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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 90:1-8

LIBRO 4

La eternidad de Dios y la transitoriedad del hombre

Oración de Moisés, varón de Dios

90 Señor, tú nos has sido refugio
de generación en generación.
Antes que nacieran los montes
y formaras la tierra y el mundo,
desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

Vuelves a convertir en polvo al hombre
y dices: «¡Convertíos, hijos de los hombres!»
Ciertamente mil años delante de tus ojos
son como el día de ayer, que pasó,
y como una de las vigilias de la noche.

Los arrebatas como con torrente de aguas; son como un sueño.
Como la hierba que crece en la mañana:
en la mañana florece y crece;
a la tarde es cortada y se seca.

Ciertamente con tu furor somos consumidos
y con tu ira somos turbados.
Pusiste nuestras maldades delante de ti,
nuestros yerros a la luz de tu rostro.

Salmos 90:9-11

Ciertamente todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
acabamos nuestros años como un pensamiento.
10 Los días de nuestra edad son setenta años.
Si en los más robustos son ochenta años,
con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
porque pronto pasan y volamos.

11 ¿Quién conoce el poder de tu ira,
y tu indignación según el temor que te es debido?

Salmos 90:12

12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días
que traigamos al corazón sabiduría.

Ezequiel 7:1-9

El fin viene

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: «Tú, hijo de hombre, anuncia que así ha dicho Jehová, el Señor, a la tierra de Israel:

»“El fin, el fin viene
sobre los cuatro extremos de la tierra.
Ahora será el fin sobre ti,
pues enviaré sobre ti mi furor y te juzgaré según tus caminos,
y pondré sobre ti todas tus abominaciones.
Mi ojo no te perdonará ni tendré misericordia,
antes pondré sobre ti tus caminos y en medio de ti estarán tus abominaciones;
y sabréis que yo soy Jehová.”

»Así ha dicho Jehová, el Señor:

»¡Un mal, he aquí que viene un mal!
¡Viene el fin, el fin viene;
se ha despertado contra ti;
ciertamente que viene!
¡La mañana viene para ti, morador de la tierra;
el tiempo viene, cercano está el día:
día de tumulto y no de alegría sobre los montes!
Ahora pronto derramaré mi ira sobre ti
y consumaré en ti mi furor;
te juzgaré según tus caminos
y pondré sobre ti tus abominaciones.
Mi ojo no perdonará ni tendré misericordia.
Según tus caminos pondré sobre ti,
y en medio de ti estarán tus abominaciones;
y sabréis que yo, Jehová, soy el que castiga.

Apocalipsis 16:8-21

El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual le fue permitido quemar a los hombres con fuego. Los hombres fueron quemados con el gran calor y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.

10 El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia, y su reino se cubrió de tinieblas. La gente se mordía la lengua por causa del dolor 11 y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.

12 El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y el agua de éste se secó para preparar el camino a los reyes del oriente.

13 Vi salir de la boca del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos semejantes a ranas. 14 Son espíritus de demonios, que hacen señales y van a los reyes de la tierra en todo el mundo para reunirlos para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.

15 «Yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestiduras, no sea que ande desnudo y vean su vergüenza.»

16 Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.

17 El séptimo ángel derramó su copa por el aire. Y salió una gran voz del santuario del cielo, desde el trono, que decía: «¡Ya está hecho!» 18 Entonces hubo relámpagos, voces, truenos y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual no lo hubo jamás desde que los hombres existen sobre la tierra. 19 La gran ciudad se dividió en tres partes y las ciudades de las naciones cayeron. La gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. 20 Toda isla huyó y los montes ya no fueron hallados. 21 Del cielo cayó sobre los hombres un enorme granizo, como del peso de un talento. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque su plaga fue sumamente grande.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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