Revised Common Lectionary (Complementary)
El juicio de la cuarta bestia
9 Mientras miraba, aparecieron unos tronos
y el Anciano venerable[a] se sentó en su trono.
Su ropa era blanca como la nieve;
su cabello era blanco como lana limpia.
Su trono era de fuego,
y las llamas formaban las ruedas.
10 Un río de llamas
corría ante él.
Miles le servían,
millones estaban frente a él.
Parecía un juicio a punto de comenzar,
y se abrieron los libros.
13 Yo seguía con estas visiones en la noche. De repente, vi que salía entre las nubes uno como un ser humano[a]. Se acercó al Anciano venerable y lo presentaron ante él. 14 Se le dieron poder, gloria y autoridad; todos los pueblos, naciones y lenguas estarán a su servicio. Su dominio no tendrá fin y su reino nunca será destruido.
El Señor reina
1 El SEÑOR reina,
se viste de majestad;
el SEÑOR se viste,
se pone el poder como cinturón.
El mundo está bien firme,
no será removido.
2 Tu reino ha existido siempre;
tú existes desde la eternidad.
3 Se levantaron los ríos, SEÑOR,
hacen gran estruendo.
Alzan sus olas rugientes,
4 pero tú, SEÑOR, reinando desde el cielo,
eres más poderoso que las fuertes olas
y que el estruendo de las aguas.
5 Se puede confiar en lo que tú declaras,[a]
lo que tú siempre dijiste en cuanto a tu casa,
tu hogar santo, SEÑOR.
Mensajes de Jesús
4 Cordial saludo de Juan
Para las siete iglesias que están en Asia:
Que todos ustedes gocen del generoso amor y la paz de parte del que es y era y viene; de parte de los siete espíritus que están ante su trono 5 y de parte de Jesucristo, quien es el testigo fiel, el primero en resucitar y el que gobierna sobre los reyes del mundo. Cristo nos ama y con su sangre nos liberó de nuestros pecados, 6 ha hecho de nosotros un reino y nos hizo sacerdotes que sirven a Dios su Padre. ¡A él sean el poder y la gloria por siempre! Así sea.
7 Miren, Cristo va a venir en las nubes.
Todos lo verán con sus propios ojos,
incluso los que lo atravesaron[a];
y todas las naciones de la tierra llorarán por él.
Así sea.
8 El Señor Dios dice: «Yo soy el Alfa y la Omega,[b] el que es y era y viene. Soy el Todopoderoso».
33 Entonces Pilato regresó al palacio, llamó a Jesús y le dijo:
—¿Eres tú el rey de los judíos?
34 Jesús contestó:
—¿Estás diciendo esto por ti mismo o ya otros te han hablado de mí?
35 Pilato respondió:
—¿Tú crees que soy un judío? Tu gente y los jefes de los sacerdotes fueron los que te trajeron a mí. ¿Qué hiciste?
36 Jesús respondió:
—Mi reino no pertenece a este mundo. Si así fuera, mis siervos pelearían para que no estuviera en manos de los judíos. Pero, de hecho, mi reino no es de acá.
37 Entonces Pilato le dijo:
—¿Así que eres un rey?
Jesús respondió:
—Tú dices que soy un rey. Nací para serlo y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que sea de la verdad, escucha mi voz.
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