvete a mí, pues yo te he libertado.»
23 ¡Cielo, grita de alegría por lo que el Señor ha hecho!
¡Lancen vivas, abismos de la tierra!
¡Montañas y bosques con todos sus árboles,
griten llenos de alegría,
porque el Señor ha mostrado su gloria
libertando a Israel, el pueblo de Jacob!
24 Esto dice el Señor, tu redentor,
el que te formó desde antes que nacieras:
«Yo soy el Señor, creador de todas las cosas,
yo extendí el cielo y afirmé la tierra
sin que nadie me ayudara.
25 Yo no dejo que se cumplan
las predicciones de los falsos profetas;
yo hago que los adivinos pierdan la razón.
Yo hago que los sabios se contradigan
y que sus conocimientos resulten pura tontería.
26 Pero hago que se cumplan las palabras de mis siervos
y que salgan bien los planes de mis enviados.
Yo declaro que Jerusalén volverá a ser habitada
y que las ciudades de Judá serán reconstruidas.
Yo haré que se levanten de sus ruinas.
27 Yo puedo ordenar que se seque el océano
y que sus ríos se queden sin agua.
28 Yo le digo a Ciro: “Tú eres mi pastor,
tú harás todo lo que yo quiero”;
y le digo a Jerusalén: “Tú serás reconstruida”;
y al templo: “Se pondrán tus cimientos.”»
La madre y los hermanos de Jesús(A)
46 Todavía estaba Jesús hablando a la gente, cuando acudieron su madre y sus hermanos, que deseaban hablar con él. Como se quedaron fuera, 47 alguien avisó a Jesús:
—Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren hablar contigo.
48 Pero él contestó al que le llevó el aviso:
—¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
49 Entonces, señalando a sus discípulos, dijo:
—Éstos son mi madre y mis hermanos. 50 Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.