Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Salmos 95:1-7

Cántico de alabanza y de adoración

95 ¡Vengan y con alegría aclamemos al Señor!
¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación!
¡Lleguemos ante su presencia con alabanza!
¡Aclamémosle con cánticos!
¡Grande es el Señor, nuestro Dios!
¡Gran Rey es él sobre todos los dioses!
En su mano están las profundidades de la tierra,
y las alturas de los montes son suyas.
Suyo es también el mar, pues él lo hizo,
y sus manos formaron la tierra seca.

¡Vengan, y rindámosle adoración!
¡Arrodillémonos delante del Señor, nuestro Creador!
El Señor es nuestro Dios,
y nosotros somos el pueblo de su prado;
¡somos las ovejas de su mano!

«Si hoy escuchan ustedes mi voz,

1 Reyes 22:13-23

13 El mensajero que el rey mandó por Micaías, lo halló y le dijo:

«Todos los profetas auguran éxito a Su Majestad. Une tu voz a la de ellos, y augúrale mucho éxito.»

14 Pero Micaías respondió:

«Juro por el Señor, que sólo diré lo que el Señor me ordene decir.»

15 Cuando Micaías se presentó ante el rey, éste le preguntó:

«Dime, Micaías; ¿debemos ir y atacar a Ramot de Galaad, o la dejaremos en paz?»

Y Micaías le respondió:

«Ve y atácala, que saldrás victorioso. El Señor te la va a entregar.»

16 Pero el rey le dijo:

«¿Cuántas veces tengo que decirte, en el nombre del Señor, que me digas sólo la verdad?»

17 Entonces Micaías dijo:

«Tuve una visión, y en ella vi al pueblo de Israel disperso por los montes, como ovejas sin pastor.(A) Entonces el Señor dijo: “Esta gente no tiene quién la guíe. Es mejor que todos se regresen a su casa en paz.”»

18 El rey de Israel se volvió a Josafat, y le dijo:

«¿No te lo había dicho ya? Micaías nunca me anuncia nada bueno. Sólo me anuncia calamidades.»

19 Pero Micaías replicó:

«¡Ahora vas a oír la palabra del Señor! Yo vi al Señor en su trono, rodeado de todos los ejércitos del cielo. 20 Y el Señor preguntó: “¿Quién incitará a Ajab para que ataque a Ramot de Galaad y sea derrotado?” Las opiniones estaban divididas. 21 Pero un espíritu se presentó ante el Señor y dijo que él lo incitaría. Cuando el Señor le preguntó cómo lo haría, 22 el espíritu dijo: “Voy a mezclarme entre los profetas, y los haré decir mentiras.” Entonces el Señor le dijo: “Pues ve y hazlo pronto. Indúcelos a que hagan lo que dices.” 23 Así que el Señor ha puesto en labios de tus profetas un espíritu que los hace decir mentiras. Y el Señor ha determinado que te sobrevenga la calamidad.»

Apocalipsis 14:1-11

El cántico de los 144 000

14 Miré, y vi que el Cordero estaba de pie sobre el monte de Sión, y que con él había ciento cuarenta y cuatro mil personas, las cuales tenían inscritos en la frente el nombre de él y el de su Padre.(A) Entonces oí una voz que venía del cielo, semejante al estruendo de un poderoso caudal de agua, y al sonido de un fuerte trueno. La voz que oí parecía ser la de arpistas que tocaban sus arpas. Estaban ante el trono, delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos, y cantaban un cántico nuevo, que nadie más podía aprender sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido redimidos de la tierra. Éstos son los que jamás tuvieron contacto con mujeres, pues son vírgenes, y son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Fueron redimidos de entre toda la gente como los primeros frutos para Dios y para el Cordero. No se halló en sus labios mentira alguna,(B) pues son irreprochables.

El mensaje de los tres ángeles

Luego vi otro ángel, el cual volaba en medio del cielo. Tenía el evangelio eterno, para predicarlo a los habitantes de la tierra, es decir, a toda nación, raza, lengua y pueblo. Ese ángel decía con fuerte voz: «Teman a Dios, y denle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y los manantiales de agua.»

A ese ángel lo siguió otro, que decía: «¡Ya cayó Babilonia!(C) ¡Ya cayó esa gran ciudad! Cayó porque embriagó a todas las naciones con el ardiente vino de su inmoralidad sexual.»

A los dos ángeles los siguió un tercero, que a grandes voces decía: «El que adore a la bestia y a su imagen, y acepte llevar su marca en la frente o en la mano, 10 también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en la copa de su ira,(D) y será atormentado con fuego y azufre(E) delante de los santos ángeles y del Cordero. 11 El humo de su tormento subirá por los siglos de los siglos,(F) pues ni de día ni de noche tendrán reposo los que adoren a la bestia y a su imagen, ni nadie que acepte llevar la marca de su nombre.»

Reina Valera Contemporánea (RVC)

Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas