Revised Common Lectionary (Complementary)
8 Clemente y misericordioso es Jehová,
lento para la ira y grande en misericordia.
9 Bueno es Jehová para con todos,
y sus misericordias sobre todas sus obras.
10 ¡Te alaben, Jehová, todas tus obras,
y tus santos te bendigan!
11 La gloria de tu reino digan
y hablen de tu poder,
12 para hacer saber sus poderosos hechos a los hijos de los hombres
y la gloria de la magnificencia de su reino.
13 Tu reino es reino de todos los siglos
y tu señorío por todas las generaciones.
14 Sostiene Jehová a todos los que caen
y levanta a todos los oprimidos.
Exhortación a volverse a Jehová
1 En el octavo mes del año segundo de Darío, llegó esta palabra de Jehová al profeta Zacarías hijo de Berequías hijo de Iddo:
2 «Se enojó mucho Jehová contra vuestros padres. 3 Diles, pues:
»Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos,
y yo me volveré a vosotros,
dice Jehová de los ejércitos.
4 »No seáis como vuestros padres, a quienes los primeros profetas clamaron diciendo: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras”; pero ellos no atendieron ni me escucharon, dice Jehová.
5 »Vuestros padres, ¿dónde están?;
y los profetas, ¿acaso han de vivir para siempre?
6 En cambio, mis palabras y mis ordenanzas,
que yo mandé a mis siervos los profetas,
¿no alcanzaron a vuestros padres?
»Por eso ellos se volvieron y dijeron: “Como Jehová de los ejércitos había decidido tratarnos, conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así nos ha tratado.”»
Analogía tomada del matrimonio
7 ¿Acaso ignoráis, hermanos (hablo con los que conocen de leyes), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? 2 La mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley que la unía a su marido. 3 Así que, si en vida del marido se une a otro hombre, será llamada adúltera; pero si su marido muere, es libre de esa ley, de tal manera que si se une a otro marido, no será adúltera.
4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la Ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. 5 Mientras vivíamos en la carne, las pasiones pecaminosas, estimuladas por la Ley, obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. 6 Pero ahora estamos libres de la Ley, por haber muerto para aquella a la que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
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