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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 72

Salmo de Salomón.

72 Oh Dios, concede al rey tu amor por la justicia,
    y da rectitud al hijo del rey.
Ayúdale a juzgar correctamente a tu pueblo;
    que los pobres siempre reciban un trato imparcial.
Que las montañas den prosperidad a todos
    y que las colinas sean fructíferas.
Ayúdalo a defender al pobre,
    a rescatar a los hijos de los necesitados
    y a aplastar a sus opresores.
Que te teman[a] mientras el sol brille
    y mientras la luna permanezca en el cielo;
    ¡sí, para siempre!

Que el gobierno del rey tenga la frescura de las lluvias de primavera sobre la hierba recién cortada,
    de los aguaceros que riegan la tierra.
Que florezcan todos los justos durante su reinado;
    que haya prosperidad abundante hasta que la luna deje de existir.
Que reine de mar a mar,
    y desde el río Éufrates[b] hasta los extremos de la tierra.
Los nómadas del desierto se inclinarán ante él;
    sus enemigos caerán a sus pies sobre el polvo.
10 Los reyes occidentales, de Tarsis y de otras tierras distantes,
    le llevarán tributo.
Los reyes orientales, de Saba y de Seba,
    le llevarán regalos.
11 Todos los reyes se inclinarán ante él,
    y todas las naciones le servirán.

12 Rescatará a los pobres cuando a él clamen;
    ayudará a los oprimidos, que no tienen quién los defienda.
13 Él siente compasión por los débiles y los necesitados,
    y los rescatará.
14 Los redimirá de la opresión y la violencia,
    porque sus vidas le son preciosas.

15 ¡Viva el rey!
    Que se le entregue el oro de Saba.
Que la gente siempre ore por él
    y lo bendiga todo el día.
16 Que haya grano en abundancia por toda la tierra;
    que brote aun en la cima de las colinas.
Que los árboles frutales florezcan como los del Líbano
    y los habitantes crezcan como la hierba en el campo.
17 Que el nombre del rey permanezca para siempre;
    que se perpetúe mientras el sol brille.
Que todas las naciones sean bendecidas por medio de él,
    y lo elogien.

18 Alaben al Señor Dios, el Dios de Israel,
    el único que hace semejantes maravillas.
19 ¡Alaben su glorioso nombre por siempre!
    Que toda la tierra se llene de su gloria.
¡Amén y amén!

20 (Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí).

Génesis 28:10-22

El sueño de Jacob en Betel

10 Mientras tanto, Jacob salió de Beerseba y viajó hacia Harán. 11 A la caída del sol, llegó a un buen lugar para acampar, y se quedó allí a pasar la noche. Jacob encontró una piedra donde reposar su cabeza y se acostó a dormir. 12 Mientras dormía, soñó con una escalera que se extendía desde la tierra hasta el cielo, y vio a los ángeles de Dios que subían y bajaban por ella.

13 En la parte superior de la escalera estaba el Señor, quien le dijo: «Yo soy el Señor, Dios de tu abuelo Abraham, y Dios de tu padre Isaac. La tierra en la que estás acostado te pertenece. Te la entrego a ti y a tu descendencia. 14 ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Se esparcirán en todas las direcciones: hacia el oriente y el occidente, hacia el norte y el sur; y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. 15 Además, yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas. Llegará el día en que te traeré de regreso a esta tierra. No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido».

16 Entonces Jacob se despertó del sueño y dijo: «¡Ciertamente el Señor está en este lugar, y yo ni me di cuenta!»; 17 pero también tuvo temor y dijo: «¡Qué temible es este lugar! No es ni más ni menos que la casa de Dios, ¡la puerta misma del cielo!».

18 A la mañana siguiente, Jacob despertó muy temprano y erigió como columna conmemorativa la piedra en la que había reposado la cabeza y después derramó aceite de oliva sobre ella. 19 Llamó a aquel lugar Betel (que significa «casa de Dios»), aunque antes se llamaba Luz.

20 Luego Jacob hizo el siguiente voto: «Si Dios en verdad está conmigo y me protege en este viaje, y si él me provee de comida y de ropa, 21 y si yo regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor ciertamente será mi Dios. 22 Y esta piedra que levanté como columna conmemorativa será un lugar de adoración a Dios, y yo le daré a Dios una décima parte de todo lo que él me dé».

Hebreos 11:13-22

13 Todas estas personas murieron aún creyendo lo que Dios les había prometido. Y aunque no recibieron lo prometido, lo vieron desde lejos y lo aceptaron con gusto. Coincidieron en que eran extranjeros y nómadas aquí en este mundo. 14 Es obvio que quienes se expresan así esperan tener su propio país. 15 Si hubieran añorado el país del que salieron, bien podrían haber regresado. 16 Sin embargo, buscaban un lugar mejor, una patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.

17 Fue por la fe que Abraham ofreció a Isaac en sacrificio cuando Dios lo puso a prueba. Abraham, quien había recibido las promesas de Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, Isaac, 18 aun cuando Dios le había dicho: «Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes»[a]. 19 Abraham llegó a la conclusión de que si Isaac moría, Dios tenía el poder para volverlo a la vida; y en cierto sentido, Abraham recibió de vuelta a su hijo de entre los muertos.

20 Fue por la fe que Isaac prometió a sus hijos, Jacob y Esaú, bendiciones para el futuro.

21 Fue por la fe que Jacob, cuando ya era anciano y estaba por morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y se inclinó para adorar, apoyado en su vara.

22 Fue por la fe que José, cuando iba a morir, declaró con confianza que el pueblo de Israel saldría de Egipto. Incluso les mandó que se llevaran sus huesos cuando ellos salieran.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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