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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina-Valera Antigua (RVA)
Version
Salmos 73

73 Salmo de Asaph. CIERTAMENTE bueno es Dios á Israel, A los limpios de corazón.

Mas yo, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos.

Porque tuve envidia de los insensatos, Viendo la prosperidad de los impíos.

Porque no hay ataduras para su muerte; Antes su fortaleza está entera.

No están ellos en el trabajo humano; Ni son azotados con los otros hombres.

Por tanto soberbia los corona: Cúbrense de vestido de violencia.

Sus ojos están salidos de gruesos: Logran con creces los antojos del corazón.

Soltáronse, y hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería.

Ponen en el cielo su boca, Y su lengua pasea la tierra.

10 Por eso su pueblo vuelve aquí, Y aguas de lleno le son exprimidas.

11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en lo alto?

12 He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día, Y empezaba mi castigo por las mañanas.

15 Si dijera yo, Discurriré de esa suerte; He aquí habría negado la nación de tus hijos:

16 Pensaré pues para saber esto: Es á mis ojos duro trabajo,

17 Hasta que venido al santuario de Dios, Entenderé la postrimería de ellos.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.

19 Cómo han sido asolados! ­cuán en un punto! Acabáronse, fenecieron con turbaciones.

20 Como sueño del que despierta, Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás sus apariencias.

21 Desazonóse á la verdad mi corazón, Y en mis riñones sentía punzadas.

22 Mas yo era ignorante, y no entendía: Era como una bestia acerca de ti.

23 Con todo, yo siempre estuve contigo: Trabaste de mi mano derecha.

24 Hasme guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria.

25 ¿A quién tengo yo en los cielos? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón desfallecen: Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán: Tú cortarás á todo aquel que fornicando, de ti se aparta.

28 Y en cuanto á mí, el acercarme á Dios es el bien: He puesto en el Señor Jehová mi esperanza, Para contar todas tus obras.

Job 40:6-14

ENTONCES respondió Jehová á Job desde la oscuridad, y dijo:

Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y explícame.

¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás á mí, para justificarte á ti?

¿Tienes tú brazo como Dios? ¿Y tronarás tú con voz como él?

10 Atavíate ahora de majestad y de alteza: Y vístete de honra y de hermosura.

11 Esparce furores de tu ira: Y mira á todo soberbio, y abátelo.

12 Mira á todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta á los impíos en su asiento.

13 Encúbrelos á todos en el polvo, Venda sus rostros en la oscuridad;

14 Y yo también te confesaré Que podrá salvarte tu diestra.

Job 42:1-6

42 Y RESPONDIO Job á Jehová, y dijo:

Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.

¿Quién es el que oscurece el consejo sin ciencia? Por tanto yo denunciaba lo que no entendía; Cosas que me eran ocultas, y que no las sabía.

Oye te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás.

De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.

Por tanto me aborrezco, y me arrepiento En el polvo y en la ceniza.

Lucas 22:31-33

31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandaros como á trigo;

32 Mas yo he rogado por ti que tu fe no falte: y tú, una vez vuelto, confirma á tus hermanos.

33 Y él le dijo: Señor, pronto estoy á ir contigo aun á cárcel y á muerte.

Lucas 22:54-62

54 Y prendiéndole trajéronle, y metiéronle en casa del príncipe de los sacerdotes. Y Pedro le seguía de lejos.

55 Y habiendo encendido fuego en medio de la sala, y sentándose todos alrededor, se sentó también Pedro entre ellos.

56 Y como una criada le vió que estaba sentado al fuego, fijóse en él, y dijo: Y éste con él estaba.

57 Entonces él lo negó, diciendo: Mujer, no le conozco.

58 Y un poco después, viéndole otro, dijo: Y tú de ellos eras. Y Pedro dijo: Hombre, no soy.

59 Y como una hora pasada otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es Galileo.

60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé qué dices. Y luego, estando él aún hablando, el gallo cantó.

61 Entonces, vuelto el Señor, miró á Pedro: y Pedro se acordó de la palabra del Señor como le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.

62 Y saliendo fuera Pedro, lloró amargamente.