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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Salmos 27

El Señor cuida de mí

Canción de David.

El SEÑOR es mi luz y mi salvación.
    ¿A quién podría yo temerle?
El SEÑOR es la fortaleza de mi vida,
    así que no le temo a nadie.
Aunque los perversos me ataquen
    y traten de destruirme,
aunque mis enemigos me ataquen,
    serán ellos los que tropiecen y caigan.
No tendré miedo aunque todo un ejército me rodee.
    Confiaré en Dios aunque me declaren la guerra.

Sólo una cosa le pido al SEÑOR;
    esto es lo que más quiero:
habitar en la casa del SEÑOR
    por el resto de mi vida.
Así podré disfrutar del placer de estar junto al SEÑOR
    y visitarlo en su templo.

Cuando esté en peligro,
    él me protegerá en su casa.
Él me esconderá bajo su techo,
    me llevará a un lugar seguro.
El SEÑOR me ayudará a derrotar
    a los enemigos que me rodean.
Así con alegría podré ofrecerle sacrificios en su templo
    y cantar en su honor.

SEÑOR, escucha mi llamado,
    ten compasión de mí y contéstame.
SEÑOR, de todo corazón quiero conversar contigo
    y aquí estoy para adorarte.
No te alejes de mí,
    no ignores a tu servidor.
    Dios mío, tú eres mi Salvador.
¡No me dejes solo,
    no me abandones!
10 Aunque mis padres me abandonen,
    el SEÑOR se encargará de mí.
11 SEÑOR, enséñame a vivir como tú quieres.
    Guíame por el camino seguro;
    ayúdame porque tengo muchos enemigos.
12 No permitas que mis enemigos me derroten,
    porque son muchos los que dicen mentiras de mí
    y tratan de hacerme daño.
13 Yo, en cambio, espero disfrutar
    de la bondad del SEÑOR mientras viva.
14 Mientras aguardan,
    confíen en el SEÑOR.
Sean fuertes y valientes,
    y esperen que el SEÑOR les ayudará.

Isaías 4:2-6

Promesa de un futuro mejor y feliz

Ese día, el SEÑOR hará retoñar la nación,
    será algo hermoso y glorioso.
La cosecha de la tierra restaurará
    el orgullo y el honor de los sobrevivientes de Israel.
Los que se fueron de Sion
    y los que permanecieron en Jerusalén,
todos los que se cuenten entre los que viven en Jerusalén,
    serán llamados «santos».
Cuando el Señor haya lavado
    la impureza de las hijas de Sion[a]
y con espíritu de juicio y fuego
    limpie la sangre derramada Jerusalén;
el SEÑOR creará una nube de humo durante el día
    y un esplendor de fuego brillante durante la noche.
Estarán sobre todo el monte Sion
    y sobre la asamblea reunida.
Por encima de todos habrá una carpa
    que los protegerá del calor durante el día,
y que les servirá de refugio y cobijo
    ante las tormentas y la lluvia.

Hechos 11:1-18

Pedro regresa a Jerusalén

11 Los apóstoles y los creyentes de Judea se enteraron de que los que no son judíos también habían aceptado el mensaje de Dios. Pero cuando Pedro vino a Jerusalén, algunos creyentes judíos[a] discutieron con él. Le dijeron:

—Fuiste a casa de gente que no es judía y no está circuncidada ¡y hasta comiste con ellos!

Entonces Pedro les explicó paso por paso lo que ocurrió:

—Yo estaba en la ciudad de Jope y mientras oraba tuve una visión en la que veía bajar algo del cielo. Era como una sábana muy grande que bajaba hacia mí sostenida de las cuatro puntas. Miré adentro y vi que había toda clase de animales, bestias salvajes, reptiles y aves. Entonces escuché una voz diciéndome: “Pedro, ¡levántate, mata y come!” Pero yo dije: “¡Yo nunca haría eso, Señor! Nunca he comido ni un bocado de algo prohibido o impuro”. Pero la voz me dijo por segunda vez: “No llames prohibido a lo que Dios ha purificado”.

10 »Esto sucedió tres veces y luego todo subió de nuevo al cielo. 11 En ese momento, tres hombres llegaron a la casa donde me hospedaba. Habían sido enviados a mí desde la ciudad de Cesarea. 12 El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin vacilar. Estos seis hermanos que están aquí me acompañaron a la casa de Cornelio. 13 Él nos contó que había visto a un ángel en su casa diciéndole: “Envía algunos hombres a la ciudad de Jope a traer aquí a Simón, a quien también llaman Pedro. 14 Él te dará un mensaje por medio del cual te salvarás tú y todos los que viven en tu casa”.

15 »Apenas comencé a hablar, el Espíritu Santo cayó sobre ellos tal como nos pasó a nosotros al principio.[b] 16 Entonces recordé lo que el Señor había dicho: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. 17 Dios les dio a ellos el mismo don que a nosotros, que creímos en el Señor Jesucristo. Entonces, ¿podía yo oponerme a Dios?

18 Cuando los creyentes judíos escucharon esto, dejaron de discutir, alabaron a Dios y dijeron:

—¡Así que Dios también les ha permitido a los que no son judíos cambiar y tener una nueva vida!

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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