Revised Common Lectionary (Complementary)
Alabanza por la justicia de Dios
Salmo
98 Cantad a Jehová cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas;
su diestra lo ha salvado
y su santo brazo.
2 Jehová ha hecho notoria su salvación;
a vista de las naciones ha descubierto su justicia.
3 Se ha acordado de su misericordia y de su verdad
para con la casa de Israel;
todos los términos de la tierra han visto
la salvación de nuestro Dios.
4 Cantad alegres a Jehová, toda la tierra.
Levantad la voz, aplaudid y cantad salmos.
5 Cantad salmos a Jehová con arpa;
con arpa y voz de cántico.
6 Aclamad con trompetas y sonidos de bocina,
delante del Rey, Jehová.
7 Brame el mar y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan;
8 los ríos batan las manos,
regocíjense todos los montes
9 delante de Jehová,
porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia
y a los pueblos con rectitud.
Saúl y la adivina de Endor
3 Ya Samuel había muerto. Todo Israel lo había lamentado y lo había sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había expulsado de la tierra a los encantadores y adivinos.
4 Se reunieron, pues, los filisteos, y vinieron a acampar en Sunem. Mientras, Saúl reunió a todo Israel y acampó en Gilboa. 5 Cuando Saúl vio el campamento de los filisteos, tuvo miedo y se turbó sobremanera su corazón. 6 Consultó Saúl a Jehová, pero Jehová no le respondió ni por sueños ni por el Urim ni por los profetas. 7 Entonces Saúl dijo a sus criados:
—Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que vaya a consultar por medio de ella.
Sus criados le respondieron:
—Aquí, en Endor, hay una mujer que tiene espíritu de adivinación.
8 Se disfrazó Saúl poniéndose otras vestiduras y, acompañado por dos hombres, se llegó de noche a aquella mujer y le dijo:
—Te ruego que me adivines, por el espíritu de adivinación, y hagas venir a quien yo te diga.
9 La mujer le respondió:
—Bien sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha extirpado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, me pones esta trampa para hacerme morir?
10 Entonces Saúl le juró por Jehová:
—¡Vive Jehová!, que ningún mal te sobrevendrá por esto.
11 La mujer dijo:
—¿A quién te haré venir?
—Hazme venir a Samuel —respondió él.
12 Al ver la mujer a Samuel, lanzó un grito y dijo a Saúl:
13 —¿Por qué me has engañado?, pues tú eres Saúl.
—No temas. ¿Qué has visto? —le respondió el rey.
—He visto dioses que suben de la tierra —dijo la mujer a Saúl.
14 —¿Cuál es su forma? —le preguntó él.
—Un hombre anciano viene, cubierto de un manto —respondió ella.
Comprendió Saúl que era Samuel, y cayendo rostro en tierra, hizo una gran reverencia.
15 Samuel dijo a Saúl:
—¿Por qué me has inquietado haciéndome venir?
Saúl respondió:
—Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí. Dios se ha apartado de mí y ya no me responde, ni por medio de los profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me digas lo que debo hacer.
16 Samuel respondió:
—¿Para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo? 17 Jehová te ha hecho como predijo por medio de mí, pues Jehová ha arrancado el reino de tus manos y lo ha dado a tu compañero, David. 18 Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni atendiste al ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. 19 Junto contigo, Jehová entregará a Israel en manos de los filisteos; mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos. Jehová entregará también al ejército de Israel en manos de los filisteos.
La culpabilidad de la humanidad
18 La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad, 19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó: 20 Lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se hace claramente visible desde la creación del mundo y se puede discernir por medio de las cosas hechas. Por lo tanto, no tienen excusa, 21 ya que, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias. Al contrario, se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Pretendiendo ser sabios, se hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual, también los entregó Dios a la inmundicia, en los apetitos de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
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