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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
1 Reyes 19:15-16

15 El Señor le dijo:

— Anda, vuelve por el camino por el que has venido hacia el desierto en dirección a Damasco. Cuando llegues, unge a Jazael como rey de Siria; 16 unge a Jehú, hijo de Nimsí, como rey de Israel; y unge a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, como profeta sucesor tuyo.

1 Reyes 19:19-21

La vocación de Eliseo

19 Elías se marchó de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntas de bueyes e iba detrás de la última. Elías pasó junto a él y lo cubrió con su manto. 20 Eliseo dejó los bueyes, corrió detrás de Elías y le dijo:

— Déjame despedirme de mis padres. Luego te sigo.

Elías le respondió:

— Vete y vuelve. Yo no te lo impido.

21 Eliseo se volvió, agarró la yunta de bueyes y los sacrificó. Luego asó la carne con los aperos de los bueyes e invitó a comer a la gente. Después emprendió la marcha tras Elías y se puso a su servicio.

Salmos 16

Salmo 16 (15)

Tú me muestras el camino de la vida

16 Poema de David.
Dios, protégeme, que en ti confío.
Dijiste al Señor: “Tú eres mi dueño,
mi felicidad está en ti”.
En cuanto a las divinidades de esta tierra:
esos poderes que tanto me complacían,
esos muchos ídolos tras los que corren,
yo no les ofreceré sacrificios
ni pronunciaré su nombre con mis labios.
El Señor es la parte de mi herencia y mi copa,
tú eres quien diriges mi destino.
Me ha tocado una buena porción,
mi heredad me deleita.
Bendeciré al Señor que me aconseja,
aún de noche me remuerde mi conciencia.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no sucumbiré.
Por eso se alegra mi corazón,
mi interior se regocija,
todo mi ser descansa tranquilo,
10 pues no me abandonarás
en el reino de los muertos,
no permitirás que tu fiel vea la tumba.
11 Tú me muestras el camino de la vida,
junto a ti abunda la alegría,
a tu lado el gozo no tiene fin.

Gálatas 5:1

III.— LA VERDADERA LIBERTAD CRISTIANA (5,1—6,10)

Libres en Cristo

Cristo nos ha liberado para que disfrutemos de libertad. Manténganse, pues, firmes y no permitan que los conviertan de nuevo en esclavos.

Gálatas 5:13-25

13 Hermanos, han sido llamados a disfrutar de libertad. ¡No utilicen esa libertad como tapadera de apetencias puramente humanas! Al contrario, háganse esclavos los unos de los otros por amor. 14 Toda la ley se cumple, si se cumple este solo mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 15 Pero si andan mordiéndose y devorándose unos a otros, terminarán por destruirse mutuamente.

La vida según el Espíritu

16 Los exhorto, pues, a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu y así no se dejarán arrastrar por desordenadas apetencias humanas. 17 Porque las desordenadas apetencias humanas están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de tales apetencias. El antagonismo es tan irreductible, que les impide hacer lo que ustedes desearían. 18 Pero si los guía el Espíritu, ya no están bajo el dominio de la ley.

19 Sabido es cómo se comportan los que viven sometidos a sus apetitos desordenados: son adúlteros, lujuriosos, libertinos, 20 idólatras, supersticiosos; alimentan odios, promueven contiendas, se enzarzan en rivalidades, rebosan rencor; son egoístas, partidistas, sectarios, 21 envidiosos, borrachos, amigos de orgías, y otras cosas por el estilo. Ya se lo advertí a ustedes en su día y ahora vuelvo a hacerlo: esos tales no heredarán el reino de Dios.

22 En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, lealtad, 23 humildad y dominio de sí mismo. Ninguna ley existe en contra de todas estas cosas. 24 Y no en vano los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado lo que en ellos hay de apetitos desordenados, junto con sus pasiones y malos deseos. 25 Si, pues, vivimos animados por el Espíritu, actuemos conforme al Espíritu.

Lucas 9:51-62

IV.— CAMINO HACIA JERUSALÉN (9,51—19,28)

Los samaritanos rechazan a Jesús

51 Cuando ya iba acercándose el tiempo de su Pascua, Jesús tomó la firme decisión de dirigirse a Jerusalén. 52 Envió por delante mensajeros que entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. 53 Pero como Jesús se dirigía a Jerusalén, los samaritanos se negaron a recibirlo. 54 Al ver esto, los discípulos Santiago y Juan dijeron:

— Señor, ¿ordenamos que descienda fuego del cielo y los destruya?

55 Pero Jesús, encarándose con ellos, los reprendió con severidad.

56 Y se fueron a otra aldea.

Condiciones del discipulado (Mt 8,19-22)

57 Mientras iban de camino, dijo uno a Jesús:

— Estoy dispuesto a seguirte adondequiera que vayas.

58 Jesús le contestó:

— Las zorras tienen guaridas y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre ni siquiera tiene dónde recostar la cabeza.

59 A otro le dijo:

— Sígueme.

A lo que respondió el interpelado:

— Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre.

60 Jesús le contestó:

— Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú dedícate a anunciar el reino de Dios.

61 Otro le dijo también:

— Estoy dispuesto a seguirte, Señor, pero permíteme que primero me despida de los míos.

62 Jesús le contestó:

— Nadie que ponga su mano en el arado y mire atrás es apto para el reino de Dios.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España