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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
1 Samuel 17-18

17 ¶ Y los filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra, y se congregaron en Soco, que es de Judá, y asentaron el campamento entre Soco y Azeca, en Efes-damim.

Y también Saúl y los varones de Israel se juntaron, y asentaron el campamento en el valle del Alcornoque (de Ela), y ordenaron la batalla contra los filisteos.

Y los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, y el valle entre ellos.

Salió entonces un varón del campamento de los filisteos que se puso entre los dos campamentos, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo.

Y traía un casco de acero en su cabeza, e iba vestido con cota de escamas; y era el peso de las corazas cinco mil siclos de bronce.

Y sobre sus piernas traía grebas de hierro, y un escudo de acero a sus hombros.

El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro; e iba su escudero delante de él.

Y se paró, y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué salís a dar batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los esclavos de Saúl? Escoged de entre vosotros un varón que venga contra mí.

Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros esclavos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros esclavos y nos serviréis.

10 Y añadió el filisteo: Hoy yo he deshonrado el campamento de Israel; dadme un varón que pelee conmigo.

11 Y oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se conturbaron, y tuvieron gran miedo.

12 ¶ Y David era hijo de un varón efrateo de Belén de Judá, cuyo nombre era Jessé, el cual tenía ocho hijos; y era este hombre en el tiempo de Saúl, viejo, y de gran edad entre los hombres.

13 Y los tres hijos mayores de Jessé habían ido a seguir a Saúl en la guerra. Y los nombres de sus tres hijos que habían ido a la guerra, eran: Eliab el primogénito, el segundo Abinadab, y el tercero Sama.

14 Y David era el menor. Y habiendo ido los tres mayores tras Saúl,

15 David había ido y vuelto de estar con Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén.

16 Venía, pues, aquel filisteo por la mañana y por la tarde, y se presentó por cuarenta días.

17 Y dijo Jessé a David su hijo: Toma ahora para tus hermanos un efa de esta cebada tostada, y estos diez panes, y llévalo presto al campamento a tus hermanos.

18 Llevarás asimismo estos diez quesos de leche al capitán de los mil, y cuida de ver si tus hermanos están bien, y toma prendas de ellos.

19 Y Saúl y ellos y todos los de Israel, estaban en el valle del Alcornoque, peleando contra los filisteos.

20 Se levantó, pues, David de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, se fue con su carga, como Jessé le había mandado; y llegó al atrincheramiento del ejército, el cual había salido en ordenanza, y ya tocaban alarma en batalla.

21 Porque así los israelitas como los filisteos estaban en ordenanza, escuadrón contra escuadrón.

22 Y David dejó de sobre sí la carga en mano del que guardaba el bagaje, y corrió al escuadrón; y cuando llegó, preguntaba por sus hermanos, si estaban bien.

23 Y estando él hablando con ellos, he aquí aquel varón que se ponía en medio de los dos campamentos, que se llamaba Goliat, el filisteo de Gat, que subía de los escuadrones de los filisteos, hablando las mismas palabras; las cuales oyó David.

24 Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre, huían delante de él, y tenían gran temor.

25 Y cada uno de los de Israel decía: ¿No habéis visto a aquel varón que sube? El sube para deshonrar a Israel. Al que le venciere, el rey le enriquecerá con grandes riquezas, y le dará su hija, y eximirá de tributos la casa de su padre en Israel.

26 Entonces habló David a los que junto a él estaban, diciendo: ¿Qué harán a aquel varón que venciere a este filisteo, y quitare la deshonra de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que deshonre a los escuadrones del Dios viviente?

27 Y el pueblo le respondió las mismas palabras, diciendo: Así se hará al tal varón que lo venciere.

28 Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos varones, Eliab se encendió en ira contra David, y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿Y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.

29 Y David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿no hay razón?

30 Y apartándose de él hacia otros, habló lo mismo; y le respondieron los del pueblo como primero.

31 ¶ Y fueron oídas las palabras que David había dicho, las cuales fueron repetidas delante de Saúl, y él lo hizo venir.

32 Y dijo David a Saúl: No desmaye ninguno a causa de él; tu esclavo irá y peleará con este filisteo.

33 Y dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres joven, y él es un hombre de guerra desde su juventud.

34 Y David respondió a Saúl: Tu esclavo era pastor de las ovejas de su padre, y venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada,

35 y salía yo tras él, y lo hería, y le libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y mataba.

36 Fuera león, fuera oso, tu esclavo lo mataba; pues este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha deshonrado al ejército del Dios viviente.

37 Y añadió David: el SEÑOR que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y el SEÑOR sea contigo.

38 Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de acero, y le armó de cota.

39 Y ciñó David la espada de Saúl sobre los vestidos de Saúl, y probó a andar, porque nunca lo había experimentado. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo experimenté. Y echando de sí David aquellas cosas,

40 ¶ tomó su cayado en su mano, y tomó cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y con su honda en su mano se fue hacia el filisteo.

41 Y el filisteo venía andando y acercándose a David, y su escudero delante de él.

42 Y cuando el filisteo miró y vio a David le tuvo en poco; porque era joven, y rojo (de buen color), y de hermoso parecer.

43 Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo un perro para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.

44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo, y a las bestias del campo.

45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y escudo; mas yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has deshonrado.

46 El SEÑOR te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y quitaré tu cabeza de ti; y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel.

47 Y sabrá toda esta congregación que el SEÑOR no salva con espada y lanza; porque del SEÑOR es la guerra, y él os entregará en nuestras manos.

48 ¶ Y aconteció que, cuando el filisteo se levantó para venir y acercarse contra David, David se dio prisa, y corrió al combate contra el filisteo.

49 Y metiendo David su mano en el saco, tomó de allí una piedra, y se la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó hincada en su frente, y cayó en tierra sobre su rostro.

50 Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano.

51 Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo, y tomando la espada de él, sacándola de su vaina, lo mató, y le cortó con él la cabeza. Y cuando los filisteos vieron su gigante muerto, huyeron.

52 Y levantándose los de Israel y de Judá, gritaron, y siguieron a los filisteos hasta llegar al valle, y hasta las puertas de Ecrón. Y cayeron heridos de los filisteos por el camino de Saaraim, hasta Gat y Ecrón.

53 Y volviendo los hijos de Israel de seguir a los filisteos, despojaron su campamento.

54 Y David tomó la cabeza del filisteo, y la trajo a Jerusalén, mas puso sus armas en su tienda.

55 Mas cuando Saúl vio a David que salía a encontrarse con el filisteo, dijo a Abner general del ejército: Abner, ¿de quién es hijo aquel joven? Y Abner respondió:

56 Vive tu alma, oh rey, que no lo sé. Y el rey dijo: Pregunta pues de quién es hijo aquel joven.

57 Y cuando David volvía de matar al filisteo, Abner lo tomó, y lo llevó delante de Saúl, teniendo la cabeza del filisteo en su mano.

58 Y le dijo Saúl: Joven, ¿de quién eres hijo? Y David respondió: Yo soy hijo de tu esclavo Jessé de Belén.

18 ¶ Y así que él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán fue ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a su propia alma.

Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre.

E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a su propia alma.

Y Jonatán se quitó el manto que tenía sobre sí, y lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, y su arco, y su cinto.

Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente. Y Saúl lo puso sobre la gente de guerra, y era acepto ante los ojos de todo el pueblo, y ante los ojos de los criados de Saúl.

¶ Y aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando, y con danzas, con adufes, y con alegrías y panderos, a recibir al rey Saúl.

Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió sus miles, y David sus diez miles.

Y se enojó Saúl en gran manera, y desagradó esta palabra en sus ojos, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.

Y desde aquel día Saúl miró de través a David.

10 al día siguiente aconteció que el espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y profetizaba dentro de su casa; y David tañía con su mano como los otros días, y estaba una lanza a mano de Saúl.

11 Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David en la pared. Y dos veces se apartó de él David.

12 ¶ Mas Saúl temía de David por cuanto el SEÑOR estaba con él, y se había apartado de Saúl.

13 Lo apartó, pues, Saúl de sí, y le hizo capitán de mil; y salía y entraba delante del pueblo.

14 Y David se conducía prudentemente en todo lo que hacía, y el SEÑOR estaba con él.

15 Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él.

16 Mas todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba delante de ellos.

17 Y dijo Saúl a David: He aquí yo te daré a Merab mi hija mayor por mujer; solamente que me seas hombre valiente, y hagas las guerras del SEÑOR. Mas Saúl decía en sí: No será mi mano contra él, mas la mano de los filisteos será contra él.

18 Y David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para ser yerno del rey?

19 Y venido el tiempo en que Merab, hija de Saúl, se había de dar a David, fue dada por mujer a Adriel meholatita.

20 Mas Mical la otra hija de Saúl amaba a David; y fue dicho a Saúl, lo cual agradó en sus ojos.

21 Y Saúl dijo en sí: Yo se la daré, para que le sea por lazo, y para que la mano de los filisteos sea contra él. Dijo, pues, Saúl a David: Con la otra serás mi yerno hoy.

22 Y mandó Saúl a sus criados: Hablad en secreto a David, diciéndole: He aquí, el rey te ama, y todos sus criados te quieren bien; sé, pues, yerno del rey.

23 Y los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima?

24 Y los criados de Saúl le dieron la respuesta diciendo: Tales palabras ha dicho David.

25 Y Saúl dijo: Decid así a David: No está el contentamiento del rey en la dote, sino en cien prepucios de filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Mas Saúl pensaba echar a David en manos de los filisteos.

26 Y cuando sus criados declararon a David estas palabras, agradó la cosa en los ojos de David, para ser yerno del rey. Y como el plazo no era aún cumplido,

27 se levantó David, y partió con sus varones, e hirió doscientos hombres de los filisteos; y trajo David los prepucios de ellos, y los entregaron todos al rey, para que él fuera hecho yerno del rey. Y Saúl le dio a su hija Mical por mujer.

28 Pero Saúl, viendo y considerando que el SEÑOR era con David, y que su hija Mical lo amaba,

29 tuvo más temor de David; y fue Saúl enemigo de David todos los días.

30 Y salían los príncipes de los filisteos; y cuando ellos salían, se portaba David más prudentemente que todos los esclavos de Saúl; y era su nombre muy ilustre.

Lucas 11:1-28

11 ¶ Y aconteció que estando él orando en un lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos; sea tu Nombre santificado. Venga tu Reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos de mal.

Les dijo también: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e irá a él a medianoche, y le dirá: Amigo, préstame tres panes,

porque un amigo ha venido a mí de camino, y no tengo qué ponerle delante;

y el de dentro respondiendo, dijere: No me seas molesto; la puerta está ya cerrada, y mis niños están conmigo en la cama; no puedo levantarme, y darte.

Os digo, que aunque no se levante a darle por ser su amigo, sin embargo, por su importunidad se levantará, y le dará todo lo que necesite.

Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y os será abierto.

10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca, es abierto.

11 ¿Y cuál padre de vosotros, si su hijo le pidiere pan, le dará una piedra?, o, si pescado, ¿en lugar de pescado, le dará una serpiente?

12 O, si le pidiere un huevo, ¿le dará un escorpión?

13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que lo pidieren de él?

14 ¶ Y estaba él lanzando un demonio, el cual era mudo; y aconteció que salido fuera el demonio, el mudo habló y la multitud se maravilló.

15 Y algunos de ellos decían: En Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.

16 Y otros, tentándolo, pedían de él señal del cielo.

17 Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí mismo, no permanecerá.

18 Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo estará en pie su reino? Ya que decís que en Beelzebú echo yo fuera los demonios.

19 Pues si yo echo fuera los demonios en Beelzebú, ¿vuestros hijos en quién los echan fuera? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.

20 Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, cierto el Reino de Dios ha llegado a vosotros.

21 Cuando el fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee.

22 Mas si sobreviniendo otro más fuerte que él, le venciere, le toma todas sus armas en que confiaba, y reparte sus despojos.

23 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.

24 Cuando el espíritu inmundo saliere del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Me volveré a mi casa de donde salí.

25 Y viniendo, la halla barrida y adornada.

26 Entonces va, y toma otros siete espíritus más malos que él; y entrados, habitan allí; y el postrer estado del tal hombre viene a ser peor que el primero.

27 ¶ Y aconteció que diciendo él estas cosas, una mujer de la multitud, levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos que mamaste.

28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

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