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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
2 Samuel 6-8

¶ Y David volvió a juntar todos los escogidos de Israel, treinta mil.

Y se levantó David, y fue con todo el pueblo que tenía consigo, de Baala de Judá, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre del SEÑOR de los ejércitos, que mora en ella entre los querubines.

Y pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en Gabaa; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.

Y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab que estaba en Gabaa, con el arca de Dios, Ahío iba delante del arca.

Y David y toda la casa de Israel danzaban delante del SEÑOR con toda suerte de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, adufes, flautas y címbalos.

¶ Y cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió la mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes daban sacudidas.

Y el furor del SEÑOR se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.

Y se entristeció David por haber herido el SEÑOR a Uza; y fue llamado aquel lugar Pérez-uza (rotura de Uza), hasta hoy.

Y temiendo David al SEÑOR aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca del SEÑOR?

10 No quiso, pues, David traer a sí el arca del SEÑOR a la ciudad de David; mas la llevó David a casa de Obed-edom el geteo.

11 Y estuvo el arca del SEÑOR en casa de Obed-edom el geteo tres meses; y bendijo el SEÑOR a Obed-edom y a toda su casa.

12 ¶ Y fue dado aviso al rey David, diciendo: El SEÑOR ha bendecido la casa de Obed-edom, y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y trajo el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David con regocijo.

13 Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, sacrificaban un buey y un carnero grueso.

14 Y David saltaba con toda su fuerza delante del SEÑOR; y tenía vestido David un efod de lino.

15 Así David y toda la casa de Israel llevaban el arca del SEÑOR con gritos y sonido de shofar.

16 Y cuando el arca del SEÑOR llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl estaba mirando desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y bailaba con toda su fuerza delante del SEÑOR; y le menospreció en su corazón.

17 Metieron, pues, el arca del SEÑOR, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había tendido; y sacrificó David holocaustos y pacíficos delante del SEÑOR.

18 Y cuando David hubo acabado de ofrecer los holocaustos y pacíficos, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR de los ejércitos.

19 Y repartió a todo el pueblo, y a toda la multitud de Israel, así a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, y un pedazo de carne, y un frasco de vino. Y se fue todo el pueblo, cada uno a su casa.

20 ¶ Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, desnudándose hoy delante de las criadas de sus esclavos, como se desnudara un hombre vacío!

21 Entonces David respondió a Mical: Delante del SEÑOR, que me eligió por encima de tu padre y de toda su casa, mandándome que fuera príncipe sobre el pueblo del SEÑOR, sobre Israel, danzaré delante del SEÑOR.

22 Y aún me haré más vil que esta vez, y seré bajo a mis propios ojos; y delante de las criadas que dijiste, delante de ellas seré honrado.

23 Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.

¶ Y aconteció que, estando ya el rey asentado en su casa, después que el SEÑOR le había dado reposo de todos sus enemigos de alrededor,

dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo moro en casas de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas.

Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, que el SEÑOR está contigo.

¶ Y aconteció aquella noche, que vino palabra del SEÑOR a Natán, diciendo:

Ve y di a mi esclavo David: Así dijo el SEÑOR: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more?

Ciertamente no he habitado en casas desde el día que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo.

Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado palabra en alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado que apaciente mi pueblo de Israel, para decir: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedros?

Ahora pues, dirás así a mi esclavo David: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Yo te tomé de la majada, de detrás de las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel;

y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he talado todos tus enemigos, y te he hecho nombre grande, como el nombre de los grandes que están en la tierra.

10 Además yo pondré lugar a mi pueblo Israel, y yo lo plantaré, para que habite en su lugar, y nunca más sea removido, ni los hijos de la iniquidad le aflijan más, como antes,

11 desde el día que puse jueces sobre mi pueblo Israel. Y yo te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo el SEÑOR te hace saber, que él te quiere hacer casa a ti.

12 Y cuando tus días fueren cumplidos, y durmieres con tus padres, yo afirmaré tu simiente después de ti, la cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino.

13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.

14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él cometiere iniquidad, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres;

15 pero mi misericordia no se apartará de él, como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti.

16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro; y tu trono será firme eternalmente.

17 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.

18 ¶ Y entró el rey David, y se sentó delante del SEÑOR, y dijo: Señor DIOS, ¿Quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me traigas hasta aquí?

19 Y aun te ha parecido poco esto, Señor DIOS, sino que hablas también de la casa de tu esclavo en lo por venir, y que sea ésta la condición de un hombre, Señor DIOS.

20 ¿Y qué más puede añadir David hablando contigo? Tú pues conoces a tu esclavo, Señor DIOS.

21 Todas estas grandezas has obrado por tu palabra y conforme a tu corazón, haciéndolas saber a tu esclavo.

22 Por tanto tú te has engrandecido, SEÑOR Dios; por cuanto no hay otro como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

23 ¿Y quién como tu pueblo, como Israel, en la tierra? Un gentil por amor del cual Dios fuera a redimírselo por pueblo, y le pusiera nombre, e hiciera con vosotros, grandes y espantosas obras en tu tierra, por causa de tu pueblo el que tú rescataste de Egipto, de los gentiles y de sus dioses.

24 Porque tú has confirmado a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, oh SEÑOR, fuiste a ellos por Dios.

25 Ahora pues, SEÑOR Dios, la palabra que has hablado sobre tu esclavo y sobre su casa, despiértala eternalmente, y haz conforme a lo que has dicho.

26 Porque así será engrandecido tu nombre para siempre, para que se diga: El SEÑOR de los ejércitos es Dios sobre Israel; y que la casa de tu esclavo David sea firme delante de ti.

27 Porque tú, SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, revelaste al oído de tu esclavo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por esto tu esclavo ha hallado en su corazón para orar delante de ti esta oración.

28 Ahora pues, SEÑOR Dios, tú eres Dios, y tus palabras serán firmes; pues has dicho a tu esclavo este bien.

29 Ahora pues, quiere, y bendice a la casa de tu esclavo, para que perpetuamente permanezca delante de ti; pues que tú, el SEÑOR Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu esclavo para siempre.

¶ Después de esto aconteció, que David hirió a los filisteos, y los humilló; y tomó David a Meteg-ama de mano de los filisteos.

Hirió también a los de Moab, y los midió con cordel, haciéndolos echar por tierra; y los midió en dos cordeles, el uno para muerte, y otro cordel entero para vida; y fueron los moabitas esclavos llevando presente.

Asimismo hirió David a Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba, yendo él a extender su término hasta el río Eufrates.

Y tomó David de ellos mil setecientos de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto cien carros de ellos que reservó.

Y vinieron los sirios de Damasco a dar ayuda a Hadad-ezer rey de Soba; y David hirió de los Sirios veintidós mil hombres.

Puso luego David guarnición en Siria, la de Damasco, y fueron los Sirios esclavos de David llevando presente. Y el SEÑOR salvó a David por dondequiera que fue.

Y tomó David los escudos de oro que traían los esclavos de Hadad-ezer, y los llevó a Jerusalén.

Asimismo de Beta y de Beerot, ciudades de Hadad-ezer, tomó el rey David gran cantidad de bronce.

¶ Entonces oyendo Toi, rey de Hamat, que David había derrotado todo el ejército de Hadad-ezer,

10 envió Toi a Joram su hijo al rey David, a saludarle pacíficamente y a bendecirle, porque había peleado con Hadad-ezer y lo había vencido; porque Toi era enemigo de Hadad-ezer. Y Joram llevaba en su mano vasos de plata, y vasos de oro, y de bronce;

11 los cuales el rey David dedicó al SEÑOR, con el oro y la plata que tenía dedicado de todos los gentiles que había sometido;

12 de los sirios, de los moabitas, de los amonitas, de los filisteos, de los amalecitas, y del despojo de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba.

13 Y ganó David fama cuando, volviendo de la derrota de los Sirios, hirió dieciocho mil hombres en el valle de la sal.

14 Asimismo puso David guarnición en Edom, por toda Edom puso guarnición; y todos los idumeos fueron esclavos de David. Y el SEÑOR salvó a David por dondequiera que fue.

15 ¶ Y reinó David sobre todo Israel; y hacía David derecho y justicia a todo su pueblo.

16 Y Joab hijo de Sarvia era general de su ejército; y Josafat hijo de Ahilud, escritor de crónicas;

17 y Sadoc hijo de Ahitob, y Ahimelec hijo de Abiatar, eran sacerdotes; y Seraías era escriba;

18 y Benaía hijo de Joiada, estaba a cargo de los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran sacerdotes.

Lucas 15:1-10

15 ¶ Y se llegaban a él todos los publicanos y pecadores a oírle.

Y murmuraban los fariseos y los escribas, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.

Y él les refirió esta parábola, diciendo:

¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a la que se perdió, hasta que la halle?

Y hallada, la pone sobre sus hombros gozoso;

y viniendo a casa, junta a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: Regocijad conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido.

Os digo, que así habrá más gozo en el cielo de un pecador que se enmienda, que de noventa y nueve justos, que no tienen necesidad de enmendarse.

¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiere una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta hallarla?

Y cuando la hubiere hallado, junta las amigas y las vecinas, diciendo: Regocijad conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido.

10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se enmienda.

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