New Testament in a Year
Jesús es crucificado(A)
26 Cuando llevaron a Jesús a crucificarlo, echaron mano de un hombre de Cirene llamado Simón, que venía del campo, y lo hicieron cargar con la cruz y llevarla detrás de Jesús.
27 Mucha gente y muchas mujeres que lloraban y gritaban de tristeza por él, lo seguían. 28 Pero Jesús las miró y les dijo:
—Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí, sino por ustedes mismas y por sus hijos. 29 Porque vendrán días en que se dirá: “Dichosas las que no pueden tener hijos, las mujeres que no dieron a luz ni tuvieron hijos que criar.” 30 Entonces comenzará la gente a decir a los montes: “¡Caigan sobre nosotros!”, y a las colinas: “¡Escóndannos!” 31 Porque si con el árbol verde hacen todo esto, ¿qué no harán con el seco?
32 También llevaban a dos criminales, para crucificarlos junto con Jesús. 33 Cuando llegaron al sitio llamado La Calavera, crucificaron a Jesús y a los dos criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda. [34 Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.»]
Y los soldados echaron suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús. 35 La gente estaba allí mirando; y hasta las autoridades se burlaban de él, diciendo:
—Salvó a otros; que se salve a sí mismo ahora, si de veras es el Mesías de Dios y su escogido.
36 Los soldados también se burlaban de Jesús. Se acercaban y le daban a beber vino agrio, 37 diciéndole:
—¡Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo!
38 Y había un letrero sobre su cabeza, que decía: «Éste es el Rey de los judíos.»
39 Uno de los criminales que estaban colgados, lo insultaba:
—¡Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y sálvanos también a nosotros!
40 Pero el otro reprendió a su compañero, diciéndole:
—¿No tienes temor de Dios, tú que estás bajo el mismo castigo? 41 Nosotros estamos sufriendo con toda razón, porque estamos pagando el justo castigo de lo que hemos hecho; pero este hombre no hizo nada malo.
42 Luego añadió:
—Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar.
43 Jesús le contestó:
—Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Muerte de Jesús(B)
44 Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda la tierra quedó en oscuridad. 45 El sol dejó de brillar, y el velo del templo se rasgó por la mitad. 46 Jesús gritó con fuerza y dijo:
—¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!
Y al decir esto, murió.
47 Cuando el capitán romano vio lo que había pasado, alabó a Dios, diciendo:
—De veras, este hombre era inocente.
48 Toda la multitud que estaba presente y que vio lo que había pasado, se fue de allí golpeándose el pecho. 49 Todos los conocidos de Jesús se mantenían a distancia; también las mujeres que lo habían seguido desde Galilea estaban allí mirando.
Jesús es sepultado(C)
50-51 Había un hombre bueno y justo llamado José, natural de Arimatea, un pueblo de Judea. Pertenecía a la Junta Suprema de los judíos. Este José, que esperaba el reino de Dios y que no estuvo de acuerdo con lo que la Junta había hecho, 52 fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. 53 Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana de lino y lo puso en un sepulcro excavado en una peña, donde todavía no habían sepultado a nadie. 54 Era el día de la preparación para el sábado, que ya estaba a punto de comenzar.
55 Las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea, fueron y vieron el sepulcro, y se fijaron en cómo habían puesto el cuerpo. 56 Cuando volvieron a casa, prepararon perfumes y ungüentos.
Anuncio de la resurrección de Jesús(D)
Las mujeres descansaron el sábado, conforme al mandamiento,
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.