Revised Common Lectionary (Complementary)
Masquil de Etán ezraíta.
1 Las misericordias del SEÑOR cantaré perpetuamente; de generación en generación haré notoria tu verdad con mi boca.
2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia en los cielos; en ellos afirmarás tu verdad.
3 Hice alianza con mi escogido; juré a David mi esclavo, diciendo:
4 Para siempre confirmaré tu simiente, y edificaré tu trono por todas las generaciones. (Selah.)
19 ¶ Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre uno que es valiente; he ensalzado un escogido de mi pueblo.
20 Hallé a David mi esclavo; lo ungí con el aceite de mi santidad.
21 Que mi mano será firme con él, mi brazo también lo fortificará.
22 No lo sujetará enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará.
23 Mas yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a sus aborrecedores.
24 Y mi verdad y mi misericordia serán con él; y en mi nombre será ensalzado su cuerno.
25 Asimismo pondré su mano en el mar, y en los ríos su diestra.
26 El me llamará: Mi padre eres tú, mi Dios, y la roca de mi salud.
12 ¶ Y fue dado aviso al rey David, diciendo: El SEÑOR ha bendecido la casa de Obed-edom, y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y trajo el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David con regocijo.
13 Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, sacrificaban un buey y un carnero grueso.
14 Y David saltaba con toda su fuerza delante del SEÑOR; y tenía vestido David un efod de lino.
15 Así David y toda la casa de Israel llevaban el arca del SEÑOR con gritos y sonido de shofar.
16 Y cuando el arca del SEÑOR llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl estaba mirando desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y bailaba con toda su fuerza delante del SEÑOR; y le menospreció en su corazón.
17 Metieron, pues, el arca del SEÑOR, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había tendido; y sacrificó David holocaustos y pacíficos delante del SEÑOR.
18 Y cuando David hubo acabado de ofrecer los holocaustos y pacíficos, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR de los ejércitos.
19 Y repartió a todo el pueblo, y a toda la multitud de Israel, así a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, y un pedazo de carne, y un frasco de vino. Y se fue todo el pueblo, cada uno a su casa.
5 Porque ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, hoy yo te he engendrado, Y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí Hijo?
6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en la redondez de la tierra, dice: Y adórenlo todos los Angeles de Dios.
7 Y ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.
8 Mas al Hijo: Tu trono, oh DIOS; por el siglo del siglo; vara de equidad la vara de tu Reino;
9 amaste la justicia, y aborreciste la maldad; por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.
10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra; y los cielos son obras de tus manos;
11 ellos perecerán, mas tú eres permanente; y todos ellos se envejecerán como una vestidura;
12 y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años nunca se acabarán.
13 Pues, ¿A cuál de los ángeles dijo jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
14 ¿No son todos espíritus servidores, enviados en servicio por amor de los que son los herederos de la salud?
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