Revised Common Lectionary (Complementary)
Al director musical. Para Jedutún. Salmo de David.
62 Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi salvación.
2 Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector.
¡Jamás habré de caer!
3 ¿Hasta cuándo atacaréis todos vosotros
a un hombre para derribarlo?
Es como un muro inclinado,
¡como una cerca a punto de derrumbarse!
4 Solo quieren derribarlo
de su lugar de preeminencia.
Se complacen en la mentira:
bendicen con la boca,
pero maldicen con el corazón. Selah
5 Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi esperanza.
6 Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector
y no habré de caer.
7 Dios es mi salvación y mi gloria;
es la roca que me fortalece;
¡mi refugio está en Dios!
8 Confía siempre en él, pueblo mío;
ábrele tu corazón cuando estés ante él.
¡Dios es nuestro refugio! Selah
9 Una quimera es la gente de humilde cuna,
y una mentira la gente de alta alcurnia;
si se les pone juntos en la balanza,
todos ellos no pesan nada.
10 No confiéis en la extorsión
ni os hagáis ilusiones con sus rapiñas;
y, aunque se multipliquen vuestras riquezas,
no pongáis el corazón en ellas.
11 Una cosa ha dicho Dios,
y dos veces lo he escuchado:
Que tú, oh Dios, eres poderoso;
12 que tú, Señor, eres todo amor;
que tú pagarás a cada uno
según lo que merezcan sus obras.
2 El Señor tiene un pleito contra Judá:
le hará pagar a Jacob[a] todo lo que ha hecho,
le dará lo que merecen sus obras.
3 Ya en el seno materno suplantó a su hermano,
y cuando se hizo hombre luchó con Dios.
4 Luchó con el ángel, y lo venció;
lloró y le rogó que lo favoreciera.
Se lo encontró en Betel,
y allí habló con él;
5 ¡habló con el Señor Dios Todopoderoso,
cuyo nombre es el Señor!
6 Pero tú debes volverte a tu Dios,
practicar el amor y la justicia,
y confiar siempre en él.
7 Canaán[b] usa balanzas fraudulentas,
pues le gusta explotar a los demás.
8 Efraín dice con jactancia:
«¡Cómo me he enriquecido!
¡He amasado una gran fortuna!
En todas mis ganancias no encontrarán
que haya pecado en algo».
9 «Yo soy el Señor tu Dios
desde que estabas en Egipto,
y haré que vuelvas a vivir en tiendas,
como en los días de nuestro encuentro en el desierto.[c]
10 Yo les hablé a los profetas;
les hice tener muchas visiones,
y por medio de ellos hablé en parábolas».
11 ¿Es Galaad malvado?
¡No hay duda de que no vale nada!
En Guilgal sacrifica toros;
por eso sus altares quedarán reducidos a montones de piedra
entre los surcos del campo.
12 Jacob huyó a un campo de Aram;[d]
Israel trabajó cuidando ovejas
en pago por su esposa.
13 Para sacar a Israel de Egipto, y después cuidarlo,
el Señor usó a un profeta.
14 Pero Efraín ha irritado a su Señor;
le ha causado un amargo disgusto.
Por eso el Señor le hará pagar sus crímenes
y le devolverá sus injurias.
El joven rico(A)
16 Sucedió que un hombre se acercó a Jesús y le preguntó:
―Maestro, ¿qué es lo bueno que debo hacer para obtener la vida eterna?
17 ―¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno?[a] —respondió Jesús—. Solamente hay uno que es bueno. Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.
18 ―¿Cuáles? —preguntó el hombre.
Contestó Jesús:
―“No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, 19 honra a tu padre y a tu madre”,[b] y “ama a tu prójimo como a ti mismo”.[c]
20 ―Todos esos los he cumplido[d] —dijo el joven—. ¿Qué más me falta?
21 ―Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
22 Cuando el joven oyó esto, se fue triste, porque tenía muchas riquezas.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® (Castellano) © 1999, 2005, 2017 por