Revised Common Lectionary (Complementary)
Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de Salomón.
127 Si el Señor no construye la casa,
el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo.
Si el Señor no protege la ciudad,
protegerla con guardias no sirve para nada.
2 Es inútil que te esfuerces tanto,
desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche,
y te preocupes por conseguir alimento;
porque Dios da descanso a sus amados.
3 Los hijos son un regalo del Señor;
son una recompensa de su parte.
4 Los hijos que le nacen a un hombre joven
son como flechas en manos de un guerrero.
5 ¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos!
No pasará vergüenza cuando enfrente a sus acusadores en las puertas de la ciudad.
Las injusticias de la vida
16 También noté que, bajo el sol, la maldad está presente en el juzgado. Sí, ¡hasta en los tribunales de justicia hay corrupción! 17 Me dije: «A su debido tiempo, Dios juzgará a todos, tanto a los malos como a los buenos, por cada cosa que hayan hecho».
18 También reflexioné acerca de la condición humana, sobre cómo Dios les hace ver a los seres humanos que son como los animales. 19 Pues tanto las personas como los animales tienen el mismo destino: ambos respiran[a] y ambos mueren. Así que las personas no tienen una verdadera ventaja sobre los animales. ¡Qué absurdo! 20 Ambos terminan en el mismo lugar: del polvo vienen y al polvo vuelven. 21 Pues, ¿quién puede demostrar que el espíritu humano va hacia arriba y el espíritu de los animales desciende al fondo de la tierra? 22 Entonces me di cuenta de que no hay nada mejor para la gente que ser feliz con su trabajo. Ese es nuestro destino, y nadie nos puede traer de regreso para ver qué pasa después de que hayamos muerto.
4 Además, observé toda la opresión que sucede bajo el sol. Vi las lágrimas de los oprimidos, y no había nadie para consolarlos. Los opresores tienen mucho poder y sus víctimas son indefensas. 2 Entonces llegué a la conclusión de que los muertos están mejor que los vivos; 3 pero los más afortunados de todos son los que aún no nacen, porque no han visto toda la maldad que se comete bajo el sol.
4 Luego observé que a la mayoría de la gente le interesa alcanzar el éxito porque envidia a sus vecinos; pero eso tampoco tiene sentido, es como perseguir el viento.
5 «Los necios se cruzan de brazos,
y acaban en la ruina».
6 Sin embargo,
«es mejor tener un puñado con tranquilidad
que tener dos puñados con mucho esfuerzo
y perseguir el viento».
Las ventajas de tener compañía
7 También observé otro ejemplo de algo absurdo bajo el sol. 8 Es el caso de un hombre que está totalmente solo, sin hijos ni hermanos, no obstante trabaja mucho para acumular toda la riqueza posible. Sin embargo, luego se pregunta: «¿Para quién trabajo? ¿Por qué me privo de tantos placeres?». Nada tiene sentido, todo es tan deprimente.
Aliento para orar
2 Dedíquense a la oración con una mente alerta y un corazón agradecido. 3 Oren también por nosotros, para que Dios nos dé muchas oportunidades para hablar de su misterioso plan acerca de Cristo. Por eso estoy aquí en cadenas. 4 Oren para que pueda proclamar ese mensaje con la claridad que debo hacerlo.
5 Vivan sabiamente entre los que no creen en Cristo y aprovechen al máximo cada oportunidad. 6 Que sus conversaciones sean cordiales y agradables,[a] a fin de que ustedes tengan la respuesta adecuada para cada persona.
La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.