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Read the New Testament in 24 Weeks

A reading plan that walks through the entire New Testament in 24 weeks of daily readings.
Duration: 168 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Juan 2-3

Jesús en la boda de Caná

Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también Jesús con sus discípulos a la boda. Y como faltó el vino, la madre de Jesús le dijo:

—No tienen vino.

Jesús le dijo:

—¿Qué tiene que ver eso conmigo y contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.

Su madre les dijo a los que servían:

—Hagan todo lo que él les diga.

Había allí seis tinajas de piedra para agua, de acuerdo con los ritos de los judíos para la purificación. En cada una de ellas cabían de cuarenta a setenta y cuatro litros. Jesús les dijo:

—Llenen de agua las tinajas.

Y las llenaron hasta el borde. Luego les dijo:

—Saquen ahora y llévenlo al encargado del banquete.

Se lo llevaron; y cuando el encargado del banquete probó el agua ya hecha vino (y no sabía de dónde venía aunque los sirvientes que habían sacado el agua sí lo sabían), llamó al novio 10 y le dijo:

—Todo hombre sirve primero el buen vino y, cuando ya han tomado bastante, entonces saca el inferior. Pero tú has guardado el buen vino hasta ahora.

11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. 12 Después de esto, él descendió a Capernaúm con su madre, sus hermanos y sus discípulos; y se quedaron allí no muchos días.

Jesús purifica el templo

13 Estaba próxima la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 14 Halló en el templo a los que vendían vacunos, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados. 15 Y después de hacer un látigo de cuerdas, los echó a todos del templo junto con las ovejas y los vacunos. Desparramó el dinero de los cambistas y volcó las mesas. 16 A los que vendían palomas les dijo:

—¡Quiten de aquí estas cosas y no hagan más de la casa de mi Padre casa de mercado!

17 Entonces se acordaron sus discípulos de que estaba escrito: El celo por tu casa me consumirá[a].

18 Los judíos respondieron y le dijeron:

—Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras?

19 Respondió Jesús y les dijo:

—Destruyan este templo y en tres días lo levantaré.

20 Por tanto, los judíos dijeron:

—Durante cuarenta y seis años se construyó este templo, ¿y tú lo levantarás en tres días?

21 Pero él hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por esto, cuando fue resucitado de entre los muertos sus discípulos se acordaron de que había dicho esto y creyeron la Escritura y las palabras que Jesús había dicho.

23 Mientras él estaba en Jerusalén en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al observar las señales que hacía. 24 Pero Jesús mismo no confiaba en ellos, porque los conocía a todos 25 y porque no tenía necesidad de que nadie le diera testimonio acerca de los hombres, pues él conocía lo que había en el hombre.

Jesús y Nicodemo

Y había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un gobernante de los judíos. Este vino a Jesús de noche y le dijo: —Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro porque nadie puede hacer estas señales que tú haces a menos que Dios esté con él.

Respondió Jesús y le dijo:

—De cierto, de cierto te digo que, a menos que nazca de nuevo[b], uno no puede ver el reino de Dios.

Nicodemo le dijo:

—¿Cómo puede nacer un hombre si ya es viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?

Respondió Jesús:

—De cierto, de cierto te digo que, a menos que nazca de agua y del Espíritu, uno no puede entrar en el reino de Dios. Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: “Les es necesario nacer de nuevo[c]”. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que ha nacido del Espíritu.

Respondió Nicodemo y le dijo:

—¿Cómo puede suceder eso?

10 Respondió Jesús y le dijo:

—Tú eres el maestro de Israel, ¿y no sabes esto? 11 De cierto, de cierto te digo que hablamos de lo que sabemos; y testificamos de lo que hemos visto. Pero ustedes no reciben nuestro testimonio. 12 Si les hablé de cosas terrenales y no creen, ¿cómo creerán si les hablo de las celestiales? 13 Nadie ha subido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre[d]. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto[e], así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado 15 para que todo aquel que cree en él[f] tenga vida eterna.

16 »Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que cree en él no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz ha venido al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que practica lo malo aborrece la luz y no viene a la luz para que sus obras no sean censuradas. 21 Pero el que hace la verdad viene a la luz para que sus obras sean manifiestas que son hechas en Dios.

Otro testimonio de Juan el Bautista

22 Después de esto, Jesús fue con sus discípulos a la tierra de Judea; y pasó allí un tiempo con ellos y bautizaba. 23 Juan también estaba bautizando en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados 24 ya que Juan todavía no había sido puesto en la cárcel.

25 Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Juan y un judío[g] acerca de la purificación. 26 Fueron a Juan y le dijeron:

—Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ¡he aquí él está bautizando, y todos van a él!

27 Respondió Juan y dijo:

—Ningún hombre puede recibir nada a menos que le haya sido dado del cielo. 28 Ustedes mismos son testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo sino que he sido enviado delante de él”. 29 El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, que ha estado de pie y lo escucha, se alegra mucho a causa de la voz del novio. Así, pues, este mi gozo ha sido cumplido. 30 A él le es preciso crecer, pero a mí menguar.

31 El que viene de arriba está por encima de todos. El que procede de la tierra es terrenal y su habla procede de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. 32 Testifica de lo que ha visto y oído, y nadie recibe su testimonio. 33 El que recibe su testimonio atestigua que Dios es veraz. 34 Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios pues Dios no da el Espíritu por medida. 35 El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en su mano. 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida sino que la ira de Dios permanece sobre él.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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