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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
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Lamentaciones 3:23-33

Chet:

23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fe.

Chet:

24 Mi parte es el SEÑOR, dijo mi alma; por tanto a él esperaré.

Tet:

25 Bueno es el SEÑOR a los que en él esperan, al alma que le buscare.

Tet:

26 Bueno es esperar callando en la salvación del SEÑOR.

Tet:

27 Bueno es al varón, si llevare el yugo desde su juventud.

Yod:

28 Se sentará solo, y callará, porque lo llevó sobre sí.

Yod:

29 Pondrá su boca en el polvo, si por ventura habrá esperanza.

Yod:

30 Dará la mejilla al que le hiriere; se llenará de afrenta.

Cof:

31 Porque el Señor no desechará para siempre;

Cof:

32 Antes si afligiere, también se compadecerá según la multitud de sus misericordias.

Cof:

33 Porque no aflige ni acongoja de su corazón a los hijos de los hombres.

Salmos 30

Salmo de canción al estrenar la casa de David:

Te ensalzaré, oh SEÑOR; porque me has ensalzado; y no hiciste alegrar mis enemigos de mí.

SEÑOR Dios mío, clamé a ti, y me sanaste.

Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.

Cantad al SEÑOR sus misericordiosos, y celebrad la memoria de su santidad.

Porque un momento hay en su furor; mas en su voluntad está la vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.

¶ Y dije yo en mi prosperidad: No seré jamás conmovido;

porque , SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.

A ti, oh DIOS, llamaré; y al Señor suplicaré.

¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descendiere al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

10 Oye, oh SEÑOR, y ten misericordia de mí: SEÑOR, sé mi ayudador.

11 Has tornado mi endecha en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.

12 Por tanto a ti canté gloria, y no callé; SEÑOR Dios mío, te alabaré para siempre.

2 Corintios 8:7-15

¶ Por tanto, como en todo abundáis, en fe, y en Palabra, y en ciencia, y en toda solicitud, y en vuestra caridad con nosotros, que también abundéis en esta gracia.

No hablo como quien manda, sino por experimentar la liberalidad de vuestra caridad por la solicitud de los otros.

Porque ya sabéis la gracia del Señor nuestro, Jesús el Cristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos.

10 Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis, no sólo a hacerlo, sino también a ser solícitos desde el año pasado.

11 Ahora pues, llevad también a cabo el hecho, para que como fue pronto el ánimo de la voluntad, así también sea en cumplirlo de lo que tenéis.

12 Porque si primero hay la voluntad pronta, será acepta por lo que tiene, no por lo que no tiene.

13 Porque no digo esto para que haya para otros desahogo, y para vosotros apretura;

14 sino para que en este tiempo, por la equidad, vuestra abundancia supla la falta de los otros, para que también la abundancia de ellos otra vez supla vuestra falta, y haya igualdad;

15 como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más; y el que poco, no tuvo menos.

Marcos 5:21-43

21 ¶ Pasando otra vez Jesús en un barco a la otra orilla, se juntó a él gran multitud; y estaba junto al mar.

22 Y vino uno de los príncipes de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,

23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está a la muerte; ven y pondrás las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.

24 Y fue con él, y le seguía gran multitud, y le apretaban.

25 Y una mujer que estaba con flujo de sangre hace doce años,

26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,

27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su vestido.

28 Porque decía: Si tocare tan solamente su vestido, seré salva.

29 Luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que era sana de aquel azote.

30 Y luego Jesús, conociendo en sí mismo la virtud que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?

31 Le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

32 Y él miraba alrededor para ver a la que había hecho esto.

33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en sí había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

34 El le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.

35 ¶ Hablando aún él, vinieron de casa del príncipe de la sinagoga, diciendo: Tu hija es muerta; ¿para qué fatigas más al Maestro?

36 Mas luego Jesús, oyendo esta razón que se decía, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas, cree solamente.

37 Y no permitió que alguno viniera tras él sino Pedro, y Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.

38 Y llegaron a la casa del príncipe de la sinagoga, y vio el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.

39 Y entrando, les dice: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no está muerta, sino duerme.

40 Y hacían burla de él; mas él, echados fuera todos, toma al padre y a la madre de la muchacha, y a los que estaban con él, y entra donde la muchacha estaba.

41 Y tomando la mano de la muchacha, le dice: Talita cumi; que es, si lo interpretares: Muchacha, a ti te digo, levántate.

42 Y luego la muchacha se levantó, y andaba; porque era de doce años. Y se espantaron de grande espanto.

43 Mas él les mandó mucho que nadie lo supiera, y dijo que le dieran de comer.

Biblia del Jubileo (JBS)

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