Old/New Testament
19 ¶ Mejor es el pobre que camina en integridad, que el de perversos labios y loco.
2 ¶ El alma sin sabiduría no es buena; y el presuroso de pies peca.
3 ¶ La locura del hombre tuerce su camino; y contra el SEÑOR se aíra su corazón.
4 ¶ Las riquezas atraen muchos amigos; mas el pobre, de su amigo es apartado.
5 ¶ El testigo falso no será absuelto; y el que habla mentiras no escapará.
6 ¶ Muchos rogarán al príncipe; mas cada uno es amigo del hombre que da dones.
7 Todos los hermanos del pobre le aborrecen; ¡cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la amistad y no la hallará.
8 ¶ El que posee entendimiento, ama su alma; guarda la inteligencia, para hallar el bien.
9 ¶ El testigo falso no quedará sin castigo; y el que habla mentiras, perecerá.
10 ¶ No conviene al loco el deleite; ¡cuánto menos al esclavo ser señor de los príncipes!
11 ¶ El entendimiento del hombre detiene su furor; y su honra es disimular la ofensa.
12 ¶ Como el bramido del cachorro de león es la ira del rey; y su favor como el rocío sobre la hierba.
13 ¶ Dolor es para su padre el hijo loco; y gotera continua las contiendas de la mujer.
14 ¶ La casa y las riquezas herencia son de los padres; mas del SEÑOR la mujer prudente.
15 ¶ La pereza hace caer en sueño; y el alma negligente hambreará.
16 ¶ El que guarda el mandamiento, guarda su alma; mas el que menospreciare sus caminos, morirá.
17 ¶ Al SEÑOR presta el que da al pobre, y él le dará su paga.
18 ¶ Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se excite tu alma para destruirlo.
19 ¶ El de grande ira llevará la pena; porque aun si lo librares seguirá lo mismo.
20 ¶ Escucha el consejo, y recibe el castigo, para que seas sabio en tu vejez.
21 ¶ Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo del SEÑOR permanecerá.
22 ¶ Contentamiento es a los hombres hacer misericordia; pero es mejor hacerla al pobre que al mentiroso.
23 ¶ El temor del SEÑOR es para vida; el que lo tenga vivirá satisfecho; no será visitado de mal.
24 ¶ El perezoso esconde su mano en el seno; aun a su boca no la llevará.
25 ¶ Hiere al burlador, y el simple se hará prudente; y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.
26 ¶ El que roba a su padre y ahuyenta a su madre, es hijo avergonzador y deshonrador.
27 ¶ Cesa, hijo mío, de oír la enseñanza que induce a divagar de las razones de sabiduría.
28 ¶ El testigo de Belial se burlará del juicio; y la boca de los impíos encubrirá la iniquidad.
29 ¶ Aparejados están juicios para los burladores, y azotes para los cuerpos de los locos.
20 ¶ El vino hace burlador, la cerveza alborotadora; y cualquiera que en ellos yerra, no será sabio.
2 ¶ Como bramido de cachorro de león es el miedo del rey; el que lo hace enojar, peca contra su alma.
3 ¶ Honra es del hombre dejarse de contienda; mas todo loco se envolverá en ella.
4 ¶ El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará.
5 ¶ Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre inteligente lo alcanzará a sacar.
6 ¶ Muchos hombres publican cada uno su misericordia; mas varón de verdad, ¿quién lo hallará?
7 ¶ El justo que camina en su integridad, bienaventurados serán sus hijos después de él.
8 ¶ El rey que se sienta en el trono de juicio, con su mirar disipa todo mal.
9 ¶ ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón; limpio estoy de mi pecado?
10 ¶ Doble pesa y doble medida, abominación son al SEÑOR ambas cosas.
11 ¶ Aun el niño es conocido por sus obras, si su obra fuere limpia y recta.
12 ¶ El oído que oye, y el ojo que ve; el SEÑOR hizo ambas cosas.
13 ¶ No ames el sueño, para que no te empobrezcas; abre tus ojos, y te saciarás de pan.
14 ¶ El que compra dice: Malo es, malo es; mas cuando se aparta, se alaba.
15 ¶ Hay oro y multitud de piedras preciosas; mas los labios sabios son vaso precioso.
16 ¶ Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño; y tómale prenda al que fía la extraña.
17 ¶ Sabroso es al hombre el pan de mentira; mas después su boca será llena de cascajo.
18 ¶ Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con sabios consejos se hace la guerra.
19 ¶ El que descubre el secreto, en chismes anda; no te entremetas, pues, con el que lisonjea con sus labios.
20 ¶ El que maldice a su padre o a su madre, su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa.
21 ¶ La herencia adquirida de prisa al principio, su postrimería no será bendita.
22 ¶ No digas, yo me vengaré; espera al SEÑOR, y él te salvará.
23 ¶ Abominación son al SEÑOR las pesas dobles; y el peso falso no es bueno.
24 ¶ Del SEÑOR son los pasos del hombre; ¿cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
25 ¶ Lazo es al hombre el devorar lo santo, y andar pesquisando después de los votos.
26 ¶ El rey sabio esparce los impíos; y sobre ellos hace rodar la rueda.
27 ¶ Lámpara del SEÑOR es el aliento del hombre que escudriña lo secreto del vientre.
28 ¶ Misericordia y verdad guardan al rey; y con misericordia sustenta su trono.
29 ¶ La gloria de los jóvenes es su fortaleza, y la hermosura de los viejos su vejez.
30 ¶ Las señales de las heridas pasadas son medicina para curar lo malo; y las vivas amonestaciones llegan a lo más secreto del vientre.
21 ¶ Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano del SEÑOR; a todo lo que quiere lo inclina.
2 ¶ Todo camino del hombre es recto en su opinión; mas el SEÑOR pesa los corazones.
3 ¶ Hacer justicia y juicio es al SEÑOR más agradable que sacrificio.
4 ¶ Altivez de ojos, y orgullo de corazón, que es la lámpara de los impíos, es pecado.
5 ¶ Los pensamientos del solícito ciertamente van a abundancia; mas los de todo presuroso, indefectiblemente a pobreza.
6 ¶ Amontonar tesoros con lengua de mentira, es vanidad fugaz de aquellos que buscan la muerte.
7 ¶ La rapiña de los impíos los destruirá; por cuanto no quisieron hacer juicio.
8 ¶ El camino del hombre perverso es torcido y extraño; mas la obra del limpio es recta.
9 ¶ Mejor es vivir en un rincón del terrado que con la mujer rencillosa en espaciosa casa.
10 ¶ El alma del impío desea mal; su prójimo no le parece bien.
11 ¶ Cuando el burlador es castigado, el simple se hace sabio; y enseñando al sabio, toma sabiduría.
12 ¶ Considera el justo la casa del impío; cómo los impíos son trastornados por el mal.
13 ¶ El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará, y no será oído.
14 ¶ El don en secreto amansa el furor, y el presente en el seno, la fuerte ira.
15 ¶ Alegría es al justo el hacer juicio; mas quebrantamiento a los que hacen iniquidad.
16 ¶ El hombre que yerra del camino de la sabiduría, vendrá a parar en la compañía de los muertos.
17 ¶ Hombre necesitado será el que ama el deleite; y el que ama el vino y el ungüento no enriquecerá.
18 ¶ El rescate del justo será el impío, y por los rectos el prevaricador.
19 ¶ Mejor es morar en tierra del desierto, que con la mujer rencillosa e iracunda.
20 ¶ Tesoro codiciable y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre loco lo disipará.
21 ¶ El que sigue la justicia y la misericordia, hallará la vida, la justicia, y la honra.
22 ¶ La ciudad de los fuertes tomó el sabio, y derribó la fuerza en que ella confiaba.
23 ¶ El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.
24 ¶ Soberbio, arrogante y burlador es el nombre del que obra con la furia de la soberbia.
25 ¶ El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.
26 Hay quien todo el día codicia; mas el justo da, y sigue dando.
27 ¶ El sacrificio de los impíos es abominación; ¡cuánto más ofreciéndolo con maldad!
28 ¶ El testigo mentiroso perecerá; mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho.
29 ¶ El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos.
30 ¶ No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra el SEÑOR.
31 El caballo se apareja para el día de la batalla; mas la salvación es del SEÑOR.
7 ¶ Así que, amados, pues teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios.
2 Admitidnos: a nadie hemos injuriado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engañado.
3 No para condenaros lo digo; que ya he dicho antes; estáis en nuestros corazones, para morir y para vivir juntamente con nosotros.
4 Mucho atrevimiento tengo para con vosotros, mucho me glorío de vosotros; lleno estoy de consolación, sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.
5 ¶ Porque aun cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne; antes, en todo fuimos atribulados; de fuera, cuestiones; de dentro, temores.
6 Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito;
7 y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él fue consolado acerca de vosotros, haciéndonos saber vuestro deseo (grande), vuestro lloro, vuestro celo por mí, para que así me gozara más.
8 Porque aunque os contristé por la carta, no me arrepiento, aunque me pesó; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo os contristó.
9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para enmienda; porque habéis sido contristados según Dios, de tal manera que ninguna pérdida padecisteis por nuestra parte.
10 Porque el dolor que es según Dios, hace enmienda saludable, de la cual no hay que arrepentirse; pero el dolor del mundo obra muerte.
11 Porque he aquí esto mismo, que según Dios fuisteis contristados, ¿cuánta solicitud ha obrado en vosotros? ¡Qué defensa, qué enojo, qué temor, qué (gran) deseo, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.
12 ¶ Así que, aunque os escribí, no fue solamente por causa del que hizo la injuria, ni por causa del que la padeció, sino también para que os fuera manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.
13 Por tanto, tomamos consolación de vuestra consolación, pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido recreado su espíritu por todos vosotros.
14 Y si algo me he gloriado para con él de vosotros, no he sido avergonzado; sino que así, como todo lo que habíamos dicho de vosotros era con verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fue hallada verdadera.
15 Y sus entrañas son más abundantes para con vosotros, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, y de cómo lo recibisteis con temor y temblor.
16 Así que me gozo de que en todo estoy confiado de vosotros.
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