Revised Common Lectionary (Complementary)
(A)Al director musical. Petición de David.
70 ¡Ven, oh Dios, a librarme!
¡Ven pronto, Señor, en mi auxilio!
2 Que sean avergonzados y confundidos
los que tratan de matarme.
Que retrocedan humillados
todos los que desean mi ruina.
3 Que vuelvan atrás por su vergüenza
los que se burlan de mí.
4 Pero que todos los que te buscan
se alegren en ti y se regocijen;
que los que aman tu salvación digan siempre:
«¡Sea Dios exaltado!».
5 Yo soy pobre y necesitado;
¡ven pronto a mí, oh Dios!
Tú eres mi socorro y mi libertador;
¡no te demores, Señor!
Vocación del profeta Amós
3 Escuchen, israelitas, esta palabra que el Señor pronuncia contra ustedes, contra toda la familia que saqué de Egipto:
2 «Solo a ustedes los he escogido
entre todas las familias de la tierra.
Por tanto, les haré pagar
todas sus perversidades».
3 ¿Pueden dos caminar juntos
sin antes ponerse de acuerdo?
4 ¿Ruge el león en la espesura
sin tener presa alguna?
¿Gruñe el cachorro de león en su guarida
sin haber atrapado nada?
5 ¿Cae el pájaro en la trampa
si no fue armada?
¿Salta del suelo la trampa
sin haber atrapado nada?
6 ¿Se toca la trompeta en la ciudad
sin que el pueblo se alarme?
¿Ocurrirá en la ciudad alguna desgracia
que el Señor no haya enviado?
7 En verdad, nada hace el Señor y Dios
sin antes revelar sus planes
a sus siervos los profetas.
8 Ruge el león;
¿quién no temblará de miedo?
Habla el Señor y Dios;
¿quién no profetizará?
El castigo a Israel
9 Proclamen en las fortalezas de Asdod
y en las fortalezas de Egipto:
«Reúnanse sobre los montes de Samaria
y vean cuánto desorden hay en ella,
¡cuánta opresión hay en su medio!».
10 «Los que acumulan en sus fortalezas
el fruto de la violencia y el saqueo
no saben actuar con rectitud»,
afirma el Señor.
11 Por lo tanto, así dice el Señor y Dios:
«Un enemigo invadirá tu tierra;
echará abajo tu poderío
y saqueará tus fortalezas».
12 Así dice el Señor:
«Como un pastor rescata de la boca del león
solo dos huesos de las patas o un pedazo de oreja,
así serán rescatados los israelitas que viven en Samaria
con un pedazo de una cama
y la pata de un diván.[a]
13 El sexto ángel tocó su trompeta y oí una voz que salía de entre los cuernos del altar de oro que está delante de Dios. 14 A este ángel que tenía la trompeta, la voz le dijo: «Suelta a los cuatro ángeles que están atados a la orilla del gran río Éufrates». 15 Así que los cuatro ángeles que habían sido preparados precisamente para esa hora y ese día, mes y año, quedaron sueltos para matar a la tercera parte de la humanidad. 16 Oí que el número de las tropas de caballería llegaba a doscientos millones.
17 Así vi en la visión a los caballos y a sus jinetes: tenían coraza de color rojo encendido, púrpura y amarillo como azufre. La cabeza de los caballos era como de león y por la boca echaban fuego, humo y azufre. 18 La tercera parte de la humanidad murió a causa de las tres plagas de fuego, humo y azufre que salían de la boca de los caballos. 19 Es que el poder de los caballos radicaba en su boca y en su cola; pues sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas con las que hacían daño.
20 El resto de la humanidad, los que no murieron a causa de estas plagas, tampoco se arrepintieron de sus malas acciones ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, plata, bronce, piedra y madera, los cuales no pueden ver ni oír ni caminar. 21 Tampoco se arrepintieron de sus asesinatos ni de sus artes mágicas, inmoralidad sexual y robos.
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