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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 119:89-96

Lámed

89 Para siempre, oh Jehová,
Permanece tu palabra en los cielos.
90 De generación en generación es tu fidelidad;
Como tú has fijado la tierra, y está firme.
91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
Pues todas ellas son siervas tuyas.
92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia,
Ya habría perecido en mi desdicha.
93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
Porque con ellos me das la vida.
94 Tuyo soy yo, sálvame,
Porque voy buscando tus mandamientos.
95 Los impíos me han aguardado para destruirme;
Mas yo consideraré tus testimonios.
96 De todo lo perfecto he visto un límite;
Pero ¡cuán inmenso es tu mandamiento!

Jeremías 36:11-26

11 Y Miqueas, hijo de Gemarías, hijo de Safán, habiendo oído del libro todas las palabras de Jehová,

12 descendió a la casa del rey, al aposento del secretario, y he aquí que todos los príncipes estaban allí sentados, esto es: Elisamá secretario, Delaías hijo de Semaías, Elnatán hijo de Acbor, Gemarías hijo de Safán, Sedequías hijo de Ananías, y todos los príncipes.

13 Y les contó Miqueas todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó en el libro a oídos del pueblo.

14 Entonces enviaron todos los príncipes a Jehudí hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusí, para que dijese a Baruc: Toma el rollo en el que leíste a oídos del pueblo, y ven. Así pues, Baruc, hijo de Nerías, tomó el rollo en su mano y vino a ellos.

15 Y le dijeron: Siéntate ahora, y léelo a nosotros. Y se lo leyó Baruc.

16 Cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno se volvió espantado a su compañero, y dijeron a Baruc: Sin duda contaremos al rey todas estas palabras.

17 Preguntaron luego a Baruc, diciendo: Cuéntanos ahora cómo escribiste al dictado de él todas estas palabras.

18 Y Baruc les dijo: Él me recitaba todas estas palabras, y yo las iba escribiendo con tinta en el libro.

19 Entonces dijeron los príncipes a Baruc: Ve y escóndete, tú y Jeremías, y que nadie sepa dónde estáis.

20 Y entraron adonde estaba el rey, al atrio, después de depositar el rollo en el aposento de Elisamá el secretario; y contaron a oídos del rey todas estas palabras.

21 Y envió el rey a Jehudí a que tomase el rollo, el cual lo tomó del aposento de Elisamá el secretario, y leyó en él Jehudí a oídos del rey, y a oídos de todos los príncipes que junto al rey estaban.

22 Y el rey estaba sentado en la casa de invierno en el mes noveno, y había un brasero ardiendo delante de él.

23 Cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cortaplumas de escriba, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había.

24 Y no tuvieron temor ni rasgaron sus vestidos el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas palabras.

25 Y aunque Elnatán y Delaías y Gemarías rogaron al rey que no quemase aquel rollo, no los quiso oír.

26 También mandó el rey a Jerameel hijo de Hamelec, a Seraías hijo de Azriel y a Selemías hijo de Abdeel, para que prendiesen a Baruc el escribiente y al profeta Jeremías; pero Jehová los escondió.

2 Corintios 7:2-12

Regocijo de Pablo al arrepentirse los corintios

Admitidnos: a nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos explotado.

No lo digo para condenaros; pues ya he dicho antes que estáis en nuestro corazón, para morir juntos y para vivir juntos.

Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.

Porque aun cuando llegamos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores.

Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la visita de Tito;

y no sólo con su visita, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestra añoranza, vuestro pesar, vuestro celo por mí, de manera que me regocijé aún más.

Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces me pesó; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó.

Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ningún perjuicio padecieseis por nuestra parte.

10 Porque la tristeza que es según Dios produce un arrepentimiento para salvación, del que no hay que tener pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte.

11 Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué gran diligencia produjo en vosotros, y qué disculpas, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado inocentes en el asunto.

12 Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que cometió el agravio, ni por causa del que lo padeció, sino para que se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.