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Proverbs Monthly

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Reina Valera Contemporánea (RVC)
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Proverbios 28-29

Proverbios antitéticos

28 El impío huye sin que nadie lo persiga,
pero el hombre justo vive tranquilo como un león.
Si el país anda mal, abundan los caudillos;
pero el hombre sabio y prudente le da estabilidad.
El gobernante que oprime a los pobres
es como una tormenta que arrasa los trigales.
Los transgresores alaban a los impíos;
los que observan la ley se oponen a ellos.
Los malvados no entienden nada de la justicia;
los que buscan al Señor lo entienden todo.
Es mejor ser pobre y portarse con integridad,
que ser rico y andar por el mal camino.
El hijo prudente observa la ley;
el que anda con glotones avergüenza a su padre.
El prestamista avaro aumenta sus riquezas
para dejárselas al que ama a los pobres.
Del que no presta oído a la ley,
hasta su oración resulta repugnante.
10 El que desvía a los justos hacia el mal camino
acabará por caer en su misma trampa,
pero los hombres honrados heredarán el bien.
11 El hombre rico se cree muy sabio,
pero el pobre e inteligente lo exhibe.
12 Si los justos triunfan, hay una gran fiesta;
si triunfan los impíos, todo el mundo se esconde.
13 El que encubre sus pecados no prospera;
el que los confiesa y se aparta de ellos
alcanza la misericordia divina.
14 ¡Dichoso aquél que siempre teme a Dios!
En cambio, el duro de corazón acabará mal.
15 Un león rugiente, un oso hambriento:
¡eso es el mal gobernante sobre el pueblo pobre!
16 El gobernante fatuo aumenta la extorsión;
el que odia la avaricia prolongará sus días.
17 El que lleva a cuestas la muerte de otro
huye hasta el sepulcro y nadie lo detiene.
18 El que es honrado sale bien librado,
pero el que va por mal camino caerá en un hoyo.
19 El que cultiva su campo tendrá pan de sobra,
el que cultiva ilusiones acabará en la pobreza.
20 El hombre fiel recibe muchas bendiciones;
el que quiere hacerse rico no sale bien librado.
21 No está bien discriminar a nadie;
Hay gente que peca por un bocado de pan.
22 El avaro tiene prisa por hacerse rico,
sin saber que la pobreza está en camino.
23 Cae mejor el que sabe reprender
que el que sólo sabe lisonjear.
24 El que roba a su padre o a su madre,
y alega que no ha hecho mal,
es amigo de gente nociva.
25 El que es altanero suscita contiendas,
pero el que confía en el Señor prospera.
26 Es de necios confiar en el propio corazón;
el que camina sabiamente saldrá bien librado.
27 El que da al pobre, nunca a pobre llegará;
el que se niega a verlo, será maldecido.
28 Si los malvados triunfan, la gente se esconde;
pero cuando mueren, los justos florecen.

29 El que se empecina ante la reprensión
acabará en la ruina pronto y sin remedio.
Cuando los justos triunfan, el pueblo se alegra;
cuando gobierna el impío, el pueblo gime.
El que ama la sabiduría alegra a su padre;
el que frecuenta rameras dilapida sus bienes.
Con justicia, el rey afirma la tierra;
la destruye el que impone tributos.
El que prodiga lisonjas a su prójimo
sólo está tendiéndole una trampa.
El pecado del malvado es su propia trampa,
pero el justo canta y vive feliz.
El justo hace suya la causa de los pobres;
de esto, el impío no entiende nada.
Los burlones pueden azuzar a toda una ciudad,
pero los sabios saben calmar los ánimos.
Cuando el sabio entra en pleito con el necio,
el necio no deja de reírse ni de burlarse.
10 Los homicidas odian al hombre cabal,
pero los hombres honrados buscan su bien.
11 El necio da rienda suelta a su enojo,
pero el sabio sabe cómo calmarlo.
12 Cuando un gobernante hace caso de mentiras,
todos sus servidores se vuelven corruptos.
13 El pobre y el usurero coinciden en algo:
el Señor da luz a los ojos de ambos.
14 El trono del rey se afirma para siempre,
si éste juzga a los pobres con la verdad.
15 La vara y la corrección imparten sabiduría,
pero el hijo consentido avergüenza a su madre.
16 Si aumentan los impíos, aumenta el pecado,
pero los justos los verán fracasar.
17 Corrige a tu hijo, y vivirás tranquilo,
y a ti mismo te dará grandes alegrías.
18 Cuando no hay visión, el pueblo se desvía;
¡dichoso aquél que obedece la ley!
19 Al siervo no se le corrige con palabras,
porque entiende pero no hace caso.
20 Fíjate en la gente que habla a la ligera:
¡más se espera del necio que de esa gente!
21 Si desde niño el amo consiente al siervo,
al final el siervo será su amo.
22 El hombre irascible suscita contiendas,
y el hombre violento comete muchos pecados.
23 La soberbia humilla al hombre;
al humilde de espíritu lo sostiene la honra.
24 El cómplice del ladrón se odia a sí mismo,
pues oye la imprecación y guarda silencio.
25 El miedo a los hombres es una trampa,
pero el que confía en el Señor es exaltado.
26 Muchos buscan el favor del gobernante,
pero la sentencia de cada uno viene del Señor.
27 Para los justos, los malvados son repugnantes;
para los malvados, los repugnantes son los justos.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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