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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Sabiduría 12:13

13 Dios nuestro,
aparte de ti no hay otro dios
que cuide de todos los pueblos.
A ningún dios tienes que probarle
que has hecho lo correcto.

Sabiduría 12:16-19

16 Siempre actúas con justicia,
porque tienes el poder para hacerlo,
y tienes compasión de todos
porque toda la creación te pertenece.

17 Si alguien duda de tu poder,
le haces ver lo poderoso que eres.
Tú confundes a los orgullosos,
que saben de tu poder
pero no te tienen miedo.

18 Tú nos juzgas con bondad
y nos gobiernas con gran amor;
porque sabes usar tu poder,
y lo aplicas cuando quieres.

Dios enseña a su pueblo a ser compasivo

19 Al actuar de esa manera,
enseñaste a tu pueblo
a ser bondadoso con todos;
y llenaste de esperanza a tu pueblo
al darles la oportunidad
de arrepentirse de sus pecados.

Isaías 44:6-8

El Dios todopoderoso, rey y salvador de Israel, continuó diciendo:

«Yo soy el primero y el último;
fuera de mí no hay otro Dios.
Si acaso lo hay,
que se presente y lo diga;
que anuncie el futuro
y diga lo que va a suceder.

»¡Ánimo, no tengan miedo!
Desde hace mucho tiempo
les he anunciado estas cosas
y ustedes son mis testigos.
No hay otro dios fuera de mí,
no hay otro dios que los proteja.
¡Y si lo hay, yo no lo conozco!»

Salmos 86:11-17

11 Dios mío,
yo quiero hacer siempre
lo que tú ordenes;
¡enséñame a hacerlo!
Pon en mí este único deseo:
¡adorarte sólo a ti!

12 Mi Señor y Dios,
yo quiero alabarte siempre
con todo el corazón.
13 Tanto me amas
que no me dejas morir.

14 Dios mío,
una banda de asesinos
que presume de su maldad
me ataca y quiere matarme.
No quieren nada contigo.
15 Pero tú, mi Dios,
eres bondadoso y compasivo;
no te enojas fácilmente,
y tu amor es siempre el mismo.
16 Dirige a mí tu mirada
y tenme compasión.
Soy tu servidor más humilde,
¡concédeme tu fuerza
y ven a salvarme!
17 Haz que mi vida refleje
lo bueno que eres tú.
Quedarán en ridículo mis enemigos
cuando vean que tú
me das ayuda y consuelo.

Romanos 8:12-25

12 Por eso, hermanos, ya no estamos obligados a vivir de acuerdo con nuestros propios deseos. 13 Si ustedes viven de acuerdo a esos deseos, morirán para siempre; pero si por medio del Espíritu Santo ponen fin a esos malos deseos, tendrán vida eterna. 14 Todos los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios. 15 Porque el Espíritu que Dios les ha dado no los esclaviza ni les hace tener miedo. Por el contrario, el Espíritu nos convierte en hijos de Dios y nos permite llamar a Dios: «¡Papá!» 16 El Espíritu de Dios se une a nuestro espíritu, y nos asegura que somos hijos de Dios. 17 Y como somos sus hijos, tenemos derecho a todo lo bueno que él ha preparado para nosotros. Todo eso lo compartiremos con Cristo. Y si de alguna manera sufrimos como él sufrió, seguramente también compartiremos con él la honra que recibirá.

Un futuro maravilloso

18 Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él. 19 El mundo entero espera impaciente que Dios muestre a todos que nosotros somos sus hijos. 20 Pues todo el mundo está confundido, y no por su culpa, sino porque Dios así lo decidió. Pero al mundo le queda todavía la esperanza 21 de ser liberado de su destrucción. Tiene la esperanza de compartir la maravillosa libertad de los hijos de Dios. 22 Nosotros sabemos que este mundo se queja y sufre de dolor, como cuando una mujer embarazada está a punto de dar a luz.

23 Y no sólo sufre el mundo, sino que también sufrimos nosotros, los que tenemos al Espíritu Santo, que es el anticipo de todo lo que Dios nos dará después. Mientras esperamos que Dios nos adopte definitivamente como sus hijos, y nos libere del todo, sufrimos en silencio. 24 Dios nos salvó porque tenemos la confianza de que así sucederá. Pero esperar lo que ya se está viendo no es esperanza, pues ¿quién sigue esperando algo que ya tiene? 25 Sin embargo, si esperamos recibir algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo con paciencia.

Mateo 13:24-30

La mala hierba y el trigo

24 Jesús les puso este otro ejemplo:

«En el reino de Dios sucede lo mismo que le pasó a uno que sembró, en su terreno, muy buenas semillas de trigo. 25 Mientras todos dormían, llegó su enemigo y, entre las semillas de trigo, sembró semillas de una mala hierba llamada cizaña, y después se fue.

26 »Cuando las semillas de trigo produjeron espigas, los trabajadores se dieron cuenta de que también había crecido cizaña. 27 Entonces fueron a donde estaba el dueño del terreno, y le dijeron: “Señor, si usted sembró buenas semillas de trigo, ¿por qué también creció la cizaña?”

28 »El dueño les dijo: “Esto lo hizo mi enemigo”.

»Los trabajadores le preguntaron: “¿Quiere que vayamos a arrancar la mala hierba?”

29 »El dueño les dijo: “¡No! El trigo y la cizaña se parecen mucho, y a lo mejor ustedes van y arrancan el trigo junto con la cizaña. 30 Mejor dejen que las dos plantas crezcan juntas. Cuando llegue el tiempo de la cosecha, podremos distinguir cuál es el trigo y cuál es la cizaña. Entonces enviaré a los trabajadores para que arranquen primero la cizaña, la amontonen y la quemen. Luego recogerán el trigo y lo llevarán a mi granero.”»

Mateo 13:36-43

Jesús explica el ejemplo de la cizaña

36 Jesús dejó a la gente allí y se fue a la casa. Entonces sus discípulos fueron a decirle:

—Explícanos qué significa el ejemplo de la mala hierba en el terreno.

37 Jesús les dijo:

«El que siembra la buena semilla de trigo soy yo, el Hijo del hombre. 38 El terreno es el mundo, y las buenas semillas de trigo son todos los que obedecen las leyes del reino de Dios. Las semillas de cizaña son los que obedecen al diablo, 39 que fue quien las sembró en el mundo. El tiempo de la cosecha es el juicio final, y los trabajadores que recogen la cosecha son los ángeles. 40 Cuando Dios juzgue a todos, será como cuando se arranca la mala hierba y se quema. 41 Yo, el Hijo del hombre, enviaré a mis ángeles para que saquen de mi reino a todos los que hacen lo malo y obligan a otros a hacerlo. 42 A esas personas, los ángeles las echarán en el infierno, y allí tendrán tanto miedo que llorarán y les rechinarán los dientes. 43 Pero los que obedecen a Dios brillarán en el reino del Padre como brilla el sol. ¡Ustedes, si en verdad tienen oídos, presten atención!