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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Deuteronomio 16-18

Principales fiestas

(Éx 23:14-17; 34:18-24)

16 Recuerda el mes de aviv y celebra la Pascua para honrar al SEÑOR tu Dios, porque en el mes de aviv el SEÑOR tu Dios te sacó de Egipto durante la noche. Ofrece vacas y ovejas como sacrificio de Pascua al SEÑOR tu Dios, en el lugar que el SEÑOR elegirá para establecer su nombre. No deberás comer nada con levadura junto con el sacrificio. Por siete días comerás pan sin levadura, que es el llamado pan del sufrimiento, porque dejaste la tierra de Egipto muy aprisa. Así, todos los días de tu vida, recordarás el día que dejaste la tierra de Egipto. No se permitirá nada de levadura en todo tu territorio por siete días, y de la carne que sacrifiquen en la tarde del primer día no debe quedar nada hasta la mañana siguiente.

No está permitido ofrecer el sacrificio de la Pascua en cualquiera de tus ciudades que el SEÑOR te da, sino en el lugar que el SEÑOR elija para establecer su nombre. Allí ofrecerás el sacrificio de la Pascua por la tarde, cuando se ponga el sol, a la misma hora del día en que dejaste Egipto. Deberás cocinar y comer la carne en el lugar que el SEÑOR tu Dios elegirá. Luego, en la mañana, podrás comenzar el viaje de regreso a tu casa. Por seis días comerás pan sin levadura, y en el séptimo día habrá una asamblea santa para honrar al SEÑOR tu Dios, así que no debes trabajar ese día.

Fiesta de las Semanas

Cuenta siete semanas desde el día que comiences a cosechar el grano. 10 Luego celebra la fiesta de las Semanas para el SEÑOR tu Dios. La cantidad de tu ofrenda voluntaria será en proporción a cuanto te haya bendecido el SEÑOR tu Dios. 11 Regocíjate ante el SEÑOR tu Dios, tú, tus hijos e hijas, tus esclavos y esclavas, los levitas en tus ciudades, los inmigrantes, los huérfanos y las viudas que hay en medio de ti, en el lugar que el SEÑOR tu Dios elegirá para establecer su nombre. 12 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y asegúrate de cumplir todas estas normas.

13 Después de que hayan trillado el grano y de que hayan exprimido la uva, celebra la fiesta de las Enramadas por siete días. 14 Regocíjate durante la fiesta, tú, tus hijos e hijas, tus esclavos y esclavas, los levitas de tus ciudades, los inmigrantes, los huérfanos y las viudas que vivan en tus ciudades. 15 Celebra la fiesta para el SEÑOR tu Dios durante siete días en el lugar que el SEÑOR elegirá, porque el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todas tus cosechas y en todo tu trabajo, y serás completamente feliz.

16 Tres veces al año todos los hombres deberán presentarse ante el SEÑOR tu Dios en el lugar que él elegirá, en la fiesta de los Panes sin Levadura, en la fiesta de las Semanas y en la fiesta de las Enramadas. Ningún hombre puede presentarse ante el SEÑOR sin ofrenda. 17 Cada hombre deberá dar lo que le sea posible, en proporción a la bendición que el SEÑOR tu Dios te haya dado.

Jueces y funcionarios de la justicia

18 Deberás nombrar jueces y funcionarios para tus tribus en todas las ciudades que el SEÑOR te da. Ellos deberán juzgar a la gente imparcialmente. 19 No deberás juzgar injustamente ni mostrar favoritismo. No deberás aceptar soborno, porque el soborno ciega los ojos de la gente sabia y cambia lo que la gente buena quiere decir. 20 Debes seguir sólo la justicia para que puedas vivir y ocupar la tierra que te da el SEÑOR tu Dios.

Dios odia los ídolos

21 No coloques un poste de Aserá, ni ningún otro objeto similar al lado del altar del SEÑOR tu Dios. 22 No deberás construir un pilar de piedra dedicado a un dios falso. El SEÑOR tu Dios los odia.

17 No sacrifiques para el SEÑOR tu Dios ningún toro u oveja que tenga algún defecto, porque el SEÑOR tu Dios rechaza eso.

El SEÑOR tu Dios te va a entregar muchas aldeas para que vivas en ellas. Puede darse el caso de que en alguna de ellas se descubra entre tu gente a un hombre o a una mujer que hace lo que el SEÑOR tu Dios considera perverso y viola su pacto. Hace algo que yo he prohibido, como adorar a otros dioses, al sol, a la luna o a las estrellas. Al enterarte del hecho, debes investigar el caso cuidadosamente. Si se comprueba que efectivamente esa maldad ocurrió en Israel, entonces debes traer al hombre o a la mujer que hizo esa maldad en tu ciudad, y apedrearlo para que muera. La condena a muerte debe hacerse por el testimonio de dos o más testigos. No habrá pena de muerte por el testimonio de un solo testigo. Los testigos serán los primeros en tirarle piedras para matarlo y luego lo hará todo el pueblo. De esta manera quitarás de ti la maldad.

Casos difíciles de juzgar

Se pueden presentar casos muy difíciles de juzgar en tus tribunales, como asesinatos, pleitos o riñas con heridos. Cuando se presenten esos casos y tus jueces no puedan dictar sentencia, irán al lugar que elegirá el SEÑOR tu Dios. Deberás ir ante los sacerdotes levitas y al juez que esté de turno en ese momento. Les expondrás el problema y ellos dictarán sentencia. 10 Harás exactamente lo que ellos te digan en el lugar que el SEÑOR elegirá 11 y actuarás de acuerdo con sus instrucciones y de acuerdo con la sentencia que ellos dicten. Haz exactamente lo que te digan, sin cambiar nada.

12 El sacerdote es un servidor del SEÑOR tu Dios. El que se ponga terco y no haga caso a la decisión del sacerdote o del juez, será condenado a muerte. De esta forma terminarás con la maldad en Israel. 13 Todo el pueblo se enterará, tendrá temor y así nadie actuará con soberbia de nuevo.

Cómo nombrar a un rey

14 Cuando entres a la tierra que el SEÑOR tu Dios te da y tomes posesión de ella, te establezcas ahí y digas: «Elijamos a un rey sobre nosotros como todas las naciones a nuestro alrededor», 15 debes asegurarte de nombrar a un rey sobre ti que sea elegido por el SEÑOR tu Dios. Tendrá que ser alguien de tu propia gente, no un extranjero. 16 Él no deberá acumular caballos para sí mismo. Tampoco deberá enviar gente de vuelta a Egipto para comprar más caballos porque el SEÑOR te dijo: «Ustedes nunca deben volver por ese camino». 17 Tampoco deberá casarse con muchas esposas, porque si no, se le pervertirá el corazón. Además no deberá enriquecerse con plata y oro.

18 Cuando comience a reinar, debe tener para sí mismo una copia de esta ley escrita en un rollo por los sacerdotes levitas. 19 El rey debe mantener consigo ese libro y leerlo para que aprenda a respetar al SEÑOR su Dios y a seguir cuidadosamente todas las palabras escritas en esta ley y estas normas. 20 Así no se creerá mejor que su propia gente y no desobedecerá el mandato en ninguna forma, de tal manera que el rey y sus descendientes puedan gobernar el reino de Israel por mucho tiempo.

Derechos de los sacerdotes y de los levitas

18 Los sacerdotes serán de la tribu de Leví. Como tal, no tendrán su parte del territorio dentro de Israel, sino que vivirán de las ofrendas de comida que se le ofrecen al SEÑOR. Los sacrificios que se presentan al SEÑOR serán la parte que les corresponde. Así la tribu de Leví no tendrá herencia entre sus hermanos. El SEÑOR es su herencia, como él les prometió.[a]

Esto será lo que les pertenecerá por derecho a los sacerdotes de los sacrificios que haga el pueblo, sea un toro o una oveja: ellos deben dar al sacerdote la espaldilla, la quijada y el cuajar. Debes darle los primeros granos, vino nuevo y aceite; también la primera lana que cortes de tus ovejas. El SEÑOR tu Dios ha elegido a Leví y a sus descendientes de entre todas tus tribus para que le sirvan como sacerdotes en el nombre del SEÑOR, para siempre.

Si un levita quiere dejar una de tus ciudades de Israel, puede irse cuando quiera. Irá al lugar que el SEÑOR elegirá, y podrá servir en el nombre del SEÑOR su Dios como todos sus hermanos levitas que sirvan al SEÑOR allí. Comerá la misma porción de comida que ellos, aparte de lo que reciba por la venta de las posesiones de su familia.

No vivir como las otras naciones

Cuando entres a la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no imites las costumbres perversas de esas naciones. 10 No sacrifiques a tus hijos e hijas en el fuego de tus altares. No permitas que nadie practique la adivinación ni que busque señales para decir lo que sucederá en el futuro. No permitas que nadie practique la hechicería, 11 ni trate de hacerle brujerías a la gente, y no permitas que nadie consulte a fantasmas o a espíritus, ni que sea espiritista. 12 Todos los que practican eso son abominables al SEÑOR tu Dios. El SEÑOR tu Dios está expulsando a esas naciones de esta tierra debido a esos actos perversos. 13 Tienes que ser totalmente fiel al SEÑOR tu Dios.

El profeta

14 Las naciones que estás expulsando escuchan a adivinos y a magos, pero a ti el SEÑOR tu Dios no te lo permite. 15 En cambio, de entre tus hermanos, el SEÑOR tu Dios te enviará un profeta como yo, a quien deberás obedecer. 16 Eso es lo que le pediste al SEÑOR en el monte Horeb el día de la reunión, cuando dijiste: «No quiero escuchar directamente la voz del SEÑOR mi Dios de nuevo, no me dejes ver ese gran fuego otra vez, no sea que muera».

17 Luego el SEÑOR me dijo: «Ellos han pedido lo correcto. 18 Les enviaré de entre su gente un profeta como tú, le diré a él lo que debe decir y él les dirá todo lo que yo le ordene. 19 Yo mismo castigaré al que no obedezca las palabras que él hablará por mí».

20 Pero el profeta que se atreva a decir algo como si estuviera hablando por mí sin que yo lo hubiera mandado, o el profeta que hable por otros dioses, debe morir. 21 Y si te preguntas: «¿Cómo reconoceremos el mensaje que el SEÑOR no le ha dado al profeta?» 22 Cuando el profeta que dice que habla por el SEÑOR diga que algo va a suceder, y no sucede, es porque el SEÑOR no le dio ese mensaje. Ese profeta ha hablado por sí mismo, no lo obedezcas.

Marcos 13:1-20

Jesús anuncia la destrucción del templo

(Mt 24:1-2; Lc 21:5-6)

13 Jesús iba saliendo del área del templo, cuando uno de los seguidores se acercó y le dijo:

—Maestro, ¡mira qué piedras tan hermosas y qué edificios tan grandiosos!

Jesús le dijo:

—¿Te refieres a estos edificios grandes? Pues no quedará piedra sobre piedra, todo se vendrá abajo.

Señales antes del fin

(Mt 24:3-44; Lc 21:7-33)

Luego, Jesús estaba sentado en el monte de los Olivos, frente al templo. Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en privado:

—¿Cuándo va a suceder eso? ¿Cuál será la señal para saber que ha llegado el momento de que se cumpla todo esto?

Jesús empezó a decirles:

—¡Tengan cuidado! No permitan que nadie los engañe. Muchos vendrán en mi nombre y dirán: “Yo soy el Mesías”[a], y engañarán a muchos. No se alarmen cuando oigan sobre guerras y rumores de guerras. Todo esto tiene que pasar, pero todavía no será el fin. Peleará nación contra nación y reino contra reino. Habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres. Todo eso será el comienzo de mucho sufrimiento.

»¡Cuídense ustedes! Porque la gente los entregará y los llevará a juicio. Los golpearán en las sinagogas y los obligarán a presentarse ante reyes y gobernantes por estar de mi parte. Ustedes darán testimonio de mí ante ellos. Todo esto les ocurrirá por ser mis seguidores. 10 Pero antes de que suceda todo esto, la buena noticia de salvación debe ser anunciada a todas las naciones. 11 Cuando los arresten y lleven a juicio, no se preocupen por lo que van a decir. Sólo digan lo que Dios les dé para decir en ese momento. No serán ustedes los que estén hablando, sino el Espíritu Santo que hablará por ustedes.

12 »El hermano traicionará y entregará a la muerte al hermano. El papá entregará a la muerte al hijo. Los hijos se pondrán en contra de los padres y los matarán. 13 A ustedes, todos los van a odiar por causa de mi nombre, pero el que se mantenga hasta el final, será salvo.

14 »Cuando ustedes vean “la abominación que causa destrucción”[b] donde no debería estar (quien lea esto que lo entienda), entonces los que estén en Judea corran hacia las montañas. 15 El que esté en la azotea no baje ni entre a sacar nada de su casa. 16 Y el que esté en el campo no regrese por su manto. 17 ¡Pobres de las mujeres embarazadas y también de las que tengan bebé en esos días! 18 Oren para que nada de esto suceda en el invierno. 19 Porque esos días estarán llenos de dificultades. Todo lo que ocurra en esos días será peor que cualquier otra cosa que haya pasado desde que Dios creó el mundo. Nunca se repetirá algo igual. 20 Pero si el Señor no hubiera decidido acortar esos días, nadie sobreviviría. Pero los acortó para ayudar al pueblo que ha elegido.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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