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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Génesis 49-50

Jacob bendice a sus hijos

49 Luego Jacob llamó a todos sus hijos y les dijo: «Acérquense y les diré lo que les va a pasar en el futuro.

»Acérquense y escuchen, hijos de Jacob.
    Escuchen a Israel, su papá.

»Rubén, tú eres mi hijo mayor, mi fuerza
    y la primera muestra de mi hombría.
    Tú fuiste el más honorable y poderoso de mis hijos.
Pero eres incontrolable como el agua.
    No seguirás siendo el más honorable,
por haberte metido en la cama de tu papá.
    Llevaste vergüenza a mi cama,
    la cama en la que te metiste.

»Simeón y Leví son unos chacales,
    sus espadas son armas de violencia.
Mi alma no quiere ser parte de sus planes,
    ni quiere tomar parte en sus reuniones.
Porque en su furia, ellos mataron hombres
    e hirieron animales por diversión.
Que su ira sea una maldición;
    es demasiado violenta.
Que su furia sea maldita
    porque es despiadada.
Yo los repartiré entre las tribus de Jacob;
    los repartiré en Israel.

»Judá, tus hermanos te alabarán[a],
    derrotarás a tus enemigos.
    Los hijos de tu papá te alabarán.
Judá es como un cachorro de león.
    Hijo mío, tú te has parado sobre animales que has matado.
Se agacha y se acuesta como un león.
    Y como a un león, ¿quién lo va a molestar?
10 Nadie le va a quitar el poder a Judá,
    ni el cetro que tiene entre los pies,
hasta que llegue el verdadero rey[b]
    y todas las naciones lo obedezcan.
11 Él amarra su burro a la viña.
    Amarra al hijo de su burra a la mejor viña.
Él lava su ropa en vino
    y su manto en la sangre de las uvas.
12 Sus ojos son más oscuros que el vino
    y sus dientes son más blancos que la leche.[c]

13 »Zabulón vivirá cerca del mar.
    Sus costas serán un lugar seguro para los barcos
    y su tierra se extenderá hasta Sidón.

14 »Isacar es como un burro fuerte,
    acostado entre los establos.
15 Cuando vea que el sitio era bueno para descansar
    y que la tierra era agradable,
pondrá su hombro para soportar una carga
    y se convertirá en un esclavo de trabajos forzados.

16 »Dan[d] proporcionará justicia a su gente,
    como una de las tribus de Israel.
17 Dan será como una serpiente al lado del camino.
    Como una serpiente venenosa al lado del sendero,
que muerde los pies de los caballos
    y hace que quienes los montan se caigan de espaldas.

18 »SEÑOR, estoy esperando tu salvación.

19 »A Gad lo van a atacar unos ladrones,[e]
    pero él los ahuyentará.

20 »En las tierras de Aser crecerá alimento bueno y abundante.
    Va a tener comida digna de un rey.

21 »Neftalí es como una venada libre
    que suele dar cría hermosa.[f]

22 »Como una viña muy productiva es José;
    viña muy productiva al lado de una fuente.
    Sus ramas se trepan por toda la pared.
23 Mucha gente luchó contra él;
    sus enemigos eran arqueros.
24 Pero él ganó la batalla con su gran arco
    y la habilidad de sus brazos.
Recibe su poder de El Fuerte de Jacob,
    del Pastor, la Roca de Israel,
25     del Dios de tu padre.
Que Dios te ayude.
    Que el Dios Todopoderoso te bendiga
y te mande bendiciones desde arriba en el cielo,
    y bendiciones desde abajo en lo más profundo.
    Que te dé bendiciones desde los pechos y el vientre.
26 Muchas cosas buenas les sucedieron a mis padres,
    y yo, tu papá, recibí mayores bendiciones.
Tus hermanos te dejaron sin nada,
    pero ahora yo amontono mis bendiciones para ti
    como si fueran una gran montaña.

27 »Benjamín es como un lobo hambriento.
    Por la mañana se come lo que cazó,
    por la tarde comparte las sobras».

28 Esas eran las doce tribus de Israel, y eso fue lo que les dijo cuando los bendijo, dándole a cada uno una bendición particular. 29 Les ordenó: «Estoy a punto de morir. Entiérrenme con mis antepasados en la cueva que hay en el campo de Efrón el hitita. 30 En la cueva que queda en el campo de Macpela, cerca de Mamré, en la tierra de Canaán. Abraham le compró esas tierras a Efrón el hitita para hacer su cementerio. 31 Allí enterraron a Abraham y a su esposa Sara, a Isaac y a su esposa Rebeca, y yo enterré ahí a Lea. 32 Esas tierras y la cueva fueron compradas a los heteos». 33 Cuando Jacob terminó de darles estas instrucciones a sus hijos, metió los pies en la cama, dio su último suspiro, murió y se reunió con sus antepasados muertos.

Funeral de Jacob

50 Luego José abrazó a su papá, lloró por él y lo besó. Después José les dijo a los médicos que lo atendían, que prepararan a su papá para el entierro. Demoraron 40 días haciendo esto, que era el tiempo que normalmente duraba la preparación para el entierro. Los egipcios guardaron 70 días de luto. Cuando terminó el luto, José habló con la corte del faraón, y le dijo:

—Si yo les agrado, háganme el favor de decirle al faraón que mi papá me hizo prometerle que lo enterraría en una cueva en la tierra de Canaán. Él mismo se preparó esa cueva como su sepulcro. Por favor déjenme ir a enterrar a mi papá y después regresaré aquí a donde están ustedes.

El faraón le dijo:

—Cumple tu promesa. Ve y entierra a tu papá.

Entonces José fue a enterrar a su papá. Lo acompañaron todos los funcionarios del rey, es decir los ancianos de su casa y todos los ancianos de Egipto. También lo acompañaron todos los familiares de José y sus hermanos. Los únicos que se quedaron en la tierra de Gosén fueron los niños menores, los rebaños y el ganado. También fueron carrozas y hombres a caballo. Era un grupo muy numeroso.

10 Cuando llegaron al lugar donde se trilla el trigo de Atad, que quedaba al otro lado del río Jordán, lloraron mucho por Jacob, y José le guardó luto por siete días. 11 Los cananeos que vivían en esa tierra vieron la tristeza que reinaba en Atad, y dijeron: «¡Los egipcios están en un luto muy triste!» Por esa razón llamaron a ese sitio Luto de los egipcios.[g] Ese lugar queda cruzando el río Jordán.

12 Los hijos de Jacob hicieron todo lo que él les había dicho. 13 Lo cargaron hasta la tierra de Canaán y lo enterraron en la cueva del campo de Macpela. Ese era el campo, cerca de Mamré, que Abraham le había comprado a Efrón el hitita para hacer un cementerio. 14 Después del funeral de su papá, José, sus hermanos y todos los que lo habían acompañado, regresaron a Egipto.

Los hermanos se disculpan con José

15 Los hermanos de José estaban temerosos porque su papá había muerto. Dijeron: «Tal vez José siga enojado con nosotros y nos haga pagar por todo el mal que le hicimos». 16 Entonces le mandaron un mensaje a José que decía: «Tu papá nos dio estas instrucciones antes de morir: 17 “Díganle esto a José: Por favor, olvida la maldad y los pecados de tus hermanos. Perdona el mal que te hicieron”. Entonces te ruego que perdones la maldad que cometieron los siervos del Dios de tu papá».

Cuando José leyó ese mensaje, se puso a llorar. 18 Luego sus hermanos fueron a buscarlo, se inclinaron ante él, y le dijeron:

—Nosotros somos tus esclavos.

19 Pero José les dijo:

—No tengan miedo. ¿Acaso puedo tomar el lugar de Dios? 20 Ustedes planearon hacerme daño, pero Dios lo hizo para bien. Lo hizo para obtener los resultados que vemos ahora, para salvarle la vida a mucha gente. 21 No tengan miedo, yo los voy a mantener a ustedes y a sus hijos.

De esta manera, José les dijo cosas buenas a sus hermanos y los hizo sentir bien.

22 José y los familiares de su papá se quedaron a vivir en Egipto. José vivió 110 años. 23 La vida de José le alcanzó para conocer a los hijos y a los nietos de Efraín y estuvo presente cuando nacieron los hijos de Maquir, hijo de Manasés.

Muerte de José

24 José les dijo a sus parientes: «Me estoy muriendo, pero con seguridad Dios va a venir a cuidarlos, los va a sacar de este país y los va a guiar hacia la tierra que le prometió a Abraham, Isaac y a Jacob». 25 José hizo que los hijos de Jacob le hicieran una promesa. Les dijo: «Cuando Dios venga por ustedes, llévense mis huesos de aquí».

26 José murió a los 110 años de edad, lo embalsamaron y lo colocaron en un ataúd en Egipto.

Mateo 13:31-58

Historia de la semilla de mostaza

(Mr 4:30-34; Lc 13:18-21)

31 Después, Jesús les contó otra historia: «El reino de Dios se puede comparar con una semilla de mostaza que un hombre sembró en su campo. 32 Esta semilla es la más pequeña de todas, pero cuando crece, se vuelve la planta más grande del campo. Se hace árbol a tal punto que vienen las aves y hacen nidos en sus ramas».

33 Les dijo otra historia: «El reino de Dios se puede comparar con la levadura que una mujer mezcla con mucha harina. Al final toda la masa queda fermentada».

34 Jesús le dijo todo esto a la gente por medio de historias, y si no era por medio de historias no les hablaba. 35 (A)Esto es lo mismo que dijo el profeta:

«Yo hablaré por medio de historias;
    contaré cosas que han estado en secreto desde la creación del mundo».[a]

Jesús explica una historia difícil

36 Luego, Jesús despidió a la gente y entró a la casa. Sus seguidores se acercaron y le pidieron:

—Explícanos la historia de la mala hierba del campo.

37 Jesús les respondió:

—El que planta la semilla buena en el campo es el Hijo del hombre. 38 El campo es el mundo y la semilla buena son todos los hijos del reino de Dios. La mala hierba es la gente que está con el maligno. 39 El enemigo que puso la mala hierba entre el trigo es el diablo. La cosecha es el fin del mundo y los que recogen la cosecha son los ángeles. 40 Lo mismo que le pasa a la mala hierba que se saca y se quema en el fuego, va a suceder al fin del mundo. 41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles y ellos van a juntar a todos los perversos y a los que hacían pecar a los demás y los expulsará de su reino. 42 Los echarán al horno encendido donde gritarán y crujirán los dientes de dolor. 43 Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. ¡Oigan bien lo que les digo!

Historias del tesoro y la perla

44 »El reino de Dios se puede comparar con un tesoro escondido en un campo. Un día, un hombre encontró el tesoro y lo escondió allí otra vez. Estaba tan feliz que fue y vendió todo lo que tenía y compró ese terreno.

45 »El reino de Dios también se puede comparar con un vendedor que buscaba perlas finas. 46 Cuando el vendedor encontró una perla muy costosa, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.

Historia de la red

47 »También, el reino de Dios se puede comparar con una red para pescar que se lanza al mar y en la que caen muchos peces de diferentes clases. 48 Cuando la red está llena, los pescadores la llevan a la orilla. Se sientan allí y eligen los peces buenos y los meten en canastas pero tiran a los peces malos. 49 Lo mismo va a pasar cuando llegue el fin del mundo. Los ángeles van a venir y van a separar a los malos de los justos. 50 A los malos los van a lanzar a las llamas del fuego y llorarán y crujirán los dientes.

51 Jesús les preguntó:

—¿Entienden todo esto?

Ellos contestaron.

—Sí entendemos.

52 Él les dijo:

—Bueno, todo maestro de la ley que ha aprendido sobre el reino de Dios es como el dueño de una casa. De lo que tiene guardado saca cosas nuevas y cosas antiguas.

Jesús visita su pueblo

(Mr 6:1-6; Lc 4:16-30)

53 Cuando Jesús terminó de enseñar por medio de esas historias, se fue de ahí 54 para su pueblo. Allí comenzó a enseñarles en la sinagoga. La gente estaba sorprendida y decía:

—¿De dónde sacó este hombre la sabiduría y el poder para hacer estos milagros? 55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su mamá María y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? 56 ¿Acaso no están todas sus hermanas aquí con nosotros? Entonces, ¿de dónde sacó este toda esta sabiduría y poder?

57 Y ellos no podían aceptarlo, pero Jesús les dijo:

—Se honra a un profeta en todas partes, pero nadie es profeta en su propio pueblo y en su propia casa.

58 Debido a la falta de fe de ellos, no hizo muchos milagros allí.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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