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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 13

Para el director del coro: salmo de David.

13 Oh Señor, ¿hasta cuándo te olvidarás de mí? ¿Será para siempre?
    ¿Hasta cuándo mirarás hacia otro lado?
¿Hasta cuándo tendré que luchar con angustia en mi alma,
    con tristeza en mi corazón día tras día?
    ¿Hasta cuándo mi enemigo seguirá dominándome?

Vuélvete hacia mí y contéstame, ¡oh Señor mi Dios!
    Devuélvele el brillo a mis ojos, o moriré.
No permitas que mis enemigos se regodeen diciendo: «¡Lo hemos derrotado!».
    No dejes que se regodeen en mi caída.

Pero yo confío en tu amor inagotable;
    me alegraré porque me has rescatado.
Cantaré al Señor
    porque él es bueno conmigo.

Daniel 8:1-14

Visión de un carnero y un chivo

[a]Durante el tercer año del reinado de Belsasar, yo, Daniel, tuve otra visión, después de la que ya se me había aparecido. En esta visión me encontraba en la fortaleza de Susa, en la provincia de Elam, de pie junto al río Ulai.[b]

Cuando levanté los ojos, vi un carnero con dos cuernos largos, de pie junto al río.[c] Uno de los cuernos era más largo que el otro, a pesar de que le había crecido después. El carnero embestía todo lo que encontraba a su paso hacia el occidente, el norte y el sur. Nadie podía hacerle frente ni ayudar a sus víctimas. El carnero hacía lo que quería y se hizo muy poderoso.

Mientras yo observaba, de pronto apareció un chivo desde el occidente y atravesó el campo con tanta rapidez que ni siquiera tocó la tierra. Este chivo, que tenía un cuerno enorme entre los ojos, se dirigió hacia el carnero de dos cuernos que yo había visto parado junto al río y se abalanzó con furia sobre él. El chivo atacó con violencia al carnero y le dio un golpe que le quebró ambos cuernos. El carnero quedó indefenso y el chivo lo derribó y lo pisoteó. Nadie pudo rescatar al carnero del poder del chivo.

El chivo se hizo poderoso, pero cuando alcanzó el máximo de su poder, se quebró el enorme cuerno que tenía. En su lugar crecieron cuatro cuernos prominentes que apuntaban hacia los cuatro puntos cardinales. Luego, de uno de los cuernos prominentes salió un cuerno pequeño cuyo poder creció en gran manera. Se extendía hacia el sur y hacia el oriente y hacia el glorioso territorio de Israel. 10 Su poder llegó hasta los cielos, donde atacó al ejército de los cielos y arrojó a la tierra a algunos de los seres celestiales y a algunas de las estrellas y los pisoteó. 11 Incluso desafió al comandante del ejército de los cielos cancelando los sacrificios diarios que le ofrecían al comandante y destruyendo su templo. 12 No se le permitió al ejército de los cielos responder a esta rebelión. Así que se detuvieron los sacrificios diarios y la verdad fue derrocada. El cuerno tuvo éxito en todo lo que hizo.[d]

13 Entonces oí a dos seres santos que hablaban entre sí. Uno de ellos preguntó:

—¿Cuánto tiempo durarán los sucesos de esta visión? ¿Por cuánto tiempo la rebelión que causa profanación detendrá los sacrificios diarios? ¿Por cuánto tiempo pisotearán el templo y al ejército celestial?

14 El otro le contestó:

—Pasarán dos mil trescientas noches y mañanas; después el templo será restaurado.

Hebreos 10:26-31

26 Queridos amigos, si seguimos pecando a propósito después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda ningún sacrificio que cubra esos pecados. 27 Solo queda la terrible expectativa del juicio de Dios y el fuego violento que consumirá a sus enemigos. 28 Pues todo el que rehusaba obedecer la ley de Moisés era ejecutado sin compasión por el testimonio de dos o tres testigos. 29 Piensen, pues, cuánto mayor será el castigo para quienes han pisoteado al Hijo de Dios y han considerado la sangre del pacto—la cual nos hizo santos—como si fuera algo vulgar e inmundo, y han insultado y despreciado al Espíritu Santo que nos trae la misericordia de Dios. 30 Pues conocemos al que dijo:

«Yo tomaré venganza;
    yo les pagaré lo que se merecen»[a].

También dijo:

«El Señor juzgará a su propio pueblo»[b].

31 ¡Es algo aterrador caer en manos del Dios vivo!

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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