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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 26:1-8

Salmo 26 (25)

Hazme justicia, Señor.

26 De David.
Hazme justicia, Señor, pues camino con rectitud.
En el Señor confío, jamás dudaré.
Señor, examíname, ponme a prueba,
sondea mi conciencia y mis pensamientos.
Ante mí tengo presente tu amor
y con tu verdad recorro mi camino.
No tomo asiento con los falsos
ni me alío con los hipócritas;
detesto la asamblea de los malvados
y no me siento con los perversos.
Lavo mis manos en señal de inocencia
y me acerco a tu altar, Señor,
para hacer resonar un clamor de gratitud
y proclamar todas tus maravillas.
Señor, yo amo la casa en que habitas,
el lugar que es morada de tu gloria.

Jeremías 14:13-18

13 Yo respondí:

— ¡Ay, Señor mi Dios! La culpa es de los profetas que les dicen: “No verán la espada ni pasarán hambre; les concederé permanente seguridad en este lugar”.

14 Me contestó el Señor:

— Los profetas anuncian mentiras en mi nombre. No los envié ni les ordené tales cosas; no les dirigí la palabra. Les profetizan visiones y oráculos falsos, necedades y fantasías de su mente. 15 Por eso, así dice el Señor a los profetas que profetizan en mi nombre sin que yo los haya enviado, a esos que dicen que este país no experimentará la espada ni pasará hambre: Esos profetas serán consumidos por la espada y por el hambre. 16 Y el pueblo a quien profetizan yacerá tirado por las calles de Jerusalén, víctima del hambre y de la espada. Y nadie los enterrará: ni a ellos, ni a sus mujeres, ni a sus hijos ni a sus hijas. Haré que recaigan sobre ellos sus maldades.

17 Les comunicarás esta palabra:

Mis ojos se deshacen en lágrimas,
de noche y de día, sin descanso,
por el terrible quebranto sufrido
por la doncella, capital de mi pueblo,
herida de un golpe fatal.
18 Si salgo a descampado,
víctimas de la espada;
si entro en la ciudad,
extenuados por el hambre.
Incluso sacerdotes y profetas
recorren el país desorientados.

Efesios 5:1-6

Puesto que son hijos amados de Dios, procuren parecerse a él y hagan del amor su norma de vida, pues también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios.

Y en cuanto a la lujuria, a cualquier clase de impureza o a la avaricia, ni siquiera se mencionen entre ustedes. Así deben comportarse los creyentes. Y lo mismo digo de las obscenidades, conversaciones estúpidas o indecentes, cosas todas que están fuera de lugar; lo de ustedes es dar gracias a Dios. Tengan bien entendido que ningún lujurioso, ningún indecente, ningún avaro —la avaricia es una especie de idolatría—, tendrá parte en la herencia del reino de Cristo y de Dios.

Hijos de la luz

Que nadie los engañe con palabras falaces. Estas son precisamente las cosas que encienden la ira de Dios sobre quienes se niegan a obedecerle.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España